Dos de los hombres se acercaron y me apuntaron con el arma, Julio me miró con una sonrisa burlona mientras me observaba y recorría con sus ojos lentamente mi cuerpo de arriba abajo para luego lamerse el labio, dio unos pocos pasos hasta llegar a colocarse en frente de mí, tuve que valerme de todas mis fuerzas para no echar a correr por el pasillo y poner la mayor distancia posible entre los dos. Escuché como Liam le gritaba que me dejase en paz para luego ser golpeado otra vez.
_ Sabía que estabas escondida en este lugar, has hecho bien en salir de tu escondite porque pensaba quemar este edificio hasta los cimientos para hacerte salir.
_ ¿Cómo lo supiste?
_ Hace unas semanas me encontré con uno de tus amigos con el que te había visto en el muelle cuando apareciste en la ciudad, lo recordaba bastante bien, sobre todo por su color de piel, no me fue difícil sacarle información sobre ti, era demasiado ingenuo, tranquila, no pongas esa cara, ese chico aún está vivo, no podía matarlo a la vista de todos. Pero con tu novio o lo que sea que tengas con éste ha sido más complicado, no logré sonsacarle nada, supo al instante mis verdaderas intenciones, por eso tuve que regresar con unos cuantos amigos más, es muy protector contigo a pesar de que seas una zorra, he decidido que él será el último en morir.
_ ¡No tienes porque hacerles daño!, ¡has venido a buscarme a mí y aquí me tienes, ahora déjalos en paz!
¬_ ¡No te equivoques puta! , por supuesto que vine aquí por ti, pienso cobrarme lo que me has hecho con aquellas pintadas pero esto está muy bien y después de acabar con algunos de tus amigos, haré que me respeten y me convertiré en líder de toda esta gente, es un buen lugar para esconderme por un tiempo, luego puede que incluso deje vivir a algunos de tus amigos mientras destruyo el monasterio.
_ ¡Sabía lo loco que estabas pero ahora has perdido por completo la cabeza!
Me golpeó con dureza el rostro e hizo que me cayese al suelo, escuché de nuevo la voz de Liam pero lo callaron con un golpe antes de que terminase de hablar.
_ ¿No crees que me lo merezco después de que tú destruyeses mi vida y a mi familia?
Estaba hecho una furia y sus ojos me miraban con odio y desprecio.
_ ¡Vamos, voy hacer que te arrepientas de haber puesto mi vida patas arriba!
Me cogió fuertemente del brazo y empezó a tirar de mí para salir de aquella sala, escuché otra vez gritar a Liam, aunque su voz se había apagado un poco, al girar mi mirada hacia él vi como uno de aquellos captores le golpeaban en la cabeza con la parte trasera de su arma, Liam cayó al suelo inconsciente y esta vez fui yo la que gritó e intentó deshacerse del agarre de Julio para ir al lado de mi amigo, pero habían pasado demasiados meses desde aquel fatídico encuentro con Julio y su amigo en aquel almacén abandonado y aquel monstruo había ganado fuerza y músculo pero sobre todo un mayor desprecio y odio por la vida humana. Me lanzó dentro de una de las muchas habitaciones que había en el complejo y al caer me golpeé el brazo y la cabeza contra la pared, fueron solo unos segundos de conmoción, intenté ponerme de pie rápidamente pero uno de sus pies piso mi cuello apretándolo un poco para dejarme respirando con dificultad.
_ Ahora tú y yo vamos a pasar un rato entretenido, voy a averiguar lo que has aprendido en todo este tiempo huyendo de mí, y voy a descubrir cuanta experiencia has adquirido con los hombres, me vas a contar a cuantos te has tirado y me vas a enseñar de que manera has conseguido satisfacer a esos hombres para que estén dispuestos a dar su vida a cambio de la tuya, si consigues complacerme puede que te deje vivir un poco más. Tengo ganas de verle la cara a mi amigo Saúl cuando le diga que te he encontrado, ¿te acuerdas de él verdad?, Claro que sí, estoy seguro de que no nos has olvidado a ninguno de los dos.
Cuando conseguí alejarme de él y poder volver a respirar nuevamente con normalidad le solté todas aquellas palabras que había soñado muchas veces en decírselas si algún día me encontraba con él, quería ver su cara cuando supiese que su mejor amigo había muerto en manos de la mujer que ahora estaba en aquella habitación, bueno lo había matado Bastian pero yo me encontraba allí y no se lo había impedido.
_ Sé que desconoces el lugar donde se encuentra tu amigo y también sé con certeza que jamás volverás a verlo, por lo menos entre los vivos, porque tu querido amigo se fue al infierno donde os encontraréis muy pronto, seguramente su cuerpo acabó devorado por las ratas en aquel callejón donde murió, ¡era el final que se merecía!
Me miró con horror y con ira.
_ ¡Estás mintiendo zorra!
Me había vuelto a levantar y después de acercarse más a mí me dio un fuerte puñetazo en el rostro haciendo que inmediatamente me ardiese las mejillas y saliese sangre de mi nariz mientras sentía que un dolor intenso recorría mi cara. Caí nuevamente al suelo y me dio un par de patadas en el estómago que me dejó sin aliento, con voz más débil le dije que estaba dispuesta a morir antes de volver a dejar que él me tocase otra vez.
_ Me has dicho eso solo para hacerme enfurecer y que te mate antes de hacerte mía de nuevo, ¿verdad?
_ Piensa lo que quieras pero yo estaba allí cuando perdió la vida en aquel callejón.
_ ¡Eres una puta y cuando acabe contigo me suplicarás para que no mate a tus amigos!
Me cogió por los pelos arrastrándome por toda la habitación hasta golpear mi cuerpo contra un mueble de madera envejecida que había en una de las esquinas y luego se colocó encima de mí para inmovilizarme mientras rompía mi ropa, yo había aprendido a luchar pero no tenía la fuerza suficiente para apartarlo de mí, conseguí esquivar algunos de sus golpes, no solo besaba parte de mi piel, también les daba pequeños mordiscos que resultaban dolorosos, quería hacerme sentir todo el daño posible, sus manos peleaban con las mías para lograr llegar a mis pechos y estrujarlos con fuerza, cuando intentó levantar mi falda le golpeé con el codo en el rostro, se separó un poco de mí y pude inclinarme para alcanzar con unas de mis manos el cuchillo que llevaba escondido en una de mis botas, con todas mis fuerzas y el odio acumulado se lo clavé en la espalda, escuché como gritaba de dolor y se separaba de mí, saqué el cuchillo de su cuerpo y me alejé de él, la sangre empezaba a manchar el suelo de aquella habitación, Julio seguía respirando pero le estaba resultando difícil coger aire, volví a colocarme a su lado y lo apuñalé tres o cuatro veces más, había perdido la cuenta, me alejé de aquel cuerpo inerte y ensangrentado mientras lo observaba sentada en el suelo, ya no respiraba y yo seguía con el arma en la mano mientras la sangre goteaba por ella, parte de mi vestimenta estaba destrozada, aquel cuerpo sin vida que me había atormentado durante muchas de mis noches no volvería a hacerlo más, escuché unas detonaciones y cogí la pistola de Julio, luego corrí por el pasillo para ayudar a mis amigos, los gritos y golpes se escuchaban más cercanos, a medio camino me encontré con Liam, me miró unos segundos y se acercó a mí lentamente, despacio, como si temiese que en cualquier momento saliese corriendo de allí o me desmayase, me preguntó si me encontraba bien, le dije que sí y que Julio ya no era un problema, luego escuchamos nuevamente gritos, Liam cogió la pistola de Julio que llevaba en una mano y luego corrimos juntos hasta la sala donde estaba ocurriendo aquellos enfrentamientos. Había varias personas en el suelo, Liam disparó al último hombre que había venido con Julio y que aún quedaba vivo después de que Eider lo golpease y se alejase de él, no podíamos permitirnos dejar con vida a alguno de ellos porque cabía la posibilidad de que tuviésemos que huir nuevamente del lugar y empezar otra vez en otra parte. Thaisa y María estaban en la sala al igual que Briana, ellas también se habían enfrentado a esos malhechores, cuando vieron que dos de ellos salían de la habitación a investigar el lugar y ver si había más gente escondida aprovecharon para deshacerse de ellos, primero de uno y luego del otro, no eran unas pobres mujeres indefensas, habían aprendido a luchar, a ser valientes y a enfrentarse a los miedos, estaban dispuestas a morir para proteger a las personas que querían y que los esperaban dos pisos más abajo. Una vez que acabaron con aquellos dos hombres cogieron sus armas y se pusieron a buscarme para ayudarme a deshacerme de mi atacante, pero escucharon una detonación y se fueron corrieron hacia donde se había originado aquel ruido y descubrieron a Elena en el suelo, iban a matar a Liam cuando Thaisa disparó al hombre que apuntaba a nuestro líder, luego todo fueron golpes, luchas y disparos, Liam después de descubrir que su gente tenía el control fue en mi busca. Me acerqué al cuerpo inerte de Elena, Rodrigo y Liam ya estaban a su lado, le pedí y le rogué que respirase, que se levantase, que no se muriese, su rostro se había apagado y había sangre a su lado, Rodrigo había apoyado parte del cuerpo de Elena en sus rodillas mientras intentaba que recobrase la vida, tenía la camisa manchada de sangre y un pequeño corte en el brazo, Liam estaba a su lado y una de sus manos la tenía apoyado en el hombro de Rodrigo. María