SARA
— ¿Y éste?—Dice saliendo del cambiador y subiéndose a una plataforma con un vestido algo demasiado extravagante para ella.
— ¿No está algo extravagante?—Le digo y ella asiente sonriendo.
Vuelve a entrar al cambiador con otro vestido. Miro hacia a fuera para ver a Peter caminar hacia la tienda con nuestros cafés. Sonrío cuando deja la caja a mi lado.
—Gracias.
—De nada, señora. —Dice para volver a salir.
— ¿Y éste?—Pregunta Nicole subiendo de nuevo a la plataforma.
Dejo el café de nuevo en su lugar, embobada por la belleza del vestido me levanto y camino hacia a ella, le doy la vuelta verificando que todo éste apretado en su lugar.
—Es perfecto. —Le digo sonriendo.
—También me encanta. —Me devuelve la sonrisa.
—Éste. —Le digo a la dependienta que está en la esquina, ella asiente y acompaña a Nicole a cambiarse.
Regreso a donde estaba y tomo mi celular de mi bolso marcando el número de Jaime.
— Patrona.
—Jaime, ¿Conseguiste lo que te pedí?
—Sí, esta noche se la puedo entregar.
—Perfecto, gracias.
—No hay de qué. —Dice para luego colgar.
—Estoy lista. —Me volteo a ver a Nicole.
Le sonrío porque me siento como una mamá que está feliz por la decisión que ah tomado su hija, de repente una lágrima brota de mis ojos.
—Oye, ¿qué pasa?
—Es que... —Me seco la lágrima. —Me siento como una mamá orgullosa de su hija. —Ella se acerca y me abraza.
–El que mi mamá no me apoye en esto y tú sí, se siente casi igual. —Le respondí el abrazo. —Te quiero.
—Yo igual, Escuincla. —Dije separándome de ella.
— ¿Van a pagar?—Nos pregunta la dependienta.
—Sí. —Me acerco al bolso y le paso mi tarjeta.
— ¿Qué haces?—Me susurra Nicole. —Kaidan va a apagar todo, para algo me dio esto. —Dijo mostrándome una tarjeta de color plata.
—Es uno de mis regalos de boda. —Le guiño un ojo y camino hasta acercarme al mostrador.
—Gracias por su compra.
Tomo el vestido y salgo de la tienda con Nicole detrás, le hago una seña a Peter con la cabeza y llega hasta donde nosotras. Le paso el vestido y sigo caminando con Nicole.
— ¿Estás segura que quieres que el vestido vaya a mi casa?—Ella asiente.
—Kaidan es muy curioso.
—Bien. —Digo.
— ¿A dónde vamos?—Pregunta entrelazando su brazo con el mío.
—Según los chicos a las 8 nos reuniremos en mi negocio. —Miro el reloj y faltan veinte minutos para eso.
Subo al auto y Nicole lo hace del lado del copiloto, lo enciendo y salgo del estacionamiento con la camioneta de los chicos detrás de nosotras.
—Me haré cargo del maquillaje y de la persona que te peinará ese día. —Me detengo en un semáforo.
—Créeme que si fuera por mí solamente me casara por lo civil.
— ¿Y por qué lo hacen por la iglesia?—Volví a acelerar el auto.
—Todo es por Kaidan, dice que merezco algo mejor que solo una boda por el civil. —Sonrió.
—Su amor es algo lindo.
—Sí, todo empezó clandestinamente.
—Lo clandestino es emocionante.
—Ni que me digas. —Asegura.
Parqueo el auto enfrente de la puerta del local y les paso la llave a Tragabalas.
— ¿Jaime?—Le pregunto mientras caminamos adentro del local.
—Consiguiendo lo que usted pidió, estará aquí en menos de una hora.
—Bien, gracias Tragabalas.
—A sus órdenes.
Subí las escaleras después de haber dejado a Nicole en las barras esperando a los chicos, abrí la puerta del despacho y me sorprendí al ver a Vanessa.
— ¿Tu novio? ¿Ya terminaron de follar como conejos?—Le pregunté a lo que ella soltó una carcajada.
—Sí, ya terminamos. —Dijo. —Esto es tuyo. —Dejó una caja negra pequeña con una lazo blanco.
— ¿Eso es?
—Encargo de Jaime.
—Gracias. —Tomé asiento y prendí la Mac.
— ¿Tienes algo que decirme?—Dijo tomando asiento en el silla enfrente de mí.
—No, que yo sepa...—Tiró un libro en la mesa, lo tomé en la manos y reí al ver la revista. —Sólo fue algo de acción.
—Al parecer llevaste tus madrazos. —Dijo señalando mi brazo. Hice una mueca.
—Ya no duele. —La vi levantarse de la silla.
—Bueno, me alegro de que ya no te duele, pero tengo un enfermo que atender. —Abrió la puerta.
—Mándale saludos de mi parte.
—Eso haré, hasta luego perra.
—Nos veremos, zorra.
Cerró la puerta y me centré de nuevo en la Mac. Abrí mi correo y cientos de mensajes empezaron a llegar.
¡Genial!
La puerta volvió abrirse y no miré a ver quién era, su perfume ya había llegado a mis fosas nasales con sólo haber entrado al cuarto.
— ¿No deberías estar abajo?—Seguí mirando los correos, desde pedidos de entrevistas hasta pedidos de otras cosas.
—Nicole me dijo que estabas aquí arriba.
—Ajá. —Dije distraída con la Mac.
Uno de los correos llamó toda mi atención cuando ví uno de los mensajes con un emisario: América.
Para: Sara Boomer
De: América Arnold
Asunto: Es una promesa.
El tiempo, dinero y todo lo que perdí por la estupidez que cometió Lucas por ir detrás de tu trasero con grasas, la van a pagar una por una.
—Al parecer tienes la suerte de conseguirte a enamoradas psicópata. —Le suelto a Lucas mientras cierro la Mac.
— ¿Por qué dices eso?—Preguntó obviamente confundido.
—Llegaron amenazas de América. —Me levanté y me fui directo a su regazo. —Pero lo que no sabe es que soy peor que ella.
— ¿Así de simple?
—Así de simple.
— ¿Qué vas a hacer?
—No la mataré, eso es algo que nunca haría. —Hice una pausa. —Pero le voy a advertir a mi manera.
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Amada mafia
ActionUn negocio. Un imperio. Una mujer que lo maneja todo. - - - - #61 en Acción |15.04.2016| #59 en Acción |16.04.2016| #44 en Acción |18.04.2016| #41 en Acción |23.04.2016| #13 en Acción |27.04.2016| #02 en Acción |04.06.2016| Todos...