SARA
—Necesito que te quedes con Samantha. —Le hablé a Andrés a través del teléfono. —Solo hasta que nana llegue, luego ella se encargará de Samantha y Derek. —Metí lo último a la maleta y tapé la bocina del celular. — ¡Jaime!—Grité.
— ¿Si?
—Está lista la maleta, solo hay que cerrarla.
—Bien.
— ¿Entonces? —Volví a hablar por teléfono.
—No hay problema.
—Gracias, de verdad.
—No hay de qué. —Dijo antes de colgar.
Bajé las escaleras a pasos rápidos, Jaime ya me esperaba en el auto.
—Vámonos. —Le dije entrando y poniéndome el cinturón.
—Bien.
Él puso el auto en marcha y yo volví a marcar un número en mi teléfono, los segundos pasaban y cada vez me estaba poniendo más nerviosa.
—Dígame. —Contestó mi fiel asistente.
—Estás a cargo.
— ¿Perdón?
—Tengo que ir a New York, y honestamente, no sé cuando volveré.
— ¿Pero por qué yo?
—A ver, ¿se la dejo a Aarón?
—La hundiría en menos de una hora.
—Exacto, solo estás tú y yo confío en ti.
—Bien, puede ir tranquila.
—Gracias Valeria. —Colgué el teléfono y eché mi cabeza hacia atrás.
— ¿Nerviosa?—Preguntó Jaime mirándome de reojo.
—No, las cosas tendrán que acabar donde empezaron. —Miré por la ventanilla como nos adentrábamos al aeropuerto.
—Todo saldrá bien y todos volveremos de nuevo.
—Eso espero.
∞
Entré al hospital y miré a todas partes. Según lo que me había dicho Jaime, estaba en la habitación 213.
Entré al ascensor y marqué el número del piso donde se encontraba la habitación, mi pie se movía frenéticamente de arriba hacia abajo.
Salí del ascensor cuando éste se abrió, localicé la puerta y al lado había unos asientos donde pude reconocer a La Escuincla. Ella fijó su mirada en mí y sonrió, al contrario mío, fruncí el ceño al verla parada. Estaba más flaca de lo que acordaba y con un ligero bulto al frente, llevé mi mano a mi boca al ver que estaba embarazada.
— ¿Qué?—Hizo una mueca cuando llegue hasta ella.
—Larga historia.
—Necesito que me la cuentes.
—Tal vez luego. —Asentí y ella señaló a la habitación. —Ha preguntado por ti. —Volví a sentí y saludé con la mano a Kaidan el cual solo me dedicó una sonrisa cansada, la Escuincla y yo hablaremos luego de esto.
—Hola. —Dije al entrar, Lucas estaba en una camilla con los ojos abiertos analizándome, miré al personaje que estaba a su lado y suspiré al ver a Carlos.
—Tú. —Dijo éste último, yo lo miré sin expresión alguna. —Todo esto es tú culpa. —Terminé de entrar a la habitación y cerré la puerta detrás de mí, poniendo el seguro.
—A ¿sí? ¿Cómo, abuelo?—Pronuncié las últimas palabras y en su rostro el sentimiento de nervioso se hizo presente. Miré a Lucas y seguía como que nada habría pasado.
—Tú lo metiste a este mundo.
—Recuerda que eres parte de él, ¿Quién dice que no es un ajuste de cuentas?—Alcé una ceja en su dirección y volví a mirar a Lucas, el cual seguía igual.
—No te atrevas a faltarme el respeto.
—Eso tienes que ganártelo, y conmigo lo perdiste el día que murieron mis padres y no velaste por mí. —Dije todo eso con algo de rencor.
—Mira mucha.... —me había agarrado del brazo y yo me zafé de sus manos con algo de furia.
—Creo que te había demostrado que no soy ninguna muñequita de porcelana y mucho menos una de trapo para que hagas lo que quieras conmigo. No me vuelva a tocar, maldito viejo infeliz.
—Eres una inútil. —Susurró.
—Y tú un imbécil. —Susurré al igual que él.
Lo ví bufar para luego salir de la habitación cerrándola fuerte al salir.
— ¿Lo sabías?—Le pregunto a Lucas tomando asiento en el sillón.
—Sí.
— ¿Hace cuanto?—Puse mis pies hacia adelante.
—El día que te fuiste nerviosa de mi casa, averigüé y al final salió todo.
—Ah. —Fue lo único que salió de mis labios.
— ¿Lo odias?—Sonó más una afirmación que una pregunta.
—No, odiar es un sentimiento muy fuerte e importante, y Carlos Smith no lo merece. —Crucé mis brazos sobre mi pecho. — ¿Qué paso?
—No fue un ajuste de cuentas, fue Andrew.
— ¿Cómo lo sabes?
—Él lo dijo muy específicamente, también dijo que fue tu primer amor.
—Patrañas, ¿qué hiciste?
—Me reí en su cara, ese chico está demente.
—No quieras saber nada. —Le sonreí. —Yo lo siento. —Dije con un poco de vergüenza.
—No es tu culpa, el chico está demente, además, sé defenderme. —Sonrió maliciosamente.
— ¿Qué hiciste?
—Digamos que andaba con un arma. Luego de haber pasado lo que pasó en chicago, yo me preparé, o mejor dicho, Jaime lo hizo. —Sonreí al ver lo que mi loco Jaime había hecho. —Me dijo algunas cosas y me enseñó a usar un arma.
—Eso es bueno.
—Creo. —Él intentó reincorporarse, pero hizo una mueca en el proceso.
— ¿Qué te hicieron?
—Sólo llegaron a dispararme, luego de eso huí. —Dijo como si él hiciera eso todo los días.
—Tendré que hacer algo al respecto.
— ¿Qué vas a hacer?
—A terminar todo donde empezó.
'cfoT
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Amada mafia
ActionUn negocio. Un imperio. Una mujer que lo maneja todo. - - - - #61 en Acción |15.04.2016| #59 en Acción |16.04.2016| #44 en Acción |18.04.2016| #41 en Acción |23.04.2016| #13 en Acción |27.04.2016| #02 en Acción |04.06.2016| Todos...