Salvaje

Capitulo 33

Si era una cena tenia que hacer algo con la ropa que tenia, por lo menos darle un toque mas, quizás accesorios. Y así tomo sus cosas y regreso en sus pasos.

***
La dirección era clara, cuando recibió el mensaje la coloco en su dispositivo de navegación para autos. Un residencial de adinerados.  Y en menos de cuarenta minutos llego, el trafico no estaba tan cargado, pero en pocos minutos si lo estaría, lo sabia ya que había transitado por esa avenida los lunes.
Miro su reloj probablemente todos sus empleados estaban durmiendo luego de la gran fiesta, había dejado del lunes como día libre luego de todo lo que habían tenido que hacer. De camino llamo a su madre, cuando paro en la gasolinera y compro algo para picar, su estómago  la estaba matando y sabia que no iba a comer inmediatamente llegaba, o eso creía.
La casa de los Lo Russo era de ensueño. Me lleva. Una maravilla arquitectónica, una mansión con estilo Toscano. Tenia hermosos jardines frontales, el césped mas verde que habla visto en su vida.
Al llegar a la gran reja de hierro forjado, con diseño exquisito del cual no sabia su nombre, quedo admirando el entorno. Las grandes paredes que dividían la calle del residencial de aquel paraíso del cual podía ver mucho.
Habló  con alguien, seguro del servicio y luego con Calixta, quien abrió la puerta desde donde estaba y ella procedió a entrar admirando la majestuosidad del lugar.
Tengo que tocar ese césped, no puede ser de verdad.
A la distancia vio a una mujer que mas bien parecía una diosa griega, con un hermoso vestido blanco a la rodilla, suelto en tela vaporosa y unas hermosas sandalias marrones, parecidas a las que ella llevaba.
-Cariñito.-dijo extendiendo los brazos para abrazarla. Lo hizo.-Espero no hayas tenido ningún inconveniente en el camino.
-Para nada.-sonrío, tenia pena, solo un poco, no sabia que la familia de Adon fuera... demasiado adinerada, no era un problema, pero sabia que esa gente por lo general creía que todo el mundo era interesado o casa fortunas. Suspiro y mostró una sonrisa algo triste, que si la mujer vio, no le dio mucho importancia.
-Vamos...
Le entrego a mitad de camino a la puerta de entrada un ramo de flores que había comprado y un vino que ahora no sabia si era el que ellos consumían, estaba intimidada.
Al entrar, si casi le da un paro, era la casa mas hermosa que había visto jamas. No pudo contenerse.
-Vaya.-silbó mirando al techo.-Calixta, me he enamorado de su casa y esta es solo la entrada.
La mujer soltó una carcajada y con una sonrisa le comento que se sintiera libre de recorrer la casa, y ella sonrió y asintió enérgica, si, parecía una niñita en dulcería, una adicta a la moda en la semana de la moda con ropa gratis y un hombre en un garaje de ferraris.
Calixta le dio un recorrido por la mansión, ocho habitaciones, diez baños, tres salas de estar, dos cocinas, un cuarto de juegos, un cine, piscina bajo techo, vino teca, salón de conferencias, estudio,  terraza y un patio trasero que podía pasar por la mitad de una cancha de futboll americano. Cada habitación era mas grande que la otra, cada espacio estaba bien decorado, en barroco, contemporáneo, clásico, vintage, retro, pero lo que predominaba era el estilo clásico antiguo. Techos altos, ventanas arqueadas, iluminación abundante, lamparas  de techo antiguas, obras de arte majestuosas.
-Me he enamorado completamente de su hogar.

Comento antes de que se sentaran en la terraza a disfrutar de un rico té helado, que una de las empleadas había llevado, con galletas springerle, cupcake hit hat y unos mini sandwiches con palillos que parecían tener de todo dentro. Tenían buena pinta y ella un poco de hambre.
Mientras hablaban de la casa y de la fiesta del día anterior, comían, no se cohibió ni un poco de tomar dos de los ricos sandwiches ni la mitad del rico cupcake.  Las galletas se veían demasiado hermosas como para comerlas, quería probarlas, pero seria luego, se dijo que si no tenia oportunidad no importaba.
Un media hora mas tarde, cuando ya habían acabado el tema de la casa, quien había decorado, ella misma, y de la gran fiesta, la invito a entrar en un tema mas personal.
-Te diré que soy una mujer muy directa, no quiero que te incomodes .-Asintió y miró  seria, esperaba que no fuera lo que temía.-Hace un tiempo... mi hijo me comento de que había conocido a una mujer... yo estaba en plan de juntarlo con la que había sido su novia por muchas años.-calló .-Pero ella misma fue la que me comento de una mujer de armas tomar, decidida y muy segura de las cosas en las que cree...
Sus nervios se aplacaron un poco, por lo que notaba la mujer no iba por el camino pedregoso que ella imagino.
-Tu forma me recuerda a mi... y no quiero que me veas como una entrometida, al contrario, es la segunda vez que hago eso, la primera porque creía que estaba bien. Ahora lo haré porque se que esta bien. Me gustas. Para mi hijo... y se que le gustas. Serias una increíble nuera.
Estaba en estado de shock, no podía creer que estuviera escuchando eso de la madre de Adon.
-¿Sientes algo por el? mi experiencia me dice que huyes por...
-Si, me hablo de eso.-comentó  callándola, no quería que se lo recordara.-Tiene usted mucha razón, Calixta. Soy de las mujeres que si quiero la luna, la bajo yo. Su hijo me hace sentir que puedo hacerme co dependiente de el. No me gusta...co de pender, no a totalidad. Desde el primer momento en que lo vi, supe que podía ser peligroso.-No quiso comentar nada, pero la mirada de ella la intimidaba y la instaba a continuar, y no era de las que se dejaba llevar, pero simplemente cedio.-Una vez me prometí que si encontraba a alguien que viera mas haya de lo que aparento iba a darme una oportunidad.
-¿Lo hiciste?
-No, estaba muy asustada. Estoy.
No agrego nada mas, sin importarle lo mucho que insistiera ella, quería guardarse sus miedos y preocupaciones para ella, por el momento.
Del tema pasaron a ir a una de las cocinas, donde se cocinaba, según ella la otra era de lujo y para picar cosas fáciles.
Aunque ya la cena estaba completamente preparada y solo aguardaban por su esposo, según ella, Calixta le pidió que la ayudara hacer unos profiteroles, no sabia como hacerlos, pero aprendió fácil.
Estuvieron conversando de cosas de mujeres, moda, alguna que otra película romántica, chismes, cosas del hogar, comidas favoritas, momentos, de la familia de ella y de mas. Cuando los profiteroles estuvieron listos en el plato, se veían tan apetitosos con aquel glaseado de chocolate como decoración que tuvo que probar uno, y otro y otro. Al final cinco de esos desaparecieron en su boca y la  madre de su flechazo había reído por la forma en la que ella gruñía al comerlos.

