Quédate conmigo (lesbian). II

Capítulo 61: ¿Se hará?

NARRA JADE

Whit: Jade?.- Su voz hace eco en mi cabeza y reacciono del pequeño trance que provoco el saber que está en Perú.

- S..si.. aquí estoy- Aclaro mi garganta

Whit: ¿Podemos vernos hoy?

-¡Jurame que todo esto es por mis padres y no una más de tus artimañas!.- Escupo ligeramente enojada por sus acciones pasadas.

Whit: Te parece que tengo una mente tan retorcida como para jugar con un tema tan delicado y viajar de Caracas hasta aquí por nada?.- Exclama indignada.

*Silencio*

Whit: Te espero en La Plaza de Armas de Lima dentro de dos horas.

Cuelga el teléfono y me deja sumida en un remolino de ideas y supuestos probables con respecto a mis padres.
Una ligera gota de sudor frío se desplaza por mi frente y cae sobre mi pecho.

NARRA ALEJANDRA

Cuelgo las llaves de la casa en el percherso con forma de corazón que yace al lado de mi puerta.

- ¿Amor?.- Pregunto en voz alta mientras entro a la sala de estar esperando su respuesta sin éxito.- Nena ya llegué.
Elevo la voz pero no hay sonido alguno que me responda, mi mirada ahora vaga por la cocina, una hoja con mi nombre inscrito en la parte delantera y doblado por la mitad llama mi atención. La tomo y abro para leer.

"Fui a la oficina, Robb necesitaba que revise unos planos y me encargue de algunos nuevos ingresos, no tardaré.
Te ama, Jade"

Suspiro y vuelvo a doblar la nota, esto explica porque su ausencia.
Me dirijo a mi habitación y tomo una ducha rápida antes de sentarme con el ordenador en mi cama para revisar el nuevo correo de Adriana, dónde me explica cómo y dónde sería la ceremonia del sábado. Con una sonrisa leo las propuestas de ambientación, animación, comida y música.

NARRA MARIANA

Acomodo la hebilla del cinturón negro que sujeta mis jeans rasgados con la mirada fija en los pequeños filamentos que sobresalen imperfectamente de los botones de mi pantalón

Arya: Te ves hermosa.- Sonrío casi instantáneamente y coloco mi vista en la causante de mi alegría.
Ella sonríe de medio lado, sentada al filo de nuestra cama sin despegar su mirada de la mía.

- Me ayudas con esto.- Señalo el cinturón con los ojos.- Creo que se atoró.

Arya se acerca a mí y antes de que pueda revisar mi ropa estrello mis labios sobre los suyos tomándola por sorpresa provocando un fuerte suspiro de parte suya, soy rápida y pronto la tengo acorralada sobre la cama desde la cual me observaba momentos antes, sentada con ambas piernas aferradas a sus caderas. Mis brazos inician un viaje desde sus pechos hasta el abdomen prestando especial interés en esta zona cerca a su entrepierna, jadeo al sentir un beso húmedo y casi desesperado dirigiéndose desde la punta de mi mandíbula a mi cuello, tan pronto como puedo me quito el polo y ella con sus hábiles dedos desabrocha mi peculiar cinturón retirándolo sin pensarlo dos veces, una vez este termina en el suelo junto a mis jeans y el resto de mis prendas procedo a realizar lo mismo con ella.

Y así nuestra cena planeada de hace más de una semana se convierte en una noche que sin duda es mil veces mejor que comida china.

NARRA JADE.

Quito las llaves del auto y salgo deseando no estar donde estoy, para conversar con quién lo haré y sintiendo en cierto grado arrepentimiento por la mentira que le deje escrita a mi novia antes de venir.