Capítulo XIV: Parte II

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-- Perspectiva de Angie --

En medio de la fiesta, nadie parecía saber lo que había pasado en redes sociales. La mayoría estábamos distraídos, concentrados en la música, las risas y la compañía. Yo me limitaba a grabar algunos videos y, de vez en cuando, respondía a los mensajes de mis padres. Aunque Spreen estaba haciendo un directo, en ese momento no se había dado cuenta de nada extraño; de hecho, había terminado el directo y guardado el teléfono. Estábamos Alex, Mica y yo charlando cuando, de repente, vimos a Carrera y a Spreen correr hacia las habitaciones con una expresión de preocupación que nos dejó a todos desconcertados.

Nos miramos entre nosotros, intentando averiguar qué podría haber pasado. Justo en ese momento, Bri y Luli se acercaron. Bri se detuvo delante de mí, su rostro serio, y me habló directamente.

-Angie, dime que has visto lo que está rondando en redes.

Sentí que el estómago se me encogía. Por un segundo, el simple hecho de que Bri me hablara ya era algo que me sorprendía. Había una mezcla de emociones en mí: sorpresa, nervios y, sobre todo, una sensación de inquietud que no entendía del todo. Pero esos sentimientos duraron poco, porque la preocupación por lo que Bri acababa de decir se apoderó de mí.

-¿Qué ha pasado, Bri? -pregunté, incapaz de ocultar mi tono alarmado.

-En el directo de Spreen... -hizo una pausa, como si no estuviera segura de cómo decirlo-. Se vio cómo Alondra y Rai se besaban. Supongo que eso confirma que están juntas.

-¿¡Qué!? -exclamó Mica, boquiabierta.

Alex me miró con una mezcla de preocupación y confusión, pero yo me quedé callada, tratando de procesar lo que Bri acababa de decir. Luli, que estaba junto a Bri, nos observaba con curiosidad y luego lanzó una pregunta que nos dejó aún más incómodos.

-Ya lo sabían, ¿verdad? Sabían que estaban juntas -dijo, mirándonos directamente.

-Puede ser -admitió Alex, con la voz apagada.

Nos quedamos en silencio, todos en shock y preocupados. La verdad es que, aunque algunos ya sospechábamos de la relación entre Rai y Alondra, ver que ahora podía ser algo público nos dejó sin palabras. Poco después, Rai apareció y, al verla, todos nos acercamos para preguntarle, inquietos, si sabía lo que estaba pasando.

(La conversación con Rai transcurrió más o menos como antes, todos preguntando preocupados y ella intentando mantener la calma).

Rai se marchó, dejándonos de nuevo en un silencio incómodo. La música y el bullicio de la fiesta seguían sonando, y en unos minutos, el ambiente de la fiesta empezó a recuperarse, como si todo el mundo estuviera dispuesto a dejar atrás el asunto. La mayoría estaban borrachos o bastante animados, lo que hacía que el tema del beso se convirtiera en un rumor entre risas y comentarios sorprendidos.

Yo intentaba mantenerme tranquila, aunque por dentro no dejaba de darle vueltas al asunto. Sabía que Alondra se iba a sentir fatal cuando se enterara. Después de todo, el miedo de que la relación se hiciera pública había sido su preocupación constante. Pero al mismo tiempo, me preguntaba si realmente todo el mundo lo tomaría tan en serio como temíamos.

Más tarde, nos quedamos Alex, Mica, Bri y Luli sentados juntos, charlando sin mucha energía. La fiesta seguía pero cada vez con menos intensidad; algunos se habían retirado y otros estaban claramente agotados. En ese momento, Alex interrumpió la conversación diciendo que necesitaba vomitar.

-¿Quieres que te acompañe? -dijo Mica, preocupada.

-Sí, por favor -respondió Alex, poniéndose en pie tambaleante.

Luli, con una sonrisa, también decidió acompañarlos, y de pronto me encontré sola con Bri. No pude evitar mirarla y, al hacerlo, le sonreí con una mueca nerviosa. Había algo en esa situación que me hacía sentir más incómoda que todo lo que había ocurrido en la fiesta. Me sentía nerviosa, pero de alguna forma también tranquila al estar a solas con ella. En ese momento, supe que si no aprovechaba esta oportunidad para hablarle, probablemente nunca me atrevería a hacerlo. Las dos copas de más que llevaba encima me ayudaron a reunir el valor necesario para decir algo que llevaba guardado desde hacía mucho tiempo.

-Oye, Bri... yo... quería pedirte disculpas por... -comencé, notando cómo mi voz temblaba ligeramente.

Ella me miró con una mezcla de sorpresa y simpatía, aunque negó con la cabeza antes de que pudiera continuar.

-Déjalo, Angie. No es el momento. Además, vas un poco mal -dijo, con un tono que intentaba ser despreocupado.

-No, en serio, Bri. De verdad necesito decirte esto. Sé que hice las cosas mal, y... me arrepiento mucho. No debí... no debí dejarte así, sin más -dije, sintiendo cómo la culpa y la nostalgia se acumulaban en mi pecho.

Ella soltó un suspiro, como si estuviera considerando mis palabras. Sus ojos, aunque dulces, tenían ese brillo de melancolía que tanto reconocía.

-Angie... no importa. Ha pasado bastante tiempo. Te perdono, y eso lo sabes -respondió, su tono era suave pero con un toque de firmeza.

Quise decir algo más, tal vez explicarle lo que había sentido en su momento, el miedo y la confusión que me llevaron a alejarme de ella, pero Bri me interrumpió suavemente, colocando su mano sobre la mía. Fue un gesto inesperado, uno que me dejó sin palabras y que parecía decirme todo lo que yo había estado buscando. El simple toque de su mano fue suficiente para recordarme lo que había perdido, y un silencio cargado de sentimientos no resueltos se formó entre nosotras.

La fiesta seguía en el fondo, pero para mí, en ese momento solo existía Bri. Nos quedamos así, en silencio, cada una perdida en sus pensamientos. Había tantas cosas que quería decirle, pero quizá no era el momento.

(20 votos en ambos capítulos y teneis el siguientee)

Railo : Bajo nuestro ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora