Maratón*-Capitulo 34: Recuerdos

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&*%Henry%#*

NARRA JADE.

- Ho..hola Whitney.- Sonreí tímida.- Yo soy Jade.

Whit: Mucho gusto.- Me dedico una amplia sonrisa y me tendió la mano.

-Igualmente.- Estreche su mano con suavidad, Mariel acariciaba a su gato y nos miraba con diversión.

Whit: Tu que eras de el?.- Preguntó refiriéndose al fallecido y nos soltamos las manos.

-Mi primo.

Whit: El era mi mejor amigo..

Mari: Nuestro mejor amigo.- Corrigió y continuó acariciando a su gato.- Ya regreso chicas voy a alimentar a mi pequeño.

Whit: Vale, chau.- Mariel me miro y guiño un ojo yo la mire con furia tratando de decirle telepaticamente que no se vaya.

Mari: Bye Jade.- Dijo al fin y se fue, mire de reojo a Whitney que no dejaba de observarme.

Whit: Y... vives por acá?...

...

El velorio continuó el resto del día, por alguna extraña razón la chica de cuero negro se mantuvo a mi lado todo el tiempo lo cual no me molesto puesto que así me hace compañía, el día de mañana sería el entierro y mis tíos estaban destrozados.

Solo quería que toda esta pesadilla acabe pronto y poder regresar al lado de mi novia para cuidarla y amarla como se merece. Ademas también quería volver al trabajo, volver a ver a Solana, mi casa.

Agache la mirada y observe mis manos, parecían inútiles estando separadas a las de Alejandra porque para mi, mis manos están echas para tomar las suyas, para acariciarla, para amarla.

Whit: Todo bien Jade?.- Gire a mi derecha y la observe una vez mas en esta tarde, sus ojos celestes me miraban como tratando de descifrar algo.

- Todo bien Whitney.- Sonreí y dirigí mi mirada al ataúd.

Whit: Ya casi es la hora del almuerzo....- Hizo una pausa y paso sus manos por su cabello perfectamente peinado.- Te gustaría ir a almorzar conmigo?..

- Humm.. creo que..

Whit: No acepto un no por respuesta.- Río bajo.

- Jaja, si bueno yo...

Whit: Bien.- Interrumpió y sonrió de medio lado.- Asumiré que es un si, iré por mi auto.. te espero en la entrada.

Y así sin mas se fue, era realmente sorprendente la seguridad que se manejaba aquella mujer, la manera de moverse, de hablar, de sonreír, todo lo hacía con excesiva seguridad. Cabe mencionar que durante el tiempo que estuvimos charlando ella menciono unas cien veces que es modelo, que es muy lesbiana y que ninguna mujer se resiste a su encanto.

A lo cual yo mencioné unas ciento un veces que amo a mi novia y que ninguna mujer me encanta mas que ella.

Sonreí con melancolía al recordar sus hermosos ojos, esos ojos que me hipnotizaron sin siquiera saber su nombre, esos que me hicieron dudar si aquella chica en esa fiesta de disfraces era real o no, su hermosa sonrisa que me hizo reflexionar sobre el amor verdadero, su cuerpo perfecto, sus curvas que me hacen delirar aún después de casi dos años, su cabello sedoso.

Estar tan lejos de mi mujer me hacía extrañarla cada vez mas y preocuparme ya que pronto le quitarían las vendas de los ojos y yo quiero estar ahí para ser lo primero que ella vea.

Me acerque a mi madre y le informe que me iría a almorzar con Whitney, ella solo asintió y menciono que volviera pronto, camine sin prisa a la entrada y divise a lo lejos un auto rojo sin tapa bastante elegante con una mujer de ojos azules sonriente sentada en el asiento del conductor.

Quédate conmigo (lesbian). IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora