Capítulo 5

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Harry


Me niego rotundamente a abrir los ojos. Escucho ruidos en la cocina, lo que significa que Niall ya despertó, por lo tanto debe ser tarde. Pero no quiero levantarme. Los domingos solo quiero quedarme en mi cama todo el día así el lunes no la extraño, ya que la exprimí al máximo.

Si no me levanto pronto va a ser peor. Va a venir Niall a molestarme y voy a empezar a ponerme de mal humor. Últimamente vivo malhumorado.

No sé por qué le dije a Niall que se quedara a dormir en mi casa. Me dio lástima cuando se quedó dormido en el sillón. Si le decía que vuelva a su casa, probablemente chocaría con el auto, ya que una vez que se duerme, si se llega a despertar, queda hecho un zombie por las próximas dos horas.

Procedo a levantarme finalmente y voy hacia la cocina. Niall está vestido igual que anoche, bailando en mi cocina. Mueve el culo mientras escucha una canción muy fea en la radio. Jamás la escuché antes pero parece que a Niall le gusta. Mientras lo hace, tiene un vaso de leche en su mano y con la otra termina de armar un sándwich.

—Amigo, verte bailar en mi cocina me resulta perturbador— le digo mientras entro y me siento en la mesa.

—¡Harry, hola! ¿Cómo has dormido?— responde con emoción, mirándome con una sonrisa radiante.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué carajo estás tan feliz?— contesto sospechoso. Tiene cara de estar planeando algo.

—Bueno, se ve que en esta casa no está permitida la felicidad... Estoy contento, muy, ¿sabes por qué? Porque hoy vas a cantar en el bar y yo voy a consolar a todas esas chicas que derraman lágrimas por tus tristes canciones— me dice mientras come medio sándwich de un solo mordisco.

—A veces en serio me pregunto si vas cada noche que canto a verme a mí, o a ver a las mujeres. No importa, no quiero saber la respuesta— hablo mientras tapo mi cara con una mano y me levanto de la mesa. Me dirijo a la heladera y revuelvo dentro de ella en busca de comida. No encuentro nada. Comeré una banana.

—Ya que me pides que no responda...— la voz de Niall es interrumpida por el timbre

Voy hacia la puerta y cuando la abro me encuentro con Derek.

—Hola bebé— dice apenas me ve. Avanza y me da un cálido abrazo, seguido de un corto beso en los labios.

—Hey, ¡no te esperaba!— respondo algo confundido mientras seguimos abrazados.

—Perdón amor, ¿te molesta que haya venido? Creí que estarías aburrido y querrías algo de compañía— dice mientras nos separamos. Su rostro muestra confusión pura.

—No, no me molesta amor. Estoy con Niall, durmió aquí anoche— respondo cerrando la puerta de entrada.

—¡Niall! Hace cuanto no te veo hermano— habla fuerte mientras ingresa a la cocina y se dan un apretón de manos.

—Derek, amigo. ¿Listo para una noche de tragos furiosos?

—Por supuesto. No volvemos a casa al menos que estemos mareados. Harry, te toca manejar— responde riéndose apuntándome con el dedo.

—Yo no lo puedo creer. ¿Encima que los invito soy el conductor designado? No, de ninguna manera. Justo hoy tengo ganas de tomar hasta quedar inconsciente y mañana trabajar con una dolorosa resaca. Estoy en modo masoquista— contesto y ambos comienzan a reírse con más fuerza. A veces Derek no parece mi novio, parecemos un grupo de amigos estúpidos que tomamos y miramos películas cada fin de semana. Eso es lindo, pero a veces resulta extraño. No me quejo. Niall siempre está en el medio de nosotros, pero no me molesta para nada, nos divertimos.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora