Quédate conmigo (lesbian). II

Capitulo 31: Bienvenida a Caracas.

NARRA JADE.

Acomode mi pequeño maletín en el porta equipaje y me senté en el asiento, abroche mi cinturón y trate de relajarme mirando a través de la ventana lo que no sirvió de nada ya que el avión aún no despegaba y la vista no era buena. Mire a la gente que iba llegando.. unos en pareja, otros con hijos, ancianos, jóvenes solitarios con grandes audífonos que cubrían su cabeza y entonces vino a mi mente Alejandra.. mi dulce novia ¿Ella estará bien sin mi? Baje la vista y observe mis dedos entrelazados sobre mis rodillas, solo quería regresar corriendo abrazarla y quedarme así por siempre. Inhale todo el aire que pude y lo exhale al instante.

''Ella estará bien Jade tranquila solo serán unos días ¿Que es lo peor que podría pasar?''

NARRA HENRY.

Jade se fue dejando a una desconsolada Alejandra, llevaba al rededor de diez minutos observándola desde que llegamos a casa y simplemente era demasiado parecida a Mariana hasta cuando estaba triste, sentía que la conocía y por momentos se me olvidaba que la mujer sentada en el sofá no es mi esposa.

-Tienes hambre Ale?.- Decidí por fin hacerme presente y me senté a su lado en el sofá con una taza de té entre manos.

Ale: Hace cuanto estas aquí?.- Pregunto frunciendo el ceño sobre saltándose un poco.

-Unos minutos, lamento no avisar.

Ale: No tengo hambre.

-Te.. te traje un té.- Acerque mi mano a la de Alejandra colocandola sobre la taza.

Ale: Gracias.

-Jade vendrá pronto Alejandra no estés triste.- Trate de consolarla, ella seguía muy seria y cabizbaja.

Ale: Lo se.- Le dio un sorbo a su té y suspiro.- Es solo que.. la extraño, yo... la necesito.

-Veras que los días pasaran volando..- Le sonreí a pesar de que sabía que no podía verme.

*Tocan la puerta*

-Esperas a alguien Ale?.- La mire ella negó de inmediato. Me levanté y camine unos pasos hasta la puerta al abrirla me lleve una gran sorpresa.. ¿Mariana?

NARRA MARIANA.

¿Por donde empezaría? No tenía ni la menor idea de donde podría estar mi hermana. Pensé en Jade quizá ella podría ayudarme a encontrarla. Me dirigí a la casa en la que alguna vez estuve, aparque mi moto en la acera de en frente, baje de esta y me acerque a paso firme a la puerta toque y espere.

- Tu...- Lo mire con desagrado la ultima persona que quiero ver en estos momentos es a este hombre.

Henry: Mariana..- Se formo una amplia sonrisa en su rostro.

-Que haces aquí?.- Eleve una de mis cejas.

Henry: Vivo aquí o bueno temporalmente, pero ven pasa me alegra mucho que hayas venido.

-Busco a Jade..- Dije desconcertada, no imagine que Jade viviera con este hombre.

Henry: Jade?.- Me miro confundido..- Oh! Porque no pasas y hablamos un rato, hay alguien aquí que quiero que conozcas.

Lo pensé por unos segundos y con dudas entre, mi vista recorrió el lugar.. posándose finalmente en una figura sentada en el sofá con una taza en manos.

¿Como reaccionar al ver a tu gemela después de tanto tiempo? Simplemente me petrifique, es idéntica a mi.

No di un paso mas, esto era increíble.