Amada mafia

Capítulo | 26

SARA

-Hay algo que quiero darte. -Dijo Lucas mientras dejaba el bulto encima del mueble.

- ¿El qué?

Mi corazón empezó a salirse de orbita cuando lo vi arrodillándose delante de mi, sus ojos me miraron fijamente y podía ver claramente que estaba dudando de hacerlo sí o no, hasta que al final ví decisión

-Sara yo...-Hizo una pausa y pude ver como tragaba duro. -Sara, tal vez sea un poco rápido pero... -Tanteó sus pantalones y tomó una caja de ellos. -Sara, ¿quieres ser mi novia?-Abrió la caja y pude ver unas llaves.

Me relaje al verlas y mi corazón volvió a palpitar más despacio, volví a respirar normal y me llevé una mano a mi corazón.

Ahora la pregunta es ¿quiero ser su novia?

J.O.D.E.R

Lucas Smith me está pidiendo que sea su novia.

S.U N.OV.I.A

S.O.L.O. D.E. É.L

-Sí. -Dije tomando las llaves y saltando encima de él.

-Duraste una eternidad para responder. - ¿Enserio? Para mi fueron segundos.

-Lo siento, pero la respuesta es sí. -Me separé de él y besé sus labios cortamente.

- ¿Solo me darás eso?-Preguntó acerca del beso.

-No, todos los que quieras.

Volví a saltar encima de él, pero esta vez tomándome mi tiempo para besar sus deliciosos labios los cuales empezaron a volverse mi adicción.

Sentí como me levantaban del suelo y enredé mis piernas en su cadera, mis manos fueron hasta su cabello para acariciarlo las suyas me tenía sujetada del trasero, apretándolo de vez en cuando, su lengua entró en mi cavidad bucal buscando a su compañera para poder jugar, un gemido se escapó de mis labios al sentir su lengua tocar la mía.

Fui depositada en algo cómodo, algo que reconocí como su cama ya que tiene todo su perfume implementado, sus besos empezaron a descender por mi cuello lentamente tomándose todo su tiempo para saborear y besar mi sensible piel.

Me dio la vuelta quedando boca abajo encima del colchón, sus manos fueron bajando el zíper del vestido hasta sacarlo completamente de mi cuerpo.

Me dí la vuelta cuando escuche el sonido de algo bajándose, lo ví parado mirándome mientras se deshacía de su pantalón y de su camiseta dejándose solo en un bóxer negro, mi boca se hizo agua al ver la potente erección que estaba debajo de esta.

Me levanté de la cama y me acerqué a él, pasé mi nariz por su cuello, una de mis manos bajó directamente a su erección, primero jugué un poco con el elástico del bóxer para luego acariciar su pene por encima de la tela.

En pocos segundo me ví de rodillas delante de él quedando a la altura de su pene, bajé despacio su bóxer sacándolo, dejándolo completamente desnudo ante mí.

Acaricié lentamente su miembro de arriba hacia abajo para recibir un gemido de la boca de Lucas, más de estos vinieron cuando mi lengua tocó su punta, me tomé mi tiempo saboreando todo, sus manos fueron hasta mi cabello acariciándolo.

Me levanté y uní sus labios con los míos, sus manos hábiles encontraron el cierre de mi sujetador para sacarlo, un sonido sordo se escuchó cuando las bragas que tenía puesta Lucas las rompiera, ya se le estaba haciendo una manía.

-Me debes un par de bragas. -Caí en la cama y el rápidamente se puso encima de mí.

-Iremos a comprar más. -Entró de una embestida en mí. -De todos los colores. -Añadió con la voz entre encortada. -En especial que sean sexy. -Volvió a embestirme, un gemido salió de mis labios. -Para que me las modeles. -Entró y salió de nuevo. -Que gusto me voy a dar, nena. -Entró y salió de mí. -A cuatro. -Ordenó y rápidamente le hice caso poniéndome como me había ordenado.

Un gemido más alto que todos salió de mis labios cuando entró fuerte, mis palmas se cerraron alrededor de las sabanas de la cama.

-Oh, sí... -Azotó mi trasero para luego apretar mis senos desde atrás. -Oh, nena.

Sus embestidas se hicieron más fuertes y certeras dando justo en el punto, volviéndome loca con solo su toque.

-Lucas...-Dije cuando sentí como el orgasmo me estaba abrazando, Lucas dio dos embestidas mas para dejarse ir dentro de mí. -Oh Dios... -Cada vez esto se estaba poniendo más interesante.

Me dejé caer en la cama y él lo hizo al lado mío mientras nuestras respiraciones se normalizaban, busqué su mano y la entrelacé con la mía alzándola.

- ¿En qué piensas?-Preguntó rodeando con su brazo mi cintura por lo que nuestras manos se separaron.

-En nada. -Le sonreí y besé sus labios cortamente.

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