Tres días habían pasado y él había decidido que era mejor olvidar todo desde el día en que la conoció en aquel café, no iba a frecuentar mas el lugar, tenía cosas más importantes que hacer y por supuesto mas chicas que no iban a rechazarlo como lo había hecho aquella.
Todo estaba en proponerse nuevas metas, enfocar su mente en cosas positivas y terminaría llenando su mente de muchas cosas sin importar que de vez en cuando ella llegara a su mente por pequeños lapsos de tiempo. Si, podía pasar, pero esperaba que fuera pequeños momentos los que ella ocupara su mente.
Él ni siquiera sabía lo que quería de esa chica, la noche que ella le dijo que se alejara por cuarta vez termino riendo y agradeciendo, ya que lo más probable era que cometiera una locura, porque del modo en que se estaba comportando no era sano. El nunca había aparecido en el apartamento de ninguna chica sin darse cuenta siquiera, y nunca había dejado su vida social por ir todos los días a un café solo para ver si tenía suerte y la encontraba allí.
Me estaba volviendo loco.
Esa noche tuvo mucho tiempo para pensar, hubo un momento en que pensó que quizás una vez más que intentará estaría bien , pero luego se preguntó.
¿Para qué quiero yo insistir en alguien como ella?
¿Que ganaría con eso?
¿Es acaso insistir para probar que ninguna mujer puede rechazarme? Yo no soy esa clase de hombre, respeto su decisión, si no me quiere sus razones tendrá. Aunque sentí que nos compenetramos muy bien.
Quizás el único motivo por el que quiero insistir es por descubrir que esconde, No creo que sean cosas misteriosas, pero tiene algo en esa mirada que, no sé si soy el único que puede apreciarla, hechiza, te encadena en los pensamientos de que ella tiene muchas cosas que ofrecerte, aventuras, cosas verdaderas, un mundo erótico por descubrir, placeres fuera de este mundo... Y más. Solo en una mirada ¿A caso es eso lo que busco? El placer que sus ojos me prometieron cuando la mire por primera vez, las mil y una historias que podría contar luego.
**
Por cosas de la vida había terminado en casa de sus padres. Tenían una cena importante y el no podía quedarse, no era algo con empresarios o otras familias, era una cena familiar entre ellos. Son una familia muy unida, por eso no podía perderse la cena familiar que solo se llevaba a cabo cada tres meses, debido a que los trabajos y los afanes de la vida no les permitían mucho tiempo libre.
El nunca había visto el hijo de Agnieska, hasta ese día, lo primero que vio desde que llego fue ese pequeño con cabellera rubia, recordándole que no podía siquiera creer que era suyo, porque no lo era. Ambos eran peli negros, ella tenía los ojos marrones, y el grises, el niño los tenía azules, su tez era demasiado blanca, en comparación a él.
La chica lo presento como Aarón, el niño era muy inteligente y cariñoso, Adon no lo rechazo cuando el pequeño se le arrojó a los brazos y le pidió jugar. El no tenía la culpa de nada. Mientras jugaba con Aarón las mujeres hablaban, su hermano y su padre platicaban mientras caminaban por el jardín.
Había querido unírseles, pero estaba muy ocupado en ese momento ya que tenía una amena conversación con Aarón con respecto a los aviones.
Agnieska les miraba con cara risueña y cada vez que él podía, y que Aarón no le estaba mirando, le dejaba claro con la mirada de que olvidara cualquier cosa que estuviera pensando que lo involucra a él y a ella con ese niño.
Luego de la cena, Alexandria y Zion se fueran a hablar al Jardín, Agnieska se fue con su hijo a la habitación y su padre había recibido una llamada y se había retirado. Solo quedaron él y su madre.
-Mi niño...-su madre le sonrió y se acercó donde estaba.-¿Como has estado?-la miro, tenía dos opciones, hablarle del trabajo, eso la mantendría alejada de su vida personal e interesada en sus nuevos proyectos, o hablar de su vida privada, concentrándose en el último mes y medio.
-Necesito hablarte de algo.-suspiro mientras miraba a otro lugar. Su madre no dijo nada, solo le observo.-Conocí a una chica... Ella es... Como tu.-la miro.- Es... Hermosa, apasionada con lo que cree, muy independiente... Y sobre todo cautivadora.
-¿Hay algún pero?- preguntó su madre impasible mirándole.
-Desde que la conozco me ha alejado de ella. Me ha pedido que me aleje de ella, no tengo idea de porqué, supongo que tiene sus razones, pero... Mama... ¿Qué pasa con esas personas que pueden leer el lengua no hablado de otra? ¿Qué significa que puedan?- pregunto esperando una respuesta rápida.
-La verdad es que solo son libros Adon, los que hablan de eso, es decir, solo dicen que pasa cuando las personas están cerca de su alma gemela, pero según ellos, hijo... Las personas que pueden leer el lengua no hablado de otra del sexo opuesto, están conectados por algún tipo de lazo, sentimental. Sin importar si son familias no conocidas o desconocidos destinados a amarse. ¿Has podido leer el lengua no hablado de alguien?- preguntó interesada mirando como su hijo mordía su labio y pasaba la mano por su cuello.
-Desde que vi los ojos de esa chica me he estado preguntado si lo que veo en ellos es fruto de mi imaginación, si todo el mundo lo puede ver o si soy solo yo. Me ha rechazado cuatro veces desde que la conozco, y aun luego de salir de su apartamento y que me dijera que no podíamos vernos más, sentí que con sus ojos me decía que no, estuve pensando volver a buscarla.
-Supongo que es normal...-comenzó un poco avergonzada su madre.-Que quieras volver si la chica te tiene atrapado.. de cierta forma que...-Adon negó.
-Nunca he estado con ella.-su madre quedo atenta y un tanto sorprendida.-La conocí hace un mes, me llamo la atención por su misteriosa forma de estar allí, luego cuando le hable me rechazo, dos veces, luego su amiga me dio su dirección, fui a su apartamento y estuvimos hablando, es una chica muy simpática, sincera, abierta, con algo que te cautiva; tuvimos un encuentro planificado en el café, fue genial y entretenido estar con ella, aun cuando estaba incomodo con la presencia de Agnieska, luego me volvió a decir que no podíamos frecuentar, dos días atrás mientras corría aparecí como por arte de magia en frente de su apartamento y hablamos, y ella volvió a rechazarme.
Su madre le miro sorprendida, ella tenía entendido que si un hombre insistía con una mujer era por algo ¿Que sentí o quería su hijo de aquella misteriosa chica?
-¿Te has preguntado qué es lo que en verdad quieres con ella o de ella?-asintió inmediatamente.
-Lo hice muchas veces, supongo que... La respuesta que quiero la tiene ella, pero no la tendré porque para eso tendría que pasar algo entre nosotros y eso... No sucederá. Pretendo hacer todo lo posible por no cruzarme en su camino.
Su madre vio su determinación y no agrego nada mas, a demás que quería ayudar a Agnieska a que recuperará a su hijo, la chica en verdad había cambiado, había tenido un desliz, pero era una mujer muy buena.
Pero también quería que su hijo fuera feliz, y si su felicidad no estaba con esa chica, entonces desistiría.
Luego de que saliera de casa de sus padres, condujo hasta su apartamento, estuvo en su estudio trabajando un poco, y luego había visto televisión. Cuando sus párpados comenzaron a pesarle tomo una ducha de agua tibia y se acostó. No bien había cerrado los ojos cuando su móvil comenzó a sonar.
Tenía un mensaje.
Estaba pensado en ti y como me voy a dormir quise desearte buenas noche. Adon.
De: Palmer
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Salvaje
Roman d'amour-Aléjese de mí.-susurro Aura. -¿Por qué siento que me quieres decir todo lo contrario?-pregunto con su rostro contraído y mirándola directamente a los ojos. Ella sintió deseos de gritarle que se alejara de ella. -Aléjese de mí.- volvió a susurrar mi...