Al amanecer, el sonido de la lluvia continuaba golpeando con fuerza las ventanas, como si la tormenta no tuviera intención de amainar. El cielo, aún gris y pesado, mantenía la atmósfera oscura, y dentro de la habitación, el ambiente se sentía cálido y acogedor.
Jungwon permanecía despierto, observando cómo las gotas resbalaban por el vidrio, mientras sentía a T/n acurrucada contra su pecho. Durante la noche, ella se había aferrado a él nuevamente, como buscando protección. Aunque al principio se había sentido nervioso, ahora simplemente estaba tranquilo, observando cómo dormía plácidamente. Sin embargo, cuando notó que comenzaba a moverse y a despertar, rápidamente cerró los ojos y se hizo el dormido.
T/n entreabrió los ojos lentamente, sintiéndose un poco desorientada por la tormenta. Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba completamente abrazada a Jungwon, su rostro pegado a su pecho. Un calor intenso se extendió por su rostro, y su corazón comenzó a latir con fuerza.
—¡Oh no...! —murmuró en voz baja para sí misma, soltándolo con rapidez, mientras se incorporaba de golpe, todavía sonrojada y avergonzada.
Jungwon, aún haciéndose el dormido, mantuvo su postura tranquila, aunque internamente estaba aguantando la risa. Podía sentir el nerviosismo de T/n mientras intentaba alejarse discretamente, probablemente esperando que él no se diera cuenta de lo que había pasado.
T/n se sentó al borde de la cama, mirando a la ventana, tratando de calmarse mientras la lluvia seguía cayendo. Sin embargo, no podía evitar recordar lo cerca que había estado de Jungwon durante la noche. "¿Por qué siempre termino abrazándolo?" pensó, aún con las mejillas encendidas.
Después de unos segundos, Jungwon "se despertó", estirándose perezosamente, fingiendo que recién se daba cuenta de que estaba amaneciendo.
—Hmm... ¿Ya amaneció? —preguntó con voz soñolienta, fingiendo un bostezo.
—¡Sí! —respondió T/n, un poco más alto de lo necesario, tratando de sonar natural—. La tormenta no ha parado, parece que seguirá lloviendo todo el día...
Jungwon se sentó, intentando no reírse ante el comportamiento nervioso de ella.
—Bueno, al menos dormimos bien, ¿no? —dijo con una leve sonrisa, sabiendo perfectamente lo que había sucedido, pero decidiendo no mencionarlo.
T/n asintió rápidamente, aunque no lo miró directamente, aún tratando de procesar lo ocurrido.
—Sí... supongo que sí —murmuró, sintiéndose algo tonta por haberse aferrado a él de nuevo.
Ambos permanecieron en silencio por un momento, escuchando el sonido de la lluvia, hasta que T/n, tratando de cambiar de tema, dijo:
—Parece que la tormenta no va a ceder... ¿crees que nos quedaremos aquí todo el día?
—Eso parece —respondió Jungwon, volviendo su mirada hacia la ventana—. Quizá todo el fin de semana.
—Bueno, entonces será una larga cuarentena... —dijo T/n, esta vez con una pequeña sonrisa.