SARA—Oh Dios... —Gemí.
Empezó a entrar con fuerza dentro de mí y aumentando de ritmo, un gruñido salió de sus labios y sólo consiguió excitarme más. Su pelvis se movía más rápido, casi a un ritmo frenético.
Mi liberación se hizo presente haciendo que la de él también llegara, se dejó caer al lado mío mientras nuestras respiraciones aún seguía agitadas.Luego de recomponerme, me levanté rápido y me vestí lo más rápido posible. Entré a un baño que había en la habitación y me arreglé la peluca, la cual estaba un poco desordenada; en realidad no sé cómo no se me había caído de tanto movimiento.
Salí del baño y me acerqué a Steven. Él me miró con sus precisos ojos y besé sus labios por última vez.
—Ya estamos a mano.
Salí de la habitación sin esperar ninguna respuesta por parte de Steven, bajé las escaleras y salí de la casa; afuera ya Peter me esperaba con el coche encendido. Cuando entré, él aceleró y nos perdimos en la carretera.
∞
Me miré en el espejo, el vestido negro que está ceñido a mi cuerpo me queda magnifico, los tacones van de color rojo al igual que mis labios.
Con el cabello, contraté a una estilista que me ayudó; ahora estaba echado para un lado con gel al estilo Miley Cyrus.
Volví a tomar mi frasco de nutella y bajé comiendo de éste delicioso manjar. Al llegar abajo ví a Jaime, quien al verme abrió la puerta y entramos al auto.
Llegamos al bar y entro escoltada de algunos de mis hombres. Todos me miran al ver que estoy rodeada de varios hombres, bajo la mirada atenta de todos llegamos a mi despacho, donde sigo comiendo mi delicioso manjar.
— ¿Quién toca hoy?
—Hemos hecho un contrato con la compañía de Trap City, ellos mandan uno de sus técnicos cada semana.
—Excelente, ¿de quién fue la idea?
—Toda mía. —Dice Vanessa entrando por la puerta.
— ¿Estabas escuchando?
—Sólo coincidencia. —Se encoge de hombros y se sienta encima del escritorio.
Me dí la vuelta y me senté en la ejecutiva mientras me balanceaba de atrás a adelante.
Mi vista fue hasta a un pedazo de papel que estaba en el suelo de color blanco, me agaché un poco y lo tomé en mis manos. La identifiqué como la tarjeta que me había entregado Lucas junto a las flores el día de la inauguración.
Dí varios golpecitos con la tarjeta en mis dedos. Mi vida estaba hecha patas arribas. Primero, ¿qué hacía yo aceptando propuestas de Steven? sobre todo teniendo sexo; segundo, ¿qué hago aquí que no eh ido a por Lucas?
Sonreí al ver que los papeles se habían invertidos. Antes era él que me buscaba a mí, ahora soy yo la que quiere buscarlo a él. Por más que lo haya admitido muy pocas veces en voz alta, Lucas Smith ha calado muy fondo en mi corazón, tanto hasta llegar a implementarse en mi piel.
Mi maldito corazón no deja de latir por él; por más que le ordene que ya no siga con eso, que olvide por completo al hombre que supo hacerme feliz, no lo consigo.
— ¿Por qué sonríes?
Miré a Vanessa que me miraba algo rara, toqué mi boca y me dí cuenta de que sí estaba sonriendo.
—Sólo pienso.
— ¿El qué?—La miré mal por lo insistente que estaba siendo.
—En cosas.
— ¿En qué cosas?
— ¿No vas a dejar de averiguar?
—No. —Dijo muy seria para mi gusto.
—Pues te quedarás con las ganas de saber.
—Bien.
Después preguntaba por qué pienso que es loca, insiste para luego resinarse por completo.
— ¿Los gemelos?—Me levanté y caminé hasta el mini bar que tengo en esta oficina.
—Vendrán dentro de una semana. —Me informó y yo asentí. — ¿Quieres ir al cine mañana?
—No, tengo cosas que hacer.
— ¿Qué harás?—Gruñí mientras tomaba un sorbo de mi whisky.
Bueno, ni yo misma sabía que haría, pero en algo estaba de acuerdo: que iría por lo que eh marcado como mío. Sí, así es, marqué a Lucas como mío el día en que le dije te amo, el día en que le entregué mi corazón. Desde ese día a pasado hacer de mi propiedad.
—Resolver unos asuntos de propiedad. —Sonreí y ella asintió sin entender el doble sentido de mis palabras.
Dejé de lados mis planes macabros y recordé una de las incógnitas que me tenía un poco preocupada.
— ¿Alguien sabe que eh matado al Patrón?—Vanessa me miro y asintió —¿Quienes?
—Desde los Jalisquillos hasta los Chinelos.
—Bien, me alegra. Ese tipo era un idiota.
—Nunca me cayó bien. —Se encogió de hombros y me sonrió.
— ¿Y por qué insististe en hacer tratos con él?
—Porque sabía que al final lo terminarías matando.
— ¿Me estabas manipulando?
—No, diría que te estaba usando.
—Es lo mismo. —Dije algo atónito.
—Pero con diferentes palabras. —Se justificó.
— ¿Cuál es la diferencia?
—Que tú dijiste la palabra manipular y yo estoy diciendo....
— ¿Sabes qué?, ya no quiero escucharte. —Me levanté de la mesa junto al vaso de Whisky.
Miré por la ventana que daba la vista de la discoteca entera, los de afuera solo pensaban que es una pared más, pero yo puedo verlos desde aquí.
Las personas se estaban divirtiendo sin saber nada de lo que estaba pasando en realidad, así somos los humanos: nunca sabemos al peligro que estamos expuestos.
— ¿Has pensado en el tema de las peleas clandestinas?—Preguntó Vanessa.
—Sí, y no pienso entrarle, ya es muy arriesgado.
LUCAS
— ¿Quieres quitarte de encima?
América me estaba cansando más de lo que me gustaría y enserio, estoy pensando mandar todo al diablo por el simple hecho de quitarme a ésta molestosa mujer.
— ¿Pero por qué no quieres?—Preguntó haciendo un ridículo y estúpido puchero.
—No me dan ganas, y mucho menos contigo, así que desaparece de mi apartamento. —Le dije con voz dura y con poca paciencia.
—Ya escuchaste, ¡Alefú!—Me sorprendí al escuchar la voz de mi prima, me volteé y la ví parada junto a Kaidan. — ¿No escuchaste?, ¿eres sorda?
Mi vista volvió de nuevo a América, quien solamente me fulminó con la mirada y se fue de mi apartamento.
— ¡Al fin!—Dije sentándome en mi sofá.
—Esa mujer sí que es molesta. —Dijo Kaidan tomando asiento al lado mio.
v�t�M��
ESTÁS LEYENDO
Amada mafia
ActionUn negocio. Un imperio. Una mujer que lo maneja todo. - - - - #61 en Acción |15.04.2016| #59 en Acción |16.04.2016| #44 en Acción |18.04.2016| #41 en Acción |23.04.2016| #13 en Acción |27.04.2016| #02 en Acción |04.06.2016| Todos...