Una mancha de vino arruinaba su conjunto, justo en el seno derecho, era una patosa, pero no se esperaba a Adon allí. Estaba muerta de la risa por algo que Calixta le había dicho de Adon cuando bebe y casi cae de bruces, se agarro de la isla, pero la copa de vino que estaba en sus manos al ir hacia atrás el liquido cayó  en su ropa.
El estaba tan sorprendido como ella, lo pudo notar por su cara de asombro sin disimulo. No le dio vergüenza quedarse así para cuando llegaron los que faltaban, Zion y Esko. Se preguntaba que pinta tenia ella allí si al parecer era una cena familiar.
-Bien ya que estamos todos en esta cena FAMILIAR- enfatizo tan alto que ella se ruborizo, la miró  a ella y luego a Adon , quien rodó los ojos con una mueca de vergüenza. Ella giró  la cabeza.-Iremos a comer.
***
-Bueno... Aura... háblanos de ti de tus padres, hemos estado un tiempo en contacto, pero no sabemos mucho.- el patriarca. Ella que estaba sentada en una esquina, al frente de Adon se removió nerviosa.
-Ay, cuando me preguntan esas cosas nunca se que decir, se me dificulta un poco.-rio y dejo el tenedor.-Soy hija única, mi... padres son modelos retirados...
-Con razón.-habló Zion interrumpiéndola, ella rió.
-Al parecer saque algo bueno.-ella bromeo.
-Cuantanos mas... -Esko sonrió amable y ella sonrió también.
-No se...
-Que hiciste en la escuela... como te diviertes, pasatiempos.
-Fui gimnasta hasta mis once años...
-¿De verdad? por lo general son... algo... planas.-interrumpió Adon y ella sonrió.
-Justamente por eso me retire, quería ser como mi madre. Quería llamar la atención como ella.-risas.-Y se lo dije... entonces luego en la secundaria fui porrista, gane casi todos las competencias a las que fui como capitana.  Al principio estaba estudiando Administración de empresas, pero solo estuve por un año, luego me di cuenta de que no quería eso, así que me cambie. Pasa tiempos... bueno... amor leer, creo que es mi mayor pasatiempo y comer helado.
Las risas de ellos estaba por todo el lugar con eso ultimo y ella no supo porque. Al parecer era una broma privada.
Luego de la cena y los postres a los que no se resistió seguir comiendo, salieron a la terraza y todos comenzaron a hablar de Adon, eso mas que una cena casual parecía de esas cenas en donde el hijo invita a la novia por primera vez y la familia habla cosas vergonzosas o sucesos, todos con el mismo protagonista.
-Entonces lo espere en la esquina, conté hasta tres y cuando Adon llego en la bicicleta donde yo estaba lo empuje. Cayo de bruces cerca de donde había cristales rotos, el corte fue tan profundo que yo me desmaye, pero el no, solo logro quitarse la camiseta y enredarla  en su brazo, siempre ha tenido la sangre fría para algunas cosas. Yo estaba tan mal que cuando me desperté y lo vi  el estaba esperando que me despertara con sus ojos llorosos, y la camiseta enroscada llena de sangre. Le dije que se adueniara de mi bicicleta, pero que no le dijera nada a papa y a mama de que había sido yo intentado quitársela. El me miro mal, pero cuando llegamos a casa y mama lo vio pensó que había sido yo inmediatamente. Adon le dijo que se había caído en la bici y yo me sentí aliviado.
Ella abrió los ojos y río un poco, no podía creer que luego de un corte el se hubiera quedado callado por una bicicleta.
-Pues la verdad es que yo soy un poco mas mezquina, yo hubiera dicho que por quitármela me habías empujado, probablemente como niña al fin le habría agregado algo. Conociendo a mis padres como son me habrían dado la bicicleta y te habrían castigado por lo menos por dos años sin tus gustos favoritos.
Todos rieron y ella solo sonrió.

Lamento haber estado lejos.
Gracias a las chicas que escribieron en privado preguntando qué pasaba, los estudios. Pero estoy de vuelta.