Capítulo XVI: Parte II

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-- Perspectiva de Alondra -- 

Me quedé en el cuarto un rato más, intentando procesar lo que acababa de pasar. Mi cabeza era un caos; cada vez que intentaba poner en orden mis pensamientos, solo me sentía más confundida. No podía evitar pensar en lo último que le había dicho a Rai. Las palabras "sí, estoy cansada de todo esto" se repetían una y otra vez, y me daban una sensación de vacío que me dolía en el pecho. Sentía que acababa de destrozar algo hermoso, y aunque quería arreglarlo, el miedo me paralizaba.

De repente, escuché un golpe suave en la puerta. Era Angie.

—¿Puedo pasar? —preguntó desde afuera.

Le respondí que sí, y al verla entrar, supe que notó al instante el estado en el que me encontraba. Sin decir nada, se sentó a mi lado en la cama y, tras unos segundos de silencio, empezó a hablar.

—Sé perfectamente cómo te sientes —dijo en voz baja, mirándome con comprensión—. Ahora mismo parece el fin del mundo, y duele mucho, Alondra. Los seis meses que llevabais eran puras peleas constantes, entiendo que el dolor sea fuerte.

No le respondí. No sabía cómo hacerlo, y las palabras parecían no salir, así que solo me quedé en silencio, esperando que ella continuara. Angie pareció comprender y siguió hablando.

—Mira, Alondra, cuando yo lo dejé con Bri, lo pasé fatal, ¿vale? Nuestra ruptura no fue por algo exactamente como lo de ustedes, pero las peleas que teníamos eran muy parecidas. También tuvimos problemas sobre si hacer o no pública la relación. A mí siempre me ha costado exponerme a los demás; prefiero mantener todo en privado y evitar que la gente opine o se meta en mi vida. Pero Bri insistió, y al final decidimos hacerlo público y acabó saliendo bien.

Me quedé mirándola, intentando procesar lo que me decía. Había conocido a Angie como alguien segura y directa, alguien que no parecía temer la opinión de los demás. Pero escuchar que incluso ella había tenido miedo me hizo sentir un poco menos sola.

—Cuando hicimos pública nuestra relación, pasamos un mes bastante complicado. La gente decía cosas sobre nosotras y hasta inventaban rumores para hacernos pelear. Fue horrible. Sin embargo, mucha gente se alegró por nosotras, y después de un tiempo, me di cuenta de que todo eso no importaba tanto.

Suspiré, bajando la mirada. Sabía que no podía evitar enfrentar las miradas y los comentarios de los demás, pero no era realmente eso lo que me frenaba. Angie me miró y pareció notar que había algo más detrás de mi silencio.

—No es por la gente, Angie. Claro que sé que hablarán y que probablemente muchos no entenderán —dije finalmente, tratando de poner en palabras lo que sentía—. Lo que me preocupa de verdad son mis padres. Ellos... no lo aceptarían. No quiero ni pensar en cómo reaccionarían si supieran sobre nosotras.

Angie me miró con tristeza y asintió lentamente.

—Eso sí es fuerte, y te entiendo. No puedo imaginar cómo te sientes porque tuve suerte. La familia de Bri y la mía fueron muy comprensivas y nos apoyaron. Pero puedo ver que lo tuyo es diferente y que no tienes ese mismo respaldo.

Asentí, tratando de no romperme por completo en frente de ella. Le expliqué que sabía que la familia de Rai probablemente la apoyaría sin pensarlo. Eso era lo que hacía que ella insistiera tanto en hacer pública nuestra relación. Pero en mi caso, mi familia me vería como una completa desconocida. No sabía si alguna vez volverían a hablarme.

Angie respiró hondo, pensando en lo que iba a decir, y después habló con mucho cuidado.

—Mira, Alondra, si tu familia realmente te quiere, aunque sea complicado, tal vez terminarían aceptándolo. Quizás no sea fácil al principio, pero con el tiempo, entenderán que eres feliz y que eso es lo que importa.

Sentí que sus palabras eran sinceras, pero aún así, la idea de decepcionar a mis padres era algo que me aterrorizaba. Sabía que para ellos este tipo de cosas eran inaceptables, y el simple hecho de imaginar su reacción me dejaba helada.

—Puede que tengas razón, Angie, pero... no puedo soportar la idea de perder a mis padres. No quiero decepcionarlos. Ellos esperan tanto de mí, y esto sería una traición para ellos.

Angie asintió, comprendiendo. Luego, con voz suave pero firme, dijo algo que me hizo detenerme.

—Alondra, al final del día, es tu vida, y tú tienes que decidir qué te hace más feliz. Pero tampoco puedes vivir solo para cumplir con las expectativas de los demás. Tienes dos opciones aquí: puedes pelear por Rai, intentarlo y ver si juntas pueden llegar a un acuerdo, o puedes rendirte y aceptar que no podrás estar con ella si no puedes asumir los riesgos.

Sus palabras se quedaron grabadas en mi mente. Era una verdad tan simple, pero tan difícil de aceptar. Angie tenía razón: estaba en un lio y, aunque ninguna opción me gustaba, tenía que tomar una decisión. Me quedé en silencio por unos segundos, pensando en sus palabras. La idea de hacerlo público no me entusiasmaba, pero perder a Rai tampoco era algo que pudiera soportar.

Angie me observó, dándome espacio para procesar, y finalmente me miró con comprensión.

—Si decides hablar con Rai, hazlo con sinceridad. Exprésale tus miedos, tus dudas. Tal vez puedan encontrar una forma de hacerlo funcionar sin que ninguna de las dos tenga que sacrificar todo.

Sabía que tenía razón, y aunque el miedo seguía presente, sentía una pequeña chispa de esperanza. Tal vez, si lograba hablar con Rai sin discutir, podríamos llegar a un acuerdo. Tal vez ella entendería mis miedos y podríamos encontrar una forma de seguir juntas.

—Gracias, Angie —murmuré, sintiendo un nudo en la garganta. Ella me abrazó y yo dejé que las lágrimas cayeran, liberando toda la tensión que llevaba acumulando.

Me quedé unos minutos más en el cuarto, recomponiéndome y pensando en lo que iba a decir. Cuando finalmente sentí que estaba lista, respiré hondo y me prometí que no dejaría que el miedo destruyera lo que tenía con Rai. Salí de la habitación decidida a encontrarla y arreglar las cosas, sabiendo que ahora era el momento de sincerarme completamente.

Sin embargo, una pequeña voz en el fondo de mi mente me recordaba que, a pesar de todo, el camino no sería fácil.

(15 votos y subo el siguiente, si tardó en subirlos recuerden que quizá la zona horaria sea distinta, ya que soy de España y normalmente llegan los votos cuando es apenas de madrugada, espero que os este gustando💞)

Railo : Bajo nuestro ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora