Capítulo XXX: Parte I

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-- Perspectiva de Alondra --

Me desperté con el sonido del móvil vibrando en la mesita de noche. Al revisar la pantalla, vi un mensaje de Nick que decía: "Estaré en el mall a las 10, ven lo más pronto posible." Me quedé unos segundos observando el texto antes de soltar un suspiro largo. Hoy no me sentía tan mal como ayer, pero la fatiga mental seguía ahí, agazapada en el fondo. Estaba cansada, sobre todo de todo el drama que envolvía mi vida últimamente..

Me levanté de la cama lentamente, estirándome mientras revisaba otro mensaje que me había llegado anoche, esta vez de Twitter. El revuelo había sido evidente cuando no hicimos el stream de anoche, y yo tuve que enfrentar a los seguidores diciendo que me tomaría una semana de descanso. Nadie sabía la tormenta emocional que estaba atravesando, y aunque algunos fans mostraron preocupación, otros no dejaban de insistir. "¿Dónde está Rai? ¿Por qué no están haciendo streams juntas?". Eso solo me agotaba más.

Al salir de la habitación, me di cuenta de que la casa estaba en silencio. Mis padres no estaban, pero en la mesa del comedor había un desayuno perfectamente preparado, acompañado de una pequeña nota que decía: "Llama cuando te despiertes. -Jazmine.", mi madre.

—¿Un día que vengo a verles y se van? —murmuré para mí misma, un poco frustrada.

Decidí llamar a mi madre como me pedía la nota. Al contestar, me contó que les había salido un evento importante de trabajo de última hora y que llegarían tarde. Me pidieron disculpas por no estar, lo que entendí, pero me sorprendió cuando mi madre me pidió que no me fuera de la casa hasta las 3 de la tarde, ya que esperaban la entrega de un paquete importante. Solté un suspiro, recordando que había quedado con Nick.

—Claro, mamá, no hay problema —dije, sin mencionar lo de Nick.

Al colgar, me quedé mirando el móvil, pensando en cómo cancelar la salida sin que pareciera mal. Le mandé un mensaje a Nick explicándole que no podría salir porque tenía que recibir un paquete en casa, esperando que no se molestara. Su respuesta llegó casi de inmediato: "No te preocupes, puedo llevarte yo mismo las zapatillas. Así nos vemos de todas formas."

Sonreí, agradecida por su amabilidad. Aunque la situación con Nick no era lo que realmente me importaba, al menos ver a alguien que no estaba envuelto en todo este caos emocional me daría un respiro. Le contesté diciéndole que estaría lista para las 11.

Al menos hoy podría evitar un poco el lío de mi cabeza... o eso esperaba.

Railo : Bajo nuestro ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora