Capitulo 39

12.1K 979 43
                                    






A pesar de haber estado cayendo del sueño en la sala de estar, cuando ella y Mel se juntaron este se esfumó un poco. Aura le comentó algo de la cita, pero Melody quería más detalles. Y se los dio.

–¿Que hiciste que?-asintió con los labios mordidos.

-Lo hice...

-¿Cual fue su reacción?-preguntó sentándose en la cama.

-Pues... También me tocó.

-¡Madre mía! Aura, te lo dije...-saltó  por la habitación emocionada.

-¿Que me dijiste?-preguntó mientras recordaba el toque de él en su zona sensible. En una de ellas. Si era completamente sincera ese hombre había incinerado su clitoris, quería subirse encima de él y cabalgarlo hasta en can sanción.

-Pues que era el hombre que necesitábamos, él es como tú, sin ofensas–y allí inicio un platica amena, acerca de Adon y ella, que paró  cuando pregunto cómo estaban ella y Zion.

-Solo estoy aquí porque íbamos de camino a casa de lejos, y solo tuvo que doblar unas dos esquinas para llegar aquí, no creo que sea nada serio, al menos no como lo que tienen ustedes, verte con Adon y como él se preocupaba por tu comodidad y que Zion ni si quiera me miró desde que llegamos me dice mucho.

Aura no comento nada, pero ella se había dado cuenta de todo el espectáculo. Zion ni si quiera la miró desde que ella había llagado. Hablaría con el, no quería que lastimara a Mel y no quería tener momentos incómodos porque ella no iba a renunciar a lo que tenía con Adon por un disgusto de su ¨cuñado¨y su mejor amiga.

Cuando despertó esa mañana lo primero que vio fue la lámpara de exquisita textura, luego recordó que tenía que trabajar e inició un recorrido por la habitación buscando sus cosas.

–Mel, trabajo, nos hemos quedado dormidas-dijo mientras se colocaba sus tacones.

La chica hizo un sonido lastimero, quizás no tenía que ir, pero ella sí tenia trabajo por hacer. Entró  al baño y tomando la crema dental  y un cepillo envuelto, aparentemente nuevo, hizo algo en su boca, luego uso el enjuague bucal y se peino.

Corría escaleras abajo cuando escuchó su nombre.

–Aura–giró y Adon estaba ahí, con ropa cómoda y un café de Aroma en sus manos.

–Hola–dijo quedándose donde estaba y esperando que él llegara.

Cuando estuvo cerca ambos se inclinaron y se dieron un beso casto, él le entregó el café y bajo las escaleras con ella.

–Joder. No tienen casi nada saliendo y actúan como una pareja estable. Eso me gusta–hablo Marco.

–Hola, Marco–dijo Aura sonriéndole. Al fin los habían presentado esa madrugada.

–¿Vas a trabajar?–pregunto Adon y ella asintió–¿Sabes la hora que es verdad?–ella negó.

–Doce quince–dijo Marco y ella abrió los ojos de par en par y no pudo decir nada por un largo tiempo.

Calixta bajaba las escaleras con un hermoso conjunto de pantalón amarillo con un sombrero y lentes. Se emociono al ver a Aura, le explicaron lo que había pasado y volvió a gritar cuando supo que ella y su hijo estaban saliendo.

–Mama... ¿que no estabas mal anoche?–Adon se quejó.

–Ya no... Aura pienso salir un rato ¿Me acompañas?

–Me encantaría, pero ya voy tarde para trabajar y tengo un compromiso con una clienta... Lo lamento ¿puede ser luego?

–Seguro amor.

SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora