Especial Halloween
Había sido un viaje bastante largo para ambos. Se encontraban de camino a la casa de la abuela de Jake en un asolado pueblo a las afueras de Busan.
Estabas a punto de quedarte dormida observando el tranquilo paisaje junto a la carretera vacia cuando escuchaste a tu novio hablar.
Sunghoon: ¿Estás cansada? --dijo riendo levemente-- Ya falta poco, podrás descansar cuando lleguemos --acarició tu muslo con su mano libre--
T/n: --sonríe-- No estoy cansada es solo que --bosteza-- este lugar es algo aburrido sabes?
El rió ante tu comentario.
Sunghoon: Es cierto, en verdad es algo anticuado --mira hacia un costado-- Al parecer ya hemos llegado.
Dirigiste tu mirada hacia la gran casa asombrada.
T/n: La casa de tu abuela... ¿Es esa de ahí? --señalaste la mas grande--
Sunghoon: Sip es esa.
T/n: Es horrible
Sunghoon: ¡T/n! --rie-- no debes decir cosas como esta a partir de ahora de acuerdo?
T/n: Pero está fea --exclamo-- es la típica casa del terror de las películas.
Te miró con la ceja arqueada.
T/n: Ahg está bien pero no prometo nada.
Sunghoon: Esa es mi chica --acaricia tu cabello--
Bajaste del auto y contemplaste aquella mansión cautelosamente: Colores anticuados, estructura vieja y solo tenías en mente lo mucho que no querías entrar.
T/n: ¿Necesitas ayuda? --cuestionaste a tu novio que sacaba las maletas del auto y el negó con la cabeza--
Te acercaste a la agrietada puerta de madera y tocaste tres veces pero nadie respondió.
T/n: ¿Hola? ¿¡Hay alguien aqui!? --sin respuesta-- ¡Abuela! somos nosotr--
La puerta se abrió lentamente.
T/n: Ah bueno, ¡Problema solucionado!
Ambos se adentraron pasando por el umbral que daba directamente a una espaciosa sala donde se encontraba una pequeña mesa y las rústicas escaleras de madera.
Sunghoon: Parece que no esta aquí, sabía que veníamos.
T/n: Tal vez salió a hacer las compras, quién sabe? --hablaste observando el lugar-- ¡Ahg! Qué es ese olor? --llevaste tu mano a la nariz--
Sunghoon: Debe haber un animal muerto en algún lugar --frunce el ceño-- Lo encontrare!
Rodaste los ojos restándole importancia