–Jolene... Jolene... Jolene...
Despertó con el canto de Adon desde la ducha ¿Por qué últimamente cantaba tanto esa canción? Abrió los ojos completamente y giró el rostro. El nombre de ella en su boca era como escuchar cantos angelicales, incluso cuando cantaba una canción que le recordaba a Mel; aun se descubría pensando en ella y hablando como si las cosas no hubieran cambiado, intentaba cohibirse cuando Zion estaba, al parecer le afectaba mucho y cuando hablaba y Adon siempre le decía algo que la hacía entrar en razón.
–Juro que... voy a tener un orgasmo en mis oídos– dijo ella mientras lo veía entrar a la habitación solo en toalla.
–Pues... qué bueno que tu si puedes. Buenos días– le escucho–. Seis cuarenta y cinco, justo a tiempo. Arriba, tienes que ir a trabajar.
Salto de la cama y tomando su toalla y entrando a la ducha dedico un tiempo para ella. Abrió los ojos y Adon estaba mirándola con una sonrisa y cambiado. Cerró la regadera y le miró.
– ¿Qué? – pregunto sonriente.
–Eres hermosa– le dijo, y aunque se lo dijo, sus ojos también gritaban lo mismo.
–Ven a besarme– le ordeno mientras extendía las manos.
Adon tomó la toalla y la envolvió, la cargo y la beso lentamente, tan lento como el movimiento de un ala de una mariposa que está intentado tomar confianza para volar por primera vez
–Te quiero– y ella sonrió.
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–Diana– dijo al verla con una sonrisa enorme.
–Hola ¿Cómo estás? –preguntó con una sonrisa contagiosa.
–Muy bien... quizás mejor que tu, aunque tu sonrisa es de "gane la lotería".
–Pues no está lejos de eso– dijo bailando por el pasillo y entrando a la cocina del lugar.
Aura rodó los ojos y entró a su oficina mientras escuchaba como sonaba su móvil con el timbre de correos.
Sonrió cuando su trasero se posó en la silla, el mensaje que su madre le envió la hizo reír y respondió rápidamente enviándole un guiño y un corazón. Entró a su correo y frunció el ceño. No quería que las personas pensaran que su trabajo era selectivo, pero teniendo en cuenta que trabajaba con un programa, en ocasiones simplemente no podía tener tantas remodelaciones juntas, incluso con las chicas allí. En ese momento trabajaban en cuatro y era mucho decir, ya que una de esas remodelaciones estaba a cuatro horas en auto de allí, iba a tener que tomar un vuelo con su equipo por varios días, mas antes debía dejar los demás por culminados.
Condujo con Renzo hacia la casa en donde tenían que instalar los nuevos pisos de madera y los marcos nuevos de las puertas que fueron instaladas por el equipo el día anterior. Allí solo restaba terminar de pintar, colocar las lámparas de techo y las baldosas del medio baño, una vez hecho eso sería cuestión de horas para instalar el piso de madera, que era lo último que instalaban, para luego proceder a la ubicación de los elementos finales.
Bajó de la camioneta y los hombres salieron a buscar los materiales que iban en la cabina. Saludo y acomodando su chaqueta entro al lugar, el olor a pintura fresca era fuerte y haciendo una muesca encontró a Vennus dando órdenes con el Ipad en sus manos. Se saludaron y ambos fueron a la cocina, el lugar que estaba casi completamente listo, solo restaba que los chicos colocaran la isla doble con tope en corian.
Sonrió viendo el diseño que entre Vennus y ella habían realizado, estaba increíble. Estuvo dando órdenes por solo unos momentos, luego se coloco unas botas y ayudo a los chicos a mover cosas y a limpiar el área para entonces poner los pisos, era una de sus tareas favoritas y si no hubiera tenido que salir a supervisar donde estaba Diana se habría quedado.
**
Al llegar a la casa sonrió al entrar, todo estaba en silencio, más sabía que Diana estaba allí, esperando que los chicos llegaran con las herramientas para terminar de colocar las luces empotradas en la habitación matrimonial, que es lo que está en remodelación.
Los dueños de la casa le brindaron de todo un poco, desde zumo hasta vino, incluyendo el almuerzo, pero solo acepto un poco de zumo de arándanos.
Subió hasta la habitación y encontró a la chica hablando por teléfono de espaldas.
–Sí, estoy esperando a Aura– dijo un momento después.
Entro lentamente intentado no hacer ruido para asustar a la chica.
–Claro... yo...– entonces le clavo las manos en las costillas a la vez que decía.
– ¡Buuu! – la chica gritó.
– ¡Oh, Por Dios! – entonces Aura rio como loca. No pudo contener la risa– ¡Aura! Sí, me ha asustado– entonces riendo rodo los ojos y extendió la mano, ya sabía con quien hablaba –. Quiere hablar contigo.
Tomó el móvil y habló.
– ¡Zion! – escuchó su risilla.
– ¿Cómo estas Aura? – ¿Estaba corriendo?
– ¿Qué haces? – le pregunto mientras le hacía caras a Diana.
–No he ejercitado lo suficiente...
–Oh, ya me imagino que no...– rio a carcajadas–Se me ha ocurrido una idea... ¿Quieres salir conmigo esta noche? – Diana la miró largo tiempo como si no estuviera de acuerdo con ella.
–Genial– escucho que decía.
–Veré si Diana sale con su cuñado hoy, será en el mismo lugar, pero no contigo.
Le paso el móvil a la chica luego de despedirse y cuando ella también se despidió la miro, Aura vio en su rostro un poco de disgusto ¿Por qué?
–No te ha gustado la idea– dijo ella, Diana la miró un momento.
–No, no es eso... solo que... pensé pedirle que saliera conmigo– Aura abrió los ojos.
–Perdona... le llamare para...
–No, descuida, será genial salir con tu novio... mi casi cuñado– ella sonrió y Aura también.
Tenía unos días largos dándole mente a todo eso, no se le había ocurrido ahí, solo lo dijo, ya que tenía dos semanas intentando hacer algo con Zion, lo sentía extraño y no con ella necesariamente. Sino con todo. Y suponía que era necesario tener buena amistad con su cuñado. Después de todo, ella pretendía casarse con Adon algún día. Muy pronto.
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Salvaje
Romance-Aléjese de mí.-susurro Aura. -¿Por qué siento que me quieres decir todo lo contrario?-pregunto con su rostro contraído y mirándola directamente a los ojos. Ella sintió deseos de gritarle que se alejara de ella. -Aléjese de mí.- volvió a susurrar mi...