-Por millonésima vez, Melody, no.-repitió entrando a la casa.
-Necesito saber que te dijo ese hombre.-se tiro en el sofá y Aura cerró la puerta.
Puso el llavero, con forma de mariposa, en la mesa y camino hasta la cocina para entrar en la nevera lo que quedaba del segundo cappuccino que se había tomado.
-La verdad es que se lo que puede pasar si te lo digo y sabes lo que pienso de todo eso.-camino hasta la habitación, abrió la puerta y la cerro, segundos después entraba Mel con cara seria.
-Prometo no decirte nada de lo que piense, pero necesito saber que te dijo.- Aura rodo los ojos y comenzó a quitarse los zapatos. Los coloco correctamente donde iban y camino hasta su gaveta de ropa cómoda. Saco un pantalón en color blanco y una camisilla negra.-Tienes que decirme...-hablo seria.
Aura enarco una ceja mirándola.
-Dijo.-rodo los ojos.- Adon, un placer... tengo un mes completo viéndote cada viernes y créeme tu misterio llama mi atención más de lo que puedo admitir en voz alta.-callo y espero el chillido de Mel, pero no paso nada.- ¿Qué? dilo.-la insto a contestar.
-Por Jesús... ese es el hombre que necesitamos.-grito. Aura rodo los ojos.-Mc, no me hagas esto... tiene un mes viéndote, le llamaste la atención ¿Sabes las veces que he rogado al cielo porque pase?
-Melody, ¿Sabes las veces que he rogado al cielo porque no?-la miro seria.-No quiero otro hombre en mi vida, con el ultimo me basto.-hablo más fuerte de lo que pretendía, pero eso no hizo que Melody se detuviera.
-No me hables de ese mal nacido. Escúchame, creo que ya ha pasado suficiente tiempo deberías saber que ahí a fuera hay muchos hombres que si valen la pena, a demás, Adon se ve diferente...no creo que sea un detractor a primera vista.-La interrumpió.
-No lo es, y por favor. Cállate.-le espeto furiosa.
-Lo siento.- Salió de la habitación molesta.
Aura comenzó a quitarse la ropa y a ponerse cómoda, tenía trabajo por hacer. Cuando salió de la habitación la casa estaba solitaria, suspiro con tristeza.
Camino hasta su bolso que había arrojado al mueble cuando llego, saco su computador y comenzó a trabajar en el diseño en tercera dimensión que tenia para el segundo proyecto que comenzaba en tres días.
-¡Por favor!-exclamó y cerro la portátil.
Miro un punto fijo y suspiro otra vez. Odiaba discutir con Mel, no era típico en ellas, y eso la desequilibraba sobre manera, miro la puerta y mordió su labio.
Adon
Llego el nombre del individuo a su mente, cerró los ojos para figurarse la cara de aquel hombre. Cabello negro muy largo y suave a la vista, amarrado en la nuca, hermosos rasgos, pómulos levantados, nariz fina y respingada, ojos grises, labios generosos sin excederse y alto, muy alto y con cuerpo de atleta.
Sacudió su cabeza.
El es peligroso. Lo sé, lo siento, el lo es.
Cuando hubo terminado el trabajo se sentó frente al televisor sin encenderlo, solo mirando al frente, la puerta se abrió y allí entro Mel con una bolsa de plástico.
-He traído mantecado.-camino hasta la cocina y volvió con dos cucharas soperas. Le dio una y cuando abrió el tarro de sabores mesclados hablo.- ¿Cuál fue tu análisis?-le pregunto. Aura rio mientras miraba el helado.
Mel la conocía tan bien.
-Es muy peligroso, Mel.-le confesó.-Es... muy peligroso, se quedo mirándome y... sentí que me desnudo... no puedo explicarlo...
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Salvaje
Romance-Aléjese de mí.-susurro Aura. -¿Por qué siento que me quieres decir todo lo contrario?-pregunto con su rostro contraído y mirándola directamente a los ojos. Ella sintió deseos de gritarle que se alejara de ella. -Aléjese de mí.- volvió a susurrar mi...