Amada mafia

Capítulo | 25

SARA

Ha pasado una semana desde el incidente con Vanessa y Luis, en toda ésta semana no los he visto, cosa que les agradezco.

Ahora mismo me encuentro en el local donde hoy se va inaugurar todo, no había sido fácil arreglar todo para que sea ésta semana la inauguración, pero con dinero eh visto y comprobado que todo se puede.

Lucas, bueno Lucas le había prometido que esta noche iría a dormir a su casa luego de la inauguración, por lo cual me sentía muy entusiasmada con la idea ya que solo lo veía en las oficinas y para ser sinceros, ese poco de tiempo no nos bastaba para nada.

- ¿Está todo listo?-Le pregunté a Jaime quien está a mi lado.

-Sí, señora, solo la están esperando a usted.

-Bien, ésta noche será sensacional. -Me miré en el espejo. -Necesito que ni Luis y Vanessa estén cerca de mí.

Aún estoy dolida y sé que el hecho de que uno de ellos dos se acerque a mí ésta noche no terminará para nada bien para ningunos.

-Como usted ordene.

Salimos de la casa en una de las camionetas negras seguida de unos guaruras en otras, al llegar bajamos y solo entrar en el local, pude ver que está arrebatado de personas.

Al parecer la promoción si había servido ya que estaba abarrotado de personas, ¿O es por qué todo es gratis esta noche? Sí, creo que es eso.

Me adentré entre las personas con ayuda de Jaime y de los muchachos, los cuales estaban rodeados estratégicamente.

A pesar de que estaba feliz de que éste proyecto se hiciera realidad, aún me sigo sintiendo dolida y traicionada, sobre todo estúpida. Tal vez me había pasado con lo de mis amigos o ex amigos, mejor dicho, pero me hubiera esperado de todo el mundo, pero no de ellos.

Entré al despacho y una sonrisa se dibujo en mi rostro al ver un ramo de rosas azules encima del escritorio, me acerqué hasta quedar cerca de él y ver la nota.

Bienvenida al mundo de los empresarios.

Felicidades Reyna por tu nuevo proyecto.

Con amor.

-Lucas.

Lucas, sí, Lucas. Pegué mi nariz a la tarjeta y me pareció por un segundo oler su olor tan varonil que siempre lleva implementado en su deliciosa piel, pero ha de ser imaginaciones mías.

-Oliendo tarjetas, ¿tanto me extrañas?-Me quedé paralizada al escuchar su voz. No había sido una imaginación mía, sí había olido su perfume.

- ¿Qué haces aquí?-Pregunté confundida mientras me giraba para quedar frente a él.

-Vine a que celebremos tu nueva adquisición.

-La fiesta es abajo. -Me crucé de brazos.

Me detuve un momento para examinarlo, tenia puesto unos simples vaqueros negros ajustados en los lugares que deberían estar ajustados, en la parte de arriba solo lleva una ramera puesta. Una sonrisa tiró de mis labios al verlo con una gorra de color negro hacia atrás encima de su sedoso pelo.

Nunca lo había visto tan informal, pero debía admitir que me lo podría comer de tan mono que está.

-Podemos armar la de nosotros aquí arriba. -No me había dado cuenta que ya estaba cerca de mí si su voz no me sacaba de mi loca fantasía, sus manos reposaban encima de mi cadera.

- ¿Enserio?-Puse mis brazos alrededor de su cuello.

-Sí, ¿qué te parece la idea?-Sus ojos se clavaron en los míos

-Creo que deberíamos ir afuera. -Lo tomé de la mano y nos encaminé hasta la parte del V.I.P, la cual se encuentra en la segunda planta del local.

La vista aquí era simplemente hermosa, desde aquí arriba puedes ver a cada persona y lo que está haciendo.

Una carcajada salió de mis labios al ver a Jaime desechar a una de las zorras lanzadas que no faltan en ningún bar.

-Oh Dios. -Dije controlando mi risa antes de que Lucas volviera con las bebidas.

El lugar V.I.P estaba dividido por dos secciones, la escalera que da en el medio de ésta dividiendo en un lado izquierdo y derecho, pues Lucas y yo estábamos en este lado en el derecho y Vanessa y Luis se encontraban del otro lado.

No habíamos cruzado palabras, sólo miradas, y no de las buenas, las mías estaban cargadas de algo que nunca en mi vida podre reconocer ¿decepción? ¿Dolor? No, de verdad no lo podré reconocer. Mientras que en las de ellos podría ver el sentimiento de perdón, desvié mi mirada antes de que ese sentimiento se metiera por mi piel, algo que no quería por ahora. Tomé asiento en el sofá blanco.

-Toma. -Lucas llegó sentándose a mi lado brindándome un shot de tequila, lo que le había pedido.

-Gracias. -Dije antes de beberlo de una.

- ¿Sin limón?

-Sin limón. -Confirmé.

-Genial... -Escuché que murmuró. - ¿Quieres bailar?-Preguntó luego de haber tomado su bebida.

-Sí.

Me levanté del asiento y caminamos hacia la pista de baile y nos pusimos a bailar, él me acercó a él y bailamos muy, pero muy pegados, sentía su respiración en mi cuello mientras tenía mi cabeza en su pecho.

La organizadora de esta fiesta había logrado contactar a uno de los técnicos en música de Trap City, por lo que esta noche se había llenado de música electrónica haciendo que las bocinas retumbaran en todo el lugar.

Dejamos de bailar para llegar al despacho de nuevo a recoger un bulto que había preparado para dormir hoy en su casa, me sentía cansada y sólo quería llegar a dormir.

-Está todo a tu cargo, Jaime, como siempre. -Dije dándole una sonrisa de disculpas.

-No se preocupe, todo estará bien. -Como siempre Jaime al rescate.

Me monté en el auto de Lucas el cual ya lo tenía encendido, nadie dijo nada, un silencio para nada incomodo rodeó el auto, sentí un escalofrió cuando buscó mi mano para entrelazarlas con la de él, lo miré y aún seguía con su vista fija en la carretera.

Su codo se apoyó de la guantera mientras seguía jugando con mis dedos dentro de su mano, dejé apoyada mi cabeza en la ventana dejándome llevar por su juego, que sólo me hacía sentirme bien, algo en mi estómago empezaba a crecer.

Cada vez que estaba con Lucas me sentía bien, él me hace sentirme viva.

Sentí que me convierto en una ninja de las miradas de reojo. Me gusta observarle sin que se dé cuenta y me hace feliz que él me mire a pesar de que eso me pone más nerviosa.

O no

¿Ahora qué, pancracia?

Estás enamorada.

Sí claro.

No estoy bromeando, estás enamorada.

Eso ya lo sé, lo descubrí hace poco tiempo.

¿Cómo?

Sí

¿Cuándo?

Hace dos minutos.

Oh.Oh