Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~

12. ¿Sorpresa?

Los pecados estaban todos con los brazos sentados, menos Belphegor, que estaba medio dormida. Lucifer y Alastor los miraban, el segundo algo más nervioso. 

-- ¿Qué? -- La voz de Lucifer era de confusión absoluta --. Queríamos estar seguros antes de deciros nada, los test de embarazo en el infierno no son tan fiables como en la tierra. 

-- ¡Un embarazo! -- Se sobresaltó de nuevo Satán --. ¡Otro más! Por amor al diablo, Lucifer. 

-- Yo soy el diablo -- Recordó Lucifer. 

-- Estoy perfectamente preparado para ser padre y cuidar de Lucifer, no os preocupeis por eso -- Calmó Alastor --. He leído muchos libros, y estoy más que preparado. 

-- Creeme Alastor, con Lu necesitas un manual específico para él -- El tono de Beelzebú parecía de broma, pero hablaba en serio. 

Lucifer hizo una seña con la mano, quitandole importancia, pero Alastor parecía algo más preocupado ahora. 

-- Y es obvio que esas pesadillas son lo menos grave de este embarazo. A penas llevais seis, tal vez siete meses de casados. ¿Un bebé no es mucha responsabilidad? 

-- Eso más casi los dos años que llevamos viviendo juntos y los casi cuatro años de pareja -- Enumeró Lucifer --. Estamos listos, de verdad. 

-- Nadie está preparado para ti deborando cabras enteras en rituales satánicos de humanos -- Recordó Leviathan. 

-- ¡Y sin mencionar los temblores! -- Añadió Mammon --. Eres un terremoto con vida. 

Lucifer miró para abajo, y Alastor no era capaz de identificar si era a su barriga o al suelo, y eso lo hizo enfadar. Ellos de verdad se sentían listos, y él podía apoyar a Lucifer, en cualquier cosa que necesitara en el embarazo y después de él, porque se comprometió a ello cuando se casaron. 

-- ¿Y qué importa? -- Se levanta el pecador, empoderado --. Estamos listos y bien para eso. Yo cuidaré de Lucifer, no os preocupeis por ello. Él está preparado y yo también. No tengo miedo de lo que eso signifique. 

Joel estaba curioso con lo que se refería su hermano de Vi. Pero sabía que no se lo diría. No de buenas a primeras. 

-- ¡Oye! Jugemos a algo -- Propuso el arcángel. 

-- ¿Jugar? -- Vi en verdad apreciaba el cambio de tema --. ¿A qué? 

Joel sacó de un escondrijo algunas botellas alcohólicas que Astaroth le había traído hasta la celda. 

-- Verdad o trago -- Propuso. 

-- ¿Jugais a eso en el cielo? -- Vi estaba verdaderamente curiosa por aquello, por demostrar que allí arriba no eran tan ángelitos como parecían.

Joel se encongió de hombros y tomó un trago, Vi sonrió y se acercó al límite de la reja. 

Los pecados sonrieron. 

-- Bien -- Leviathan les dió un regalo --. Tomad. Pero no nos lo volvais a ocultar, familia, ¿recordais? 

Lucifer soltó algunas lágrimas de felicidad y vio que era una cuna desmotada. 

-- ¿Y tenemos que montarla? -- Se quejó a tono de broma Alastor. 

-- Suponíamos que ibais a ser unos buenos padres, pero teniamos que asegurarnos. Porque un bebé es un cambio muy grande en una relación -- Admitió Satán. 

-- Más regalos -- Suspiró Mammon --. Y más cumpleaños. Más te vale dejar que juguemos tanto con este como con Charlie, Lucifer Morningstar. 

Lucifer asintió, mientras admiraba la cuna con felicidad. Si que estaban allí para todo, como prometieron. Ya que debía aislar a sus hermanos, por su seguridad y la del infierno, tendría cerca a los pecados, que eran sus hermanos del infierno. 

-- Vale vale, te toca -- Vi había bebido para evitar responder cualquier pregunta hasta ahora, pero ya iba lo suficienemente borracha para que le diera igual. 

-- ¿Qué le pasó a tu prometido? -- Joel no había bebido tanto como Vi, no es que le importara mucho guardar secretos si estaba encerrado en una celda en el castillo de Lucifer.

-- Murió... Lo mataron... Estaba solo con su hermana aquí abajo... -- Admitió Vi, tragando saliva y dejandose caer en el suelo. 

-- ¿Cómo murió..? -- Joel estaba extrañado, es decir, sabía que los imps también se morían, pero no eran la clase de personas que iban matando por ahí. 

-- En el último exterminio, su hermana se estaba redimiendo cuando empezó la batalla. Él se quedó a luchar también y murió... -- Vi se tapó la cara, parecía estar reprimiendo sus lágrimas con sus últimas fuerzas --. Encontraron el cadáver ya hace casi un año... 

Joder tragó saliva, y recordó las palabras de Vi, no quería que nadie sufriera lo que ella sufrió y proteger al mundo exterior de él era su manera de hacerlo, sus oídos empezaban a pitar como castigo. 

-- ¿Sabes con qué lo...? -- Empezó Joel, pero de verdad le estaba constando hablar, Astaroth tenía razón, se había encariñado con ella y sabía que Vi estaba sufriendo por su culpa. 

-- Era una lanza dorada, de acero celestial. 

Joder, era lo que él llevaba, la muerte del prometido de Vi era exclusivamente culpa suya, porque Astaroth no le mandó meterse en la guerra. ¿Todos los familiares de los pecadores se sentían así? Casi un puto año y Vi no lo había superado, estaba en aquel trabajo para evitar que él hiciera nada, y Joel solamente molestandole.

-- Deberías volver a casa... -- Pudo decir el arcángel, levantandose y alejándose lo máximo posible de Vi, acercársele haría que su corazón latiera aún más rápido de lo que lo hacía ahora. 

-- Joder, ¿te pasa algo Joel? -- Vi verdaderamente estaba borracha, pero lo suficiente para preocuparse por él. También le había cogido algo de cariño, pero era más fácil reprimirlo y culpabilizarse por ello.

Joel negó con la cabeza, Vi suspiró hasta que escuchó ruidos viniendo del piso superior, las puertas del castillo se habían cerrado, los pecados probablemente ido y era hora de que se fuera a casa, a su casa vacía, con nada más que soledad, tal vez por eso soportaba estar con Joel, porque era una de las pocas personas con las que podía hablar, pese a que no debería.