Capitulo 64

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Adon pasó por una repostería y compro un flan de caramelo, era tan grande que tenía que agarrarle con ambas manos, e iba sonriendo, ella iría a su casa esa noche y hablarían y comerían y luego dormirían juntos, la había echado de menos en los dos días que no estuvo con ella. Era muy extraño, no vivían juntos, pero era casi igual, si ella dormía en su apartamento él iba con ella y cuando él la invitada a su casa ella iba. Duraba semanas allí y solo iban a la torre zafiro cuando ella necesitaba algo que no tenia en casa; mas el intentaba que todo en cuanto ella necesitase lo tuviera, hasta había comprado una coqueta y una mesa para su maquillaje y aquella lámpara que usaba para cuando se maquillaba, a pesar de que la coqueta estaba equipado con doce bombillos rodeándola.

Cuando subió por el ascensor, desde el parqueo subterráneo, vio como subía su vecina, nunca tenía tiempo de verla y rara vez se saludaban, pero en ese momento ella al parecer estaba decidida a coquetearle.

– ¿Sabrá tan delicioso como se ve?– dijo mirándolo con una sonrisa picara.

El mostro una cara de pocos amigos, no quería ser condescendiente con ella cuando sentía que estaba mal sonreírle, si lo hacia ella seguiría y quería que tuviera bien claro que no le gustaba su insinuación.

– ¿Cómo le fue hoy en el trabajo? ¿Cansado? – No respondió inmediatamente, y ella simplemente lo interrumpió cuando iba a abrir la boca– ¿Tiene compañía para comerse todo eso? – arrugo la frente y le dijo.

–Sí, tengo una flamante mujer esperando por mí, mi novia está allí y seguro se comerá todo esto... luego me dará uno de esos masajes que me dejan como muerto–fue una respuesta que le gusto a él y a ella le saco una sonrisa rara.

Las puerta se abrieron en el primer piso y una mujer con lentes de pasta, cabello rubio y ojos azules entro, tenía una bolsa y un vestido a lo Chanel.

–Un hombre serio que no engaña a su novia ¡¿Eh?! – Al parecer no pretendía cohibirse aun con aquella mujer presente– Me gustan los hombre serios –dijo.

–A mí también me gusta corromperles, pero si tienen novias no– dijo la rubia y por la voz de ella supo que esa era su chica. Quiso reír. ¿Qué hacia ella con esa ropa? Parecía una mujer más madura de lo que en realidad es.

–Lamento decirle que no estaba incluida en mi conversación– su vecina hablo.

–Y yo lamento decirle que no la quiero cerca de mi hombre– se quito los lentes y la peluca y la mujer, que quizás no había visto a Aura de cerca retrocedió.

La mujer rodo los ojos y soltó una carcajada, Adon se removió incomodo y ella miro el flan.

– ¿Lo has comprando para mí? – el asintió y ella dio un brinquito de alegría ignorando a la vecina de este. Se quito los lentes de pasta, los de contacto y arreglo su cabello. Luego le dedico a la mujer una mirada de superioridad. Quiso reír.

Llegaron al piso y cuando ambos salieron, la mujer también.

– ¿De qué ibas disfrazada esta vez? – quiso saber mientras abría la puerta.

– Scarlett, señora de dinero– dijo soltando una carcajada– Voy a corromperte muchachito– dijo y entro delante de él.

**

Tenía unos momentos viéndola ir al frigorífico cada cierto tiempo, iba con una cuchara diferente cada vez, pero a la quinta vez, la dejo allí, ella fue al cuarto de baño y él se incorporo y camino al refrigerador, el flan estaba destapado, con la cuchara allí y tenía las marcas de que ella había estado comiendo con gusto. Sonrió y se volvió a sentar donde estaba.

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