Capítulo 45

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Harry





En el mundo entero existen millones de personas y diferentes historias. Algunos están naciendo, mientras otros están despidiéndose de la humanidad. Quizás haya gente enamorándose a primera vista, al mismo tiempo en que otros individuos solteros viven unas vacaciones soñadas junto a sus mejores amigos. Incluso, si cierro los ojos, puedo sentir que estoy recostado en un lugar sereno, apreciando el aroma del mar y oyendo las olas golpear contra la orilla. Pequeños pájaros cantan y me dan paz, hasta que su voz me recuerda que no estoy solo, él está junto a mí.

—Amor, ¿estás despierto?

La dulce melodía de sus palabras hace que una sonrisa se dibuje en mi cara. No estamos en una playa paradisíaca, nos encontramos en una pequeña sala con olor a desinfectante barato. El único sonido que escucho constantemente es el pequeño pitido de la antigua máquina que se encarga de controlar mi ritmo cardíaco. Pero no importan las condiciones, ni tampoco el lugar. Louis toma mi mano cada minuto y se retuerce en una incómoda silla a mi lado. Su presencia me hace feliz, intensificándose aún más luego de no haberlo visto por semanas eternas.

Puedo estar en el cielo o en el infierno, pero si él está conmigo, siempre estaré completo.

—Me gusta verte dormir. Pero te seré sincero, me alegra que estés despierto. Mi aburrimiento está incitándome a hacer locuras.

Río y lo miro intrigado, pensando en qué locuras estarán recorriendo su mente.

—No me mires así, no te las diré— hunde su rostro en mi estómago y siento su aliento atacarme a través de las sábanas.

No quiero soltarlo, no quiero que se vaya y me deje solo en este lugar. El miedo me carcome por dentro desde el segundo en que lo vi reaccionar ante mi respuesta.

Cuando supo que Derek me había violado, pude ver a través de sus ojos como su corazón se rompía. Repitió, aproximadamente cien veces, que lo mataría. Pero yo le rogué con mi voz rota y cargada de dolor, que no haga algo de lo que pueda arrepentirse.

Lloