Cuando se dio cuenta de que no iba a poder dormir camino hasta su pequeño librero y tomo un libro de historia de amor antigua e inicio una lectura que duro horas. Al fin y el cabo termino el libro, pero no pudo dormir, y aunque sus ojos estaban cansados y le ardían, no había podido pegar ojo.
Un momento antes de que el alba rayara, sus ojos se cerraron, pero entonces ahí estaba el, escuchaba sus carcajadas y sus manos las sentía pegajosas y dañinas en su piel. Abrió los ojos instantáneamente, claro, luego de una luchar férrea en aquella pesadilla.
No encontraba lugar en su propio hogar y se sentía fría, odiaba ese frio de soledad ¿Por qué tanto drama? Ella nunca se había visto de tal forma, pero era que nunca había sido asediada por un hombre violento y con un grave problema. Se sentía expuesta, la única salida a ello era que ese hombre desapareciera de la faz de la tierra.
Ella no era una santa y no podía decir que era buena persona, existen personas mejores que ella en la tierra, pero profesaba en su mente y deseaba que algo pasara.
No quiero volverlo a ver.
Estaba mal, pero es lo único que la hará descansar. ¿Pedía que muriera? No ¿Que desapareciera de esos alrededores? Si.
No soy una maldita por esto ¿O sí?
Dios mío, yo no quiero seguir con esta agonía de vida, necesito una solución para todo esto... por favor. Ayúdame.
Oró mientras estaba sentada en una esquina de su apartamento, recostada de la pared, con el cabello deshecho, con ojeras en su rostro, sentía la boca amarga y el cuerpo como si fuera a darle una fiebre horrorosa.
Cerraba los ojos y era como ver a ese hombre frente a ella, su pecho se contrajo y un llanto silencioso quebranto el silencio que reinaba allí. Flexiono las rodillas y la llevo a su pecho, rodeo estas con sus brazos y recargo su cabeza de ahí.
¡Esto tiene que parar!
Era ridículo, pero veía a Adam en todas partes, personas que tenían un rasgo característico parecidos al suyo ya eran un "Adam" más en su cabeza, un posible agresor, y no quería ni salir. Estaba en modo automático desde que lo vio en el parqueo. Se sentía impotente por el simple hecho de que no podía hacer mucho para protegerse. Todo aquello estaba peor, en las semanas siguientes al suceso, cuando la agredió en el hotel, estuvo con todas aquellas inquietudes, pero no se habían manifestado de esa forma, no quería ni comer, se sentía extraña, el dormir no era una necesidad que deseaba, y aunque en ese entonces no estaba con Adon, no quería estar con nadie, ni con Mel, con Kurth se sentía a gusto, pero solo cuando él la llamaba para decirle que todo iba a estar bien. Era como si el supiera los problemas que tenia.
Adon le llamo unas dos veces consecutivas, pero desviaba la llamada, ya había llorado mucho y no quería por nada del mundo quebrarse otra vez y estaba completamente segura de que lo haría si escuchaba su voz.
**
¡Oh! Y pudo dormir sin que ese hombre irrumpiera en sus sueños, pero solo por pocos segundos. Abrió sus ojos de repente sin siquiera sentir un ruido, ni levantarse en respingo. Simplemente abrió los ojos, y recordando su miseria y su realidad, lloro.
No supo cuanto tiempo paso, pero cuando volvió a levantar el rostro, sintió el toque de alguien, abrió los ojos un poco asustada y su corazón dio un bote.
Allí en el suelo, con ella, en ropa de trabajo, la abrazo y ella no quiso tenerle cerca. Volvió a esconder su cara entre sus piernas y sintió como él la comenzaba a acariciar, el cabello, el cuello. Ella no quería que la tocara. Se estaba irritando. Estaba en un punto muerto en donde no sabía identificar el toque suyo de si era por sexo o solo para reconfortarla. Levanto la cabeza y giro el rostro, iba a decirle-Déjame en paz- mas el puso un dedo en su mentón y se acerco a ella y la beso.
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Salvaje
Romance-Aléjese de mí.-susurro Aura. -¿Por qué siento que me quieres decir todo lo contrario?-pregunto con su rostro contraído y mirándola directamente a los ojos. Ella sintió deseos de gritarle que se alejara de ella. -Aléjese de mí.- volvió a susurrar mi...