Capitulo 62

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Capitulo 62

– ¡Hermoso! – dijo cuando vio a su novio entrando al café, tenía un nuevo corte, justo en los hombros, mucho más corto de lo que le había visto. Pero estaba espectacular.

–Puedo decir lo mismo de ti... recuerdo muy bien esa ropa– dijo mirándola con el conjunto blanco que había llevado la primera vez que estuvo con él en ese mismo lugar, con aquel recogido– me encanta como te queda ese labial,... gracias por complacerme.

–Ha sido un verdadero placer– se inclino y lo beso castamente.

Les atendieron rápidamente, mientras ellos hablaban de lo que harían en ese día, ella volvería al día siguiente a trabajar ya que había superado, en parte, su quiebre por culpa de ese hombre, a demás, ya se sentía más segura por todo el asunto legal que había iniciado días atrás, estaban investigando y todo apuntaba a que ella saldría airosa.

Bromeaban y recordaban cosas, era fascinante, ella no entendía como había congeniado tan bien con él luego de rechazarle tanto. Oh, había sido tonta.

–Tengo algo en mente– Adon hablo mientras llevaba a su boca la pajilla y bebía de su café frio.

–Cuéntame, cariño– el asintió mientras sus ojos brillaban.

–Lo mas probable, conociéndote bien, es que no quieras, pero se me ocurrió y pienso que podríamos hacerlo en cualquier momento, claro, sabiendo que has descuidado un poco el trabajo con todo lo sucedido y cada vez que yo tengo una salida de trabajo, seria en vacaciones...

– ¿Qué es lo que ronda en esa cabecita linda? – el rodo los ojos y sonrió.

–Quiero llevarte a Italia... a casa de mi familia... quiero que conozca el resto de la familia y... no sé, seria genial estar contigo allí.

Un momento de silencio y sonrió.

–Eso seria genial, nunca he estado fuera de estados unidos, por raro que parezca.

– ¿Nunca? – su voz subió unas cuantas notas. Ella negó– ¡oh! tenemos que remediar eso.

–Pare el carruaje, Romano.

–Vamos, podemos...

–Sí, puedes, eres jefe, tienes más personas y tu empresa puede valerse por sí sola, yo en cambio... tengo que luchar para que la mía sigua a flote no puedo simplemente dejarlo todo.

–Comprendo... ¿De verdad nunca?

–Una vez íbamos a ir al Caribe... me enferme y dure tres días en el hospital, así que cancelamos todo, luego ya no hubo tiempo para vacaciones, estaban los estudios... y... los novios... que eran prioridad para mí.

El sonrió y ella negó a la vez que sonreía, le había dicho que al llegar a su vida la amnesia, con respecto a otras relaciones, todas desastrosas, se había adueñado de sus recuerdos, y ya el hablar de sus otras relaciones era como decir que el día estaba soleado. No le causaba nada, ni dolor, ni recuerdos, ni lo decía con amargura. Y veía en el rostro de su amado tranquilidad al pronunciar aquellas palabas. Habían hablado mucho de muchas cosas... de las relaciones de él, de las de ella, y habían llegado a una simple e increíble conclusión.

Son lo mejor que les ha pasado.

Ella pago la cuenta y salieron tomados de la mano, recordar que solo tenían tres meses y unos días era una total y completa locura, cualquiera diría que son una pareja consolidada de mucho tiempo, hacían las cosas como si conocieran el movimiento del otro. Como en ese momento.

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