Capítulo | 30

11.2K 733 18
                                    

SARA

Despierto para mirar a Lucas quien está vestido mirando por la ventana hacia a fuera, me levanto y camino hasta él envolviendo mis brazos en su cintura.

-Bebé, tengo que irme. -Dice, voltea para quedar frente a frente.

Bebe, Hmmm...

- ¿Por qué? -Pregunté como una niña pequeña haciendo un puchero. Sonríe.

-Sabes que tengo que trabajar. -Besa mis labios cortamente.

-Tienes razón. -Digo. -Te acompaño, ven. -Lo jalo por su mano.

Bajamos las escaleras de la casa y caminamos hasta la entrada, nos miramos por unos segundos hasta que llego su chófer en su auto haciendo sonar el claxon.

-Nos vem... -Fue interrumpido por una bala. M.A.L.D.I.C.I.O.N, ¿tiene que ser hoy?

-Señora, es Molderfock. -Dice Jaime en mis oídos, miro a Lucas quien tiene sus ojos abiertos.

-Llévatelos, a él y a su chófer. -Miré a Jaime a los ojos. -Si les pasa algo ya sabes, con tu vida. -Él asintió, mis hombres sacaron al chófer de Lucas del auto.

- Sara, ¿qué está pasando?-Me dice Lucas con sorpresa en su expresión.

-Vete con Jaime, ¡Ahora!-Grito y él comienza a negar. -Tragabalas, la pistola. -Tragabalas me entrega lo que le eh pedido.

-No iré a ningún lado sin ti. -Dice Lucas.

Dios, que tierno.

Sí, pero no es momento para la ternura, es momento de salvar su vida.

Tienes razón.

¡AHORA!

Oh si, si.

- ¡Lucas, vete ya!-Grité de nuevo. Verdad que es terco y ahora en este momento.

-Te dije que no me iré sin ti. -El muy cabezón no me la está poniendo fácil.

-Es una orden. -A punto su cabeza con mi arma. - ¿Entendiste?

-Sara, ¿qué haces?-Pregunta. Puedo ver en sus ojos decepción y miedo.

-Lo hago porque te amo. -Miro a Jaime. -Llévatelo, iré luego. -Lucas se va con Jaime. Luis y Vanessa aparecen a mi lado.

¿Y estos dos no se habían ido?

- ¿Qué pasa?-Pregunta Luis y siento correr la sangre caliente por mis venas.

-El muy hijo de perra de Molderfock, pero ésta le saldrá muy cara. -Una Tahoe Negra se paró en medio de mi jardín, haciendo polvo al frenar enfrente de nosotros, la puerta se abre y de la camioneta se desmonta el hijo de puta con una sonrisa en su cara, cuanto desearía estampar mi puño en su boca.

- ¡¿A que se viene tanto escándalo, marica?!-Grito sintiendo como mi cara se está calentando.

-Sarita, sarita, vine a hacer negocios contigo y así me tratas. -Se acerca a nosotros con sus perros falderos detrás.

-Con una llamada era suficiente, ¿no crees?-Sonríe el muy imbécil.

¿Qué le parece gracioso?

-Entonces, ¿donde dejaría lo divertido?-Dijo y entró a la casa, entré detrás de él con Luis y Vanesa detrás.

-Dame una razón para no meterte una bala en el cerebro. -Suspiré. -Primero mi rancho y ahora esto.

-Hacen linda pareja tú y tu novio. -Suficiente. Con mi mano le di una bofetada, puse mi pistola debajo de su cuello.

Amada mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora