Capítulo XIX: Parte I

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-- Perspectiva de Rai --

Habían pasado ya dos meses desde que toda la situación con Alondra se había calmado. Para mi sorpresa, las cosas habían mejorado mucho entre nosotras, hasta el punto de que, hace una semana, Alondra me propuso mudarme con ella. Cada una tenía su habitación, claro, pero compartíamos cama la mayoría de las noches. Ninguna de las dos se sentía incómoda con eso. Era casi natural, y estar hasta tarde hablando o riendo en la oscuridad siempre hacía que los días terminaran rápidamente.

Esa noche, Alondra y yo estábamos sentadas en la sala, cada una con su móvil, cuando surgió un tema sobre una polémica en Twitter. Como siempre, empezamos a hablar y a reírnos. Mientras nos entreteníamos, mi teléfono vibró con una notificación. Lo miré y vi un mensaje que, en cuestión de segundos, me hizo iluminar el rostro.

Era de Angie, nuestra amiga argentina, una chica con la que habíamos compartido muchas risas y polémicas en broma. Angie era una de esas personas que dejaba una huella, y aunque hacía meses que no la veíamos, nuestra conexión seguía intacta.

-¿Quién te escribe? -preguntó Alondra, todavía absorta en su propio móvil, pero notando el cambio en mi expresión.

-Es Angie -respondí, tratando de contener mi entusiasmo-. Dice que mañana viaja a Puerto Rico por una campaña y que se quedará unos días más. Pregunta si queremos coincidir para hacer contenido juntas.

Alondra levantó la vista, visiblemente extrañada, y luego soltó un comentario celoso, pero de broma.

-¡Uy, qué bien! Seguro que te mueres de ganas de verla, ¿no? -dijo en tono burlón, mientras me miraba de reojo-. Los seguidores todavía creen que tú y Angie deberían estar juntas, ¿eh?

El comentario me hizo sonreír. Por más que fuera en tono de broma, había algo en ese "celosito" que me encantó.

-¡Claro! Vamos a darle al público lo que quiere... -le devolví con la misma picardía.

Nos reímos, pero decidimos que lo mejor era llamar a Angie en ese momento y hablar directamente con ella. Le enviamos una videollamada, y en segundos apareció en la pantalla con su típica energía.

Angie nos saludo mientras movía maletas por su habitación-. ¡Qué ganas de verlas! ¿Ya hicieron oficial la relación o siguen haciéndose las boludas? Los seguidores me tienen loca con sus teorías sobre vosotras dos.

Rodé los ojos, mientras Alondra soltaba una carcajada.

-¡Ay, Angie! -respondió Alondra con sarcasmo-. Claro, estamos esperando el momento perfecto para hacer el anuncio oficial.

-Sí, sí, tú sabes, como si no tuviéramos suficientes rumores ya -añadí, riendo también.

La charla siguió entre bromas y risas, pero no podía evitar sentir una emoción especial en el pecho. No era solo la idea de que Angie viniera, sino lo bien que todo estaba yendo. Después de tanto caos, parecía que por fin las cosas estaban en su lugar, como si la tormenta hubiera pasado y solo quedara disfrutar del presente.

El día siguiente sería interesante, eso seguro.

Railo : Bajo nuestro ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora