Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~

13. Arrepentimientos

Desde aquel día, Vi se había tomado "unas vacaciones".Aunque en realidad simplemente estaba arrepentida de haberle contado a Joel sobre Theo. 

Su casa en Ciudad Imp estaba hecha una mierda desde su muerte, toda destrozada y por dentro era aún peor, por eso al saber que, trabajando como guardia de Joel, no le faltaría de nada, fue directa a firmar trato, aún sabiendo como lo tomaba su familia y, aún más importante, que podía morir. 

Pero Theo se había ido, ¿qué importaba morir ahora? Eso lo pensaba hace un casi un año, porque en unos días, habría un homenaje a las victimas. Pero tal vez ahora cambiaba de opinión, cuando veía a Joel emocionado por poder hablar con ella su corazón se ablandaba un poco, pero al volver a su "hogar", su personalidad gélida volvía. 

Tocaron a su puerta aquella mañana, mientras ella llevaba tan solo un camisión e intentaba olvidar lo que había hablado con Joel. 

-- ¡Cariño! -- Sonrió su madre, dándole un abrazo --. Por Satán, estás hecha un desastre, ese trabajo debe ser horrible... Deberías hacer como tu hermano y- 

-- ¿Y trabajar en una oficina aburrida, formar una familia y vivir feliz para siempre? Olvídate mamá, y como vengas con ese discurso de nuevo, olvídate de pasar. 

-- ¡Por favor Vi! Ya ha pasado casi un año desde que aquel pecador murió. 

-- "Aquel pecador" se llamaba Theo, y me da igual si tú lo odias, o mi hermano también lo haga, yo lo respeto. 

Antes de que su madre pudiera volver a rechistar, Vi cerró la puerta. Su madre llevaba con la misma estrategía desde hacía varios días, pero volver al trabajo y verle la cara a Joel de nuevo, después de que olvidara porqué estaba allí abajo y bajara la guardia era demasiado peso. 

Por la tarde se decidió a salir, estar siempre en casa era más que un castigo propio y tenía que recordar que su vida no se había resumido a un castillo y una celda en los últimos meses. Se puso unos jeans y una sudadera y salió de compras, esperando encontrar diversión en algo, en lo que fuera. 

Para su mala suerte, vió a Uroda, una antigua compañera del instituto, con la que no se llevaba nada bien, porque era todo lo que Vi odiaba y peor, eran cosas que sabía que Theo amaba, pero Theo la había elegido a ella, y le subía un poco el animo siempre que se la cruzaba. Ahora no podía. 

-- ¡Vi! ¡Cuánto tiempo! -- Saludó con una enorme sonrisa con sus labios carnosos, hasta Vi había olvidado lo buena que estaba. La ropa que Uroda llevaba hacía que esta misma sintiera vergüenza de llevar aquello puesto en público --. Hacía meses que no sabía de ti, me contaron lo de Theo, una lástima. 

-- Ya... Gracias... -- ¿Por qué la gente se tenía que apiadar de su dolor? En realidad le jodía ver a Uroda tan bien, deseaba que no sientiera pena por ella.   

-- ¿Y de qué trabajas? -- Preguntó la imp con los ojos brillantes --. Yo estoy en la misma empresa que tu hermano, ¡es un sol con todos! 

Y lo que le faltaba, que se pusieran a presumir porqué su hermano era mejor que él, era cierto que no lo había dicho, pero obviamente estaba implícito. 

-- Trabajo en el castillo, soy guardia -- Se negaba a decirle de qué, y estaba preparada para la tonelada de mierda que le tiraría por trabajar allí. 

-- ¡Oh! Que valiente por tu parte... Mi padre trabajaba allí cuando era joven, mucha suerte, me han dicho que los salarios son buenos. 

-- Si... Están bastante bien -- Asiente Vi, confundida por la amabilidad de Uroda. 

Y se fue, no continuaron la conversación y Vi se quedó confundida, Uroda no se había reído, la había respetado y la trató con educación. En realidad, hacía años que no hablaban, tal vez había cambiado, tal vez incluso ella había cambiado. 

Vi se puso convencer a si misma de que podía hacer el turno de noche, habían estado bien las vacaciones, pero no aguantaría a su madre de nuevo en su casa, pindiéndole que olvidara a Theo. Así que se puso el uniforme y fue directa hasta el castillo del rey. En realidad, adoraba la noche en Ciudad Pentagrama, las luces de la calle encendidas pero todo en una gran paz, excepto las zonas donde había lugares para follar que estaban abiertos toda la noche. 

-- Vi, hacía semanas que no se te veía la cara por aquí abajo -- Saludó otro imp, si Vi no recordaba mal, se llamaba  Dard. 

-- Vacaciones -- Fue la única respuesta de Vi, mientras dejaba sus cosas --. ¿Cómo está?

-- Serio, más que de costumbre, y parece arrepentido de algo, pero bueno, ya sabes lo que dice el jefe, no nos podemos fiar ni acercar a él. 

Dard se retira y Vi baja hasta la celda. Joel estaba mirando por la ventana, intentando buscar, aunque nunca hubiera estado en el infierno, la casa de Vi. Aunque sabía que no podía salir, hacía semanas que no la veía y tal vez no la volvería a ver. 

-- ¿Mirando las estrellas? -- Carraspeó la imp. 

Joel se giró emocionado y notó que un aire, que había contenido desde que se fue aquella noche, se iba de su cuerpo. 

-- As vuelto... -- Se le escapó, acercádose a la celda --. Joder, Vi. Lo siento muchísimo, no tendría que haber preguntado. 

Vi miró para otro lado y suspiró, Dard tenía razón, si que estaba arrepentido de haber preguntado.

-- Necestaba un descanso, no tuvo nada que ver con aquello.

-- No me mientras... -- La voz de Joel se volvió algo seria y Vi se sobresalto --. Por favor. Sé que la jodí, pero he cambiado, o al menos lo intento. 

-- ¿Para qué? ¿Para que te vengan a rescatar y volver al cielo? -- La voz de Vi era incriminatoria, para ella, Joel no había cambiado y solo la soportaba porque era la única guardia que hablaba. 

-- No voy a volver. No puedo. Algo me mantiene aquí abajo y no me soltará -- Admite Joel --. Pero si vuelvo, si en verdad algún día vuelvo a subir. Vendrás conmigo... 

-- ¿Por qué iría contigo en primer lugar? 

Joel se quedó blanco, no sabía porque quería que Vi fuera con él, o tal vez en realidad si. Vi encanrnó una ceja, esperándo a que respondieran su pregunta. 

-- Porque eres la única persona que me apoya genuinamente, aunque ambos lo neguemos...