lloraba a mi lado, Thaisa ayudaba a Briana a incorporase para acercarse a nosotros, esta última tenía un golpe en la cara, Eider estaba a dos metros de distancia ayudando a Tobías que se encontraba sentado y apoyado a la pared con una herida en un costado, Eider intentaba que la sangre no siguiese saliendo. Me levanté deprisa y salí de allí corriendo, me escondí en una de las habitaciones más alejadas y lloré en silencio y a oscuras, lloré hasta que me dolió el cuerpo. Sentía que nuevamente una vida se había ido por mi culpa, si yo no estuviese aquí, si yo no conociese a Julio, si mis padres no se hubiesen muerto..., puede que Elena aún estuviese viva. Antes de que los más adultos y los niños regresasen de los túneles limpiamos el suelo de la sangre vertida, quemamos los cadáveres de Julio y de los hombres que lo acompañaban, me quedé allí impasible, observando como ardían aquellos cuerpos, mis mayores pesadillas se disiparon como aquel fuego, Liam se había acercado a mí y me preguntó si me encontraba bien. Seguía culpabilizándome de la muerte de Elena pero también lo hacía Liam y Rodrigo, aunque estaba seguro que no eran los únicos, cada uno de los que estábamos allí nos preguntábamos si las cosas hubiesen sido distintas si actuáramos de diferente manera. Unos de aquellos bandidos le había disparado a Rodrigo y nuestra buena y maravillosa Elena se había interpuesto entre la bala y nuestro amigo muriendo en el acto. Clara y todo el campamento estaban igual de tristes que nosotros pero aún así nos habló de que cada uno de nosotros seguramente hubiésemos hecho o haríamos sacrificios por las personas que queríamos o amábamos, porque eso era lo que significaba una familia, lo único que nos diferencia los unos a los otros era la forma de sacrificarnos y hasta donde llegaban nuestros límites. Elena no solo había sido una gran mujer, había sido una bellísima persona con buenos sentimientos, una luchadora que se rindió el día que murió su marido, porque una parte de ella había muerto con él. Ahora los dos estarían juntos para siempre y nadie de esta enorme familia la olvidaría, como tampoco olvidaríamos a las personas que se habían quedado atrás por las circunstancias que fuesen, todos habían formado una parte importante de nuestras vidas. Nos pasamos varios días preocupados observando las afueras de aquel recinto, no sabíamos si aquellas muertes significaban algo para algunas personas y si les habían contado a donde se dirigían, las consecuencias podían ser nefastas para nuestras vidas, sobre todo para los más ancianos y los niños. Un nuevo cambio sería desastroso y todos estábamos pendientes de que eso no ocurriese otra vez. Por suerte los heridos empezaron a mejorar sobre todo gracias a las medicinas aunque éstas ya empezaban a escasear demasiado rápido, los moretones de mi cuerpo podía esconderlos bajo la ropa pero los del rostro aún seguían visibles, el más convaleciente de todos había sido Tobías, su herida en el costado se infectó y aunque ahora su vida no corría peligro, seguía luchando con la fiebre y el dolor. Liam seguía llevando un vendaje en el brazo y aún existía una leve cojera de la que se estaba recuperando poco a poco, Eider también había sido golpeado pero se negaba a tomar cualquier medicamento, era demasiado tozudo para hacernos caso, Briana también tenía alguna marca en la cara pero ya empezaba a desaparecer y todos intentábamos olvidar otro mal episodio en nuestras vidas. El cuerpo de Elena también había sido quemado pero a diferencia de los otros hombres, sus amigos estaban allí para rendirle homenaje, los restos fueron guardados y llevados a una de las salas del pasadizo, les pedí que cuando todas estas revueltas hubiesen acabado quería llevarme lo que quedaba de ella y enterrarla junto a su marido Amador, estaba segura de que a Elena le hubiese encantado que hiciésemos ese último esfuerzo por ella y se lo debíamos. Teníamos que darnos un tiempo para regresar a la ciudad pero empezábamos a preocuparnos por la escasez de algunos de nuestros productos, aquellos hombres no llevaban mucho dinero en sus bolsillos, y aunque algunos de ellos tenían prendas de buena calidad no nos quedamos con ellas porque podía ser peligroso, aunque con sus caballos sí lo hicimos, era un bien preciado y necesitado.
![](https://img.wattpad.com/cover/365377589-288-k941733.jpg)
ESTÁS LEYENDO
TABSAVIT
Historical FictionEn un mundo de caos y de destrucción una chica lucha por sobrevivir junto a su mejor amigo Mauro y acaban en un campamento junto a otra gente que también huyen de una vida precaria, allí conoce el amor y el calor de una gran familia pero también e...