Capitulo 8

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Me gustaria saber si les esta gustando ... comenten .

Mel iba a delante y entro directamente en el auto de Aura, ellos iban a necesitar privacidad. No había agregado mucho en la velada, no se sentía tan cómoda con aquellas dos allí, y menos con el hermano de Adon, no era el tipo de hombre que a ella le gustaba, pero la miro un largo tiempo y le hizo querer ver aquella mirada en otras circunstancias y con mas privacidad.

Él ni siquiera le dirigió la palabra, eso era lo que la tenía más molesta aun, como si no existiera, toda su atención estuvo en las chicas y en Aura.

-¿La pasaste bien?-ella asintió.-Lo lamento, pensé que solo estaríamos mi hermano y yo, pero...

-Descuida. Adon. Comprendo.- miro a otro lado.-Sabes...

-Estas hermosa. Me encanta como te queda ese labial.- rio mas.

-¿Has tenido algo con las chicas de allí?-señalo con el mentón y el miro en la dirección.

-La verdad es que... la cavernícola fue mi novia... terminamos hace mucho tiempo, aunque al parecer no lo ha entendido.-Aura asintió.-Alexandria es solo una amiga de la familia.

-Entiendo.

-¿Celosa?-ella sonrió y negó.

-La verdad es que no lo sé... ¿Debería?-el negó.-Genial...

-¿Cuándo te vuelvo a ver?-quedo callada mirándole.

La verdad no se había esperado esa pregunta.

Estaba hechizada con aquel hombre, su forma, lo poco que había visto de él era cautivador, no se veía intimidante ni pedante como los hombres que por lo general se le acercaban. Si, estaba encantada, pero no por eso debajo de pensar que no podían llegar a mas.

Le aterraba el solo hecho de pensar en planes futuros cada vez que lo tenia cerca, los bloqueaba, pero siempre salían.

-No creo que pase...-su cara cambio.

-¿Por? dame un buen argumento.

-Tú eres una montaña rusa... atractivas, emocionantes, pero peligrosas...-el miro al suelo.-Yo odio las montañas rusas.

-¿Te has subido?-quiso saber refiriéndose si había tenido alguna relación de pareja. Ella comprendió y le sonrió con desánimo.

-Honestamente, si... aunque solo por un par de segundos, solo llegue a abrocharme los cinturones... fue horrible porque estaba ocupando un asiento que no era mío.-el asintió.

-Bien... comprendo.-dijo normal y ella asintió.

-Fue un placer. -comenzó a alejarse.

-Digo lo mismo... Aura...

No había sido fácil, y no sentía que fuera la decisión correcta, pero no podía darse el lujo de tropezar con la misma piedra. Estaba cansada.

Nada de emociones fuertes.

Cuando llego a casa lo hizo con un terrible dolor de cabeza, ya que Mel le había reñido por lo que había hecho, pero luego solo callo. Como si la hubieran puesto en mudo.

**

Agnieska llego a casa de los padre de Adon votando fuego por la boca. Había estado todo el camino hablado de esa chica prepotente.

Petulante.

La había llamado.

Alexandria no quería opinar nada ya que le había tomado aprecio a Agnie, pero aunque ella no era feminista ni se oponía al movimiento, pensaba igual que Aura, ella creía que lo que los hombres hacia también las mujeres podían hacerlo. Sabia eso por experiencia, ella tenía cuatro hermanos y ninguno era tan bueno como ella aun cuando todos hacían lo mismo. Ella se crio en una granja y nadie trabajaba como ella lo hacía, aun el trabajo que les tocaba a sus hermanos, cuando no tenía nada que hacer iba con ellos y cuando llegaba a casa su padre siempre la elogiaba, aun sus mismos hermanos.

En los días libres cuando iban a cazar, ella casi siempre era quien llegaba con el premio en las manos y eso no la hacía marimacho como le había dicho Agnie a Aura; eso había sido hace mucho, tenia dieciséis y ahora que tenia veintisiete era la vice-presidenta de la empresa familiar junto con su hermano mayor en Italia. Estaban orgullosos de ella. Y tenían el mismo sueldo porque hacían exactamente lo mismo.

-Hola chicas.- salió Calixta del pasillo de la izquierda.- ¿Cómo les fue? ¿Dónde esta Adon y Zion?-pregunto esperanzada.

-Zion nos ha dejado en la entrada y... Adon... bueno... él se fue a su apartamento.-Alexandria hablo tímida.

-¿Y no le dijiste nada?-miro a la otra chica.

-No pude... el invito a una amiguita suya, que a mi parecer es una de esas víboras ponzoñosas.- Calixta abrió los ojos.

-No es para tanto, Agnie.-Alexandria dijo firme.-El problema es que piensan diferente, tu eres un tanto arcaica y ella tiene la mente de este tiempo. Ella es una feminista hasta las trancas, tú en cambio sigues creyendo que al hombre después que llega de trabajar tu le tienes que quitar los zapatos, llevarle la cena al sofá y encenderle la televisión.-dijo todo eso como si estuviera ida, luego abrió los ojos y disculpándose se fue.

-¿Qué?-dijo ofendida unos segundos después.- Calixta, yo no te mentiría... esa chica... es...-hizo un sonido extraño.-Y no puedo creer que le haya lavado el cerebro a todos, hasta Adon y Zion estaban de acuerdo con todas sus sandeces.

-Cuándo dices sandeces ¿De qué hablamos?-pregunto Calixta llevándose la tasa que tenía en las manos a la boca.

-Se mantuvo todo el tiempo hablando de cosas de hombres, opinando cuando Adon y Zion hablaban de cosas de ellos, pago la cuenta y hasta le abrió la puerta a Adon cuando salían. Es la clase de mujer que le gusta controlar todo.

-Bien...-dijo la mujer mirando a otro lado.-Eso... lamentablemente... es un punto a su favor.-La chica abrió los ojos estupefacta.-Le he inculcado a mis hijos eso... si por lo que me dijiste y Alex comento, ella es de la clase de mujer que no espera que un hombre haga algo por ella, si no que ella va y lo toma, es decidida, fuerte, valiente, arriesgada. Como yo... supongo. ¿Quién crees que le pidió matrimonio a quien?-Agnieska se avergonzó tanto que quedo callada.-Comprendo que tengamos diferentes formas de pensar, pero en la variedad esta el sabor...

-Pero...-callo.- Yo quiero a su hijo, quiero que esté de vuelta.- Calixta suspiro.

-Si así es... tienes que ponerte las pilas. Adon es... un chico que ama ganarse todo, es tenaz, competitivo, es leal, pero sobre todo si le haces daño es duro para perdonar... dale tiempo.

-Pero esa chica...

-Te estoy ayudando, paciencia.

**

Había pasado una semana de que Aura le había dicho que era mejor si no se volvían a ver, el no había vuelto al café y según Zion ella tampoco, aunque su amiga sí.

Al fin había cerrado contrato con Green y la constructora que había contratado para que facilitara la expansión del mall estaban trabajando con los nuevos planos. Había ido a su casa luego de la reunión kilométrica con su amiga y colega Palmer.

Salió de su apartamento con su ropa deportiva y listo para correr. Al salir del edificio comenzó correr, sin siquiera saber por las calles en las que se metía, cuando se dio cuenta había pasado un buen tiempo y estaba frente al edificio donde vivía Aura. Se maldijo internamente.

¿Qué hago aquí?

Se interrogo un momento mientras miraba al otro lado de la calle. Paso las manos por su cabello y rascando su nuca decidió entrar al condominio y subir a su apartamento.

Por un lado esperaba que ella no estuviera y el otro pedía de rodillas que se encontrara allí y dispuesta para hablar con él sin mandarlo al diablo otra vez.

El no entendía como era que insistía tanto con aquella chica.

Quieres sacarla de aquella jaula y descubrirla por completo

Se recordó.

Pero... ¿En qué sentido? y ¿De qué jaula?

Se pregunto cuando estaba frente a la puerta. Sin vacilar toco. La puerta se abrió luego de algunos segundos que para él fueron minutos. De lante de él estaba Aura, en pijamas, el cabello desordenado y los ojos un tanto rojos.


SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora