Capitulo 50

11.3K 958 39
                                    



Adon sonrió ansioso y asintió mirando al padre de la mujer que le miraba enamorada.

–Hanna y yo nos conocimos por primera vez mientras nos tomaban unas fotografías para una línea de ropa. Al principio íbamos a estar por separado, pero en un descanso fui hacia ella a coquetear, ella estaba tomando un poco de té y yo quería entrar en el terreno, ella me tenia loco.

–Fue directo a alardear– lo interrumpió la mujer arrojándole un cubito de zanahoria. El hombre lo atrapo y luego le arrojo un beso.

–Bueno, era un modelo en mi apogeo, estaba en todas las vallas publicitarias, me creía la gran cosa, era obvio que iba a hablar siempre con ego y pedantería. Al final ella solo se burlo de mi, esa risa rara llamo la atención de los fotógrafos que sin darnos cuenta nos fotografiaron, ella reía y yo me reía avergonzado, pero intentando que mi sonrisa fuera una totalmente diferente a la que sentía. Eso dio inicio a una seria de trabajos juntos y en un desliz ya estábamos casados.

>Aura llego tres años mas tarde, cuando ambos estábamos mas alejados de el foco de la cámara. Nació con una mata de pelo rubio muy rizado, ojos verdes grisáceos y piel clarita. Una cosa hermosa. Sonrió cuando yo la abrace. Lo hizo– el hombre dejo de hablar un momento, al parecer revivía lo vivido con su hija recién nacida, Adon le miro atento y vio como Aura tocaba el brazo de su padre, Kevin lo sostuvo y le beso los nudillos– La ame... pero sabía que iba a ser igual que su madre.

–Y no te equivocaste.

–Recuerdo cuando la llevamos a casa la primera noche, estaba tan callada que tenía miedo de cerrar los ojos y ver que ya no respiraba, nosotros habías escuchado de muchos amigos que la primera noche no se dormía, pero con Aura fue totalmente diferente, dormimos largo y tendido ya que ella también lo hizo, despertó unas cuentas veces, pero no lloraba con los gritos que yo había escuchado de mi ahijado cuando tenía horas de nacido.

–Kevin, Cariño... recuerdas ese día, en el que lloro como loca. – fue la primera vez que Adon vio a su novia ponerse de un color demasiado rojo, estaba en verdad avergonzada, pero ella no opinaba nada, solo reía y lo miraba y a escondidas de las miradas de sus padres le arrojaba besos fugaces.

–Sí, recuerdo como hoy, Aura lloraba a más no poder, tenía unos once meses, probablemente, si, ese día estaba insoportable, lloro tanto que en un momento la dejamos llorar. Estábamos desesperado, a más no poder, no podíamos hacer nada, los vecino gritaba

–¿Que es lo que le están haciendo a esa niña? – se unió Hanna riendo alto.

– Si, exactamente eso– continuo Kevin– yo la tome y no sé porque me dio la sensación de que iba a vomitar, pero no lo hizo, sino que soltó la flatulencia más grande que he escuchado en mi vida– Adon soltó una carcajada tan grande, que la anécdota quedo interrumpida por las risas.

No podía dejar de reír, Aura tenía su frente pegada al cuarzo de la isla y el la miraba con su mano en el estomago. Cuando la risa mengua Kevin con los ojos llorosos continuo.

–Créeme, fue peor cambiarle el pañal, no nos habíamos dado cuenta de que ese día no había hecho su necesidad más que orinar. Eso fue... terrible, había... popo de bebe por todas partes, cuando nos dimos cuenta habíamos cambiado cinco panales en dos horas.

>Sin duda algunas, esta muchachita fue hecha para crear problemas desde pequeña, cuando tenía tres, ella decía que era una súper héroe y yo la alentaba, cuando estaba trabajando y llegaba encontraba a Hanna pálida y sobresaltada, siempre era lo mismo, Aura creía que tena poderes y subía en los muebles y de allí se arrojaba– Adon soltó una risilla mientras la miraba– tenía tres dientes rotos y uno se le había caído. Tardo mucho tiempo para que creciera ese diente delantero– todos rieron.

SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora