Hizo un desayuno no tan elaborado, no quería que ella despertara y no lo encontrara allí, así que luego de hacer todo regreso con las manos ocupadas, los chicos hablaron al respecto mientras reían, escucho claramente como ellas se quejaban de que ellos no le habían preparado nada y el solo sintió alegría por qué a él si se le había ocurrido alimentar a su chica. Cuando entro por la puerta de su habitación, ella seguía dormida, pensó en dejarla, pero luego pensó que quizás ella querría comer. Colocó la bandeja de desayuno en la mesita de noche y se sentó en la cama,tomó unos segundos para apreciar la belleza de la mujer que lo tenía cautivado.No se había equivocado al insistir tanto, esa mujer era hermosa y más que la belleza física, eso había sido el detonante de todo aquello, pero verla a los ojos y conocerla, lo poco que sabía que lo hacía, lo tenía encadenado, por toda ella. Lo más probable fuera que terminara encadenado de por vida.
Su cabello oscuro revuelto, su cuerpo hermoso de muchas curvas, su boca carnosa de un tono rosa pálido, sus manos pequeñas de dedos fino. Tomó su mano derecha y le acarició, al mirarla directo a su rostro impasible sintió como se le estrujaba el pecho.
Sería intensamente feliz con esta vistas todas las mañanas.
Pensó mientras le acariciaba la palma de la mano junto con el dorso.
Llamando por su nombre y acariciando sus muslos la despertó de aquel sueño tan profundo, la primera reacción de ella fue sonreír, luego sobresaltarse y luego tapar su boca y mirar al baño. El no pudo contener una carcajada.
–Puedes usar mi cepillo de dientes.
Y ella lo hizo, al verla volver de la ducha con aquella escasa ropa, mas bien disfraz, y esa sonrisa suya, supo que despertarla, y llamarla la noche anterior valía la pena.
Desayunaron mientras él le comentaba lo que había sucedido la noche anterior, y ella le beso cada uno de los moretones , pensado mientras ella le besaba que era la primera vez que iba a su casa, pensó en mostrársela, pero el pensamiento se desvaneció cuando ella le dijo que le daría un masaje en su casa, que se alistara.
–¿Porque tiene que ser allá?–quizá saber mientras ella lo instaba a cambiarse de ropa y ponerse algo cómodo.
–Allá tengo lo necesario para ello y no te ves tan bien como me gustaría... Luego de eso te invito a comer en casa... Se cocinar ... Mejor que tú.
–Eso tendremos que verlo...–río mientras ella se inclinaba hacia el.
–Ya veras... Ahora... No pretendo salir más así a la calle, parezco prostituta ¿Me...–el le entregó una camiseta larga con él logo de una compañía muy conocida.
–¿Crees que iba a permitir que mi novia saliera así por ahí? Cariño... Todo lo que tienes es mío, no quiero compartirlo ni si quiera con la vista.
–Genial... Me gusta eso...
–Si hablando de gustar–se miraron mientras salían al pasillo–Tu suegra me comentó lo del club...
–¡Oh!
Y fueron recibidos por los demás, que al parecer disfrutaban de ellos sin necesidad de los tórtolos.
&
Adon estaba relajado mientras Aura lo tocaba, su cuerpo estaba completamente desnudo y embadurnado en aceites esenciales, la habitación de Aura estaba iluminada con velas aromáticas y todas las cortinas cerradas para que la claridad no arruinara el ambiente que ella había creado cuando él estuvo admirando la casa, cosa que no había hecho cuando la había ido a buscar días atrás.
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Salvaje
Romance-Aléjese de mí.-susurro Aura. -¿Por qué siento que me quieres decir todo lo contrario?-pregunto con su rostro contraído y mirándola directamente a los ojos. Ella sintió deseos de gritarle que se alejara de ella. -Aléjese de mí.- volvió a susurrar mi...