Capítulo | 6

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LUCAS

Bailando, disfrutando como si su vida dependiese de ello, allí estaba ella acompañada de su amiga.

Hace tiempo dejé de oír lo que me decía Kaidan y me encaminé hasta ella, cuando llegué hasta quedar detrás, pasé mi brazo por su cintura y pude sentir como se detuvo, dejó de moverse.

- ¿Por qué no sigues bailando?-Le pregunté a la oreja, se dio la vuelta y me miró.

-No creo que estés a mi altura. -Tenía ganas de reír pero me contuve, me acerqué a su rostro y la miré a los ojos. El color gris reinando en ellos.

- ¿Estás segura? Mira que podría ser otra la que no esté a mi altura.

-Eso ya lo veremos.

Tomó mi mano y nos llevó al centro de la pista y empezó a moverse, pegó su espalda a mi pecho y su cuerpo empezó a moverse al compás de la música, en este caso al estilo de R&B. Cada uno trató de defenderse con lo que sabía.

De pronto, cambió de posición y se volteó para quedar cara a cara conmigo, la atraje más a mí como si eso fuera posible y nos miramos por un momento a los ojos.

Sentí como si todo se detuviera. Como si el tiempo no siguiera corriendo. Como si fuéramos las únicas dos personas en este lugar, así me siento con ella en este momento. Lo cual es extraño, ya que solo la conozco de días.

Cuando quise reaccionar, ya me encontraba a pocos centímetros de sus labios, se los relamió y por inercia hice eso con los míos, no aguanté más y los junté, moviéndolos a un suave compás, a un suave ritmo, su lengua no tardó en encontrarse con la mía siendo las protagonistas de un baile sensual y erótico.

Nos separamos por falta de aire y ella separó nuestros cuerpo, me miró y comenzó a negar con la cabeza.

-Será mejor que no te me acerques. -Dijo eso para luego salir de la pista.

Me quedé ahí como un idiota sin entender nada de lo que había pasado.

Simplemente fue un beso como para que llegue a tal grado de que quiera que me aleje de ella.

Salí del trance y busqué a Kaidan, lo encontré en la barra bebiendo otro trago más, lo agarré del brazo y lo saqué de aquí.

-Oye, ¿qué te pasa?-Tomé mi celular y marqué el número de José.

-Sólo cállate. -Le ordené a lo que él miró hacia otro lado.

-José, necesito que vengas a por el auto de Kaidan.

-Solo deme la dirección y allá estaré. -Tan bueno como siempre.

-Te mandaré la dirección por mensaje. -Colgué el celular y le escribí un mensaje rápido con la dirección y de dónde dejaría la llave a José.

Le saqué las llaves del bolsillo y miré para todos los lados antes de dejarlas debajo de la goma. Me volví con Kaidan, quien hablaba estupideces a la nada y lo entré al auto con un poco de lucha.

- ¿Quieres callarte?-Le dí un golpe al volante y me paré en un semáforo.

Los ojos de Kaidan se podría decir que estaban más abiertos de lo normal mirándome como si no creyera lo que está viendo.

- ¿Quién eres? ¿Qué le hiciste a mi amigo Lucas?-Gritó e intentó abrir la puerta del auto.

-Estate quieto, no ves que estas borracho y estás diciendo estupideces.

- ¡Lucas! ¡Ayuda amigo, me están secuestrando!-Juro que lo intente pero no pude, éste chico está más loco que un profesional.

SARA

-Las personas son capaces de hacer muchas cosas bajo presión, pero culpable o inocente, es algo porque me arrepiento y siempre me arrepentiré. -La mire confundida.

- ¿Y eso a que viene al caso?

-No lo sé, eso lo leí en un libro.

Rodé lo ojos, verdad que ésta chica tiene problemas mentales.

Luego de haber tenido el percance con Lucas, sí, es un percance porque me fui luego de haberlo besado. Ahora estoy en la casa de Vanessa sentada en su cama, debatiendo si hice lo correcto o no.

Eres una idiota. -

Cállate unicornio.

-Aún no entiendo por qué lo hiciste. -La voz de Vanessa me trajo a la realidad.

- ¿El qué?-Me miró con una cara de horror.

- ¿De qué estábamos hablando antes de que fueras al cielo?

-No sé, dime tú. -Me hice la retardada.

-Del beso, idiota, ¿por qué te fuiste?

-Vanessa entiende, no puedo tener una relación sentimental, lo matarían y con eso traerían mi destrucción. ¿Nunca has oído que el trabajo no se mezcla con el amor?-Negó. -Bueno, es algo parecido.

-Aún así creo que estás equivocada.

-A ver, ¿por qué lo dices?

-Esto se trata de arriesgar, Sara, no puedes ir en la vida pensando en cómo hacer las cosas, la vida te trae sorpresas, la vida es incierta al igual que el futuro.

-Sigo sin entender tu punto.

-Lo que te trato de decir es que solo disfruta del momento, que del futuro te encargas cuando llegue, por ahora solo vive el presente.

-Pudiste empezar por ahí, ¿sabes?-Sonreí.

-No tendría el aire de filósofa.

-Tienes razón.

Amada mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora