Capítulo XXXVII: Parte I

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-- Perspectiva de Angie --

Cuando Rai se bajó del coche, Alex y yo nos quedamos en silencio por unos segundos. Nos miramos, ambos sabíamos que la situación había tocado fondo, pero no sabíamos qué hacer exactamente para ayudar. Finalmente, solté un suspiro, rompiendo el silencio.

—Esto es culpa mía, Alex. —mi voz sonaba llena de frustración—. Nunca debí haber hecho ese plan con Rai para darle celos a Alondra. Tenía que haberlo frenado cuando vi que se estaba saliendo de control...

Alex negó con la cabeza, poniendo una mano sobre mi hombro, en un intento de consolarme.

—No es tu culpa, Angie. —dijo con firmeza—. Aunque ellas no hubieran hecho ese plan, Nick ya estaba hablando con Alondra desde antes. Tal vez podrías haber evitado algunas cosas, pero no eres el problema principal aquí.

Las palabras de Alex me reconfortaron un poco, pero aún así, no podía dejar de sentirme responsable por la tensión que ahora las estaba separando. Rai estaba destrozada y yo no podía soportarlo.

—No puedo dejar esto así. —dije, mi tono determinado—. Voy a ir a hablar con Alondra. No quiero ver a Rai mal por más tiempo, y si tengo que plantar cara por ella, lo haré. Alondra y yo tenemos muchísima confianza, y sé que si alguien puede hablarle de frente, tiene que ser tú o yo.

Alex frunció el ceño, claramente dudando de mi plan.

—¿Estás segura de que es buena idea? —preguntó, con una leve preocupación en la voz—. No quiero que termines metiéndote más en este lío. Si vas a hablar con ella, asegúrate de que sirva para algo de verdad.

—Lo haré, Alex. —le aseguré—. Pero no me puedo quedar de brazos cruzados. Mañana me voy de Puerto Rico, y lo mínimo que quiero antes de irme es ver a mis dos amigas felices. No puedo irme sabiendo que están así, desgarradas por malentendidos. Las dos se quieren, pero algo está fallando aquí, y lo que pasa es que no están hablando con claridad. ¡Tan complicado es! —exclamé, frustrada.

Alex asintió, aunque seguía algo inseguro.

—Tienes razón, Angie. Ellas necesitan hablar claro, pero no sé si ahora es el mejor momento. Solo asegúrate de no empeorar las cosas.

Yo asentí con la cabeza, determinada a arreglar las cosas, aunque sabía que sería difícil. Si Alondra y Rai no encontraban la manera de abrirse entre ellas, el dolor solo seguiría creciendo. Yo me iba al día siguiente, y no podía permitir que todo terminara así.

(recuerdenn a los 10 votos actualizo, gracias por leer💝)

Railo : Bajo nuestro ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora