Amada mafia

Capítulo | 28

LUCAS

Abro los ojos y miro a mí alrededor, estoy en la casa de Sara, ¿pero qué pasó?

A ver, lo último que recuerdo fue un pinchazo en mi cuello, acaricio la zona de mi cuello y no siento nada, joder.

Levanto la vista y la veo parada.

- ¿Que pasó?-Pregunto. Ella me mira de una manera extraña, como si estuviera loco.

-Te desmayaste, el doctor ya te revisó, todo está bien, amor. -Frunzo mi ceño al ver que no concuerda con nada de lo que ví.

-No, no es así, tú y yo estábamos corriendo caballos y luego cuando los llevamos, sentí un pincha... -No me dejó terminar.

-Cariño, ¿de qué estás hablando?, tú y yo no hemos salido de aquí.

-No estoy loco, Sara, y sé lo que ví. -Me paro de la cama y maldigo por haberlo hecho, me siento rápido de nuevo, me duele la cabeza.

-Cariño espera. -Se pone en frente de mí. -Te golpeaste fuerte, amor. -Toma mi rostro entre sus manos y me besa los labios suavemente.

Entonces ahora toda mi teoría me parece algo absurda, si hubiéramos salido ella me lo hubiera dicho ¿No?

- ¿Estás segura de que todo se trata de un sueño?-Ella asiente. -Bueno, me tengo que ir. -Dije aún confundido.

Es que todo pareció tan real.

-No por favor, quédate conmigo esta noche.

SARA

-No por favor, quédate conmigo esta noche. -Lo miro, Dios odio mentirle, pero son capaz de que le hagan daño allá fuera, aquí está mucho más seguro por ahora.

-Está bien. -Dice algo confundido.

- ¿Tienes Hambre?-Me pongo ahorcadas encima de él, sonríe y pasa su mano por mi mejilla se acerca a mi oreja y me estremezco.

-Sí, pero de ti, quiero desnudarte entera. -Susurra.

-Pues entonces hazlo. -Dije con mucha sensualidad.

Tomó mi rostro entre sus manos y me besó, un beso con necesidad y posesión, algo que es normal en Lucas, mordió mi labio haciendo que yo abra mi boca para él entrar su lengua dentro de ésta. Sentí su erección crecer bajo de mi; inconsciente comienzo a moverme encima de ella sintiendo su dureza, eso me vuelve loca.

-Amor, has sido una pequeña muy mala. -Sonrió.

-Sí, lo eh sido. -Me puso en sus piernas boca bajo dándome un azote. - ¿Ahora haremos algo al estilo 50 sombras de grey?-Pregunté entre risas. Me levantó de sus piernas.

-Desnúdate. -Exigió.

No lo dudé un segundo, comencé a desnudarme con una sonrisa en los labios, primero sacando la T-Shirt por la cabeza, luego bajando mis short muy despacio. Me quedé sólo en ropa interior, se acercó a mí.

-Déjalo, yo lo haré. -Rompió mis bragas de un jalón.

-Dios... -Murmuré. Entró un dedo en mi húmeda vagina.

-Así me encanta, que estés lista para mí, pequeña.

De un movimiento, introdujo sus dedos en mi vagina, jadeé al sentirlos dentro. Comenzó a moverlos en un ritmo que me vuelve loca, moví mis caderas con sus dedos buscando mi placer, mi cuerpo se tensó al llegar al orgasmo explotando en los dedos de mi amor, se los llevó a la boca, cosa que me éxito.

-Amo tu sabor. -Aún sigo parada en medio de la habitación desnuda, él sigue con su ropa.

Caminé hacia él y le quité su T-Shirt por la cabeza, luego sus pantalones junto con su bóxer, dejándome ver su maravillosa erección, lo tiré en la cama y me senté encima de él, con mi mano busque su pene y lo entre de un tirón en mi vagina, haciéndolo gruñir.

- ¿Impaciente, señorita Boomer?-Sonrió.

-Más de lo que me gustaría. -Comencé a moverme encima de él mientras él hecha su cabeza para atrás por el placer que nos embarga. Luego de unos minutos moviéndome con Lucas debajo, y una fina capa de sudor por el esfuerzo, llegamos juntos al clímax.

∞

Despierto y sonrío al ver a Lucas al lado mío durmiendo con la boca abierta, cierro su boca y él se mueve inquieto en la cama, me levanto y miro la hora en mi celular: 2:30 de la mañana, salgo de la habitación, no sin darle una última mirada a mi Adonis Personal.

Camino por el pasillo donde queda mi habitación y bajo las escaleras, entro a mi despacho y pongo pestillo. Tomo el control en mis manos y presiono el botón, se abren las puertas que están camufladas como un librero, entro y las puertas se cierran detrás de mí. Veo a Luis sentado en la mesa y la canción de la serie The Empire - Aint About The Money suena, me siento en la silla frente a él, uno de sus hombres me sirve un tequila a lo cual me lo tomo de uno, me sirvo otro y también me lo bebo, Vanessa entra por la entrada que está escondida por el patio.

-Vamos al punto. -Dije tomando otro trago.

-Sara, nosotros queremos pedirte disculpas. -Dice Luis y Vanessa se sienta junto a él.

- ¿Ajá?-Dije algo indiferente.

-No vas a cambiar, ¿verdad?-Preguntó Vanesa y pude ver unas ligeras ojeras debajo de sus ojos.

- ¡¿Qué quieres que haga?!-Dije subiendo el tono de voz. - ¿Cuándo te eh mentido?-Pregunté lo último en un susurro. -Ustedes son mi única familia y me engañaron con algo que nunca les iba a juzgar.

- ¿No entiendes? No estábamos claro de lo que sentíamos el uno por el otro....

-Espera, primero era sexo, pero ahora ¿me estás hablando de sentimientos?- ¿Podría pasarme algo peor?

-Sí, Sara, te estamos hablando de sentimientos. -Ésta vez habló Luis.

-Te agradezco lo que hiciste hoy, de verdad que sí, pero no puedo con esto. -Dije antes de salir de esa habitación para llegar al mini bar y beberme unas cuantas copas ¿Qué digo? La botella entera.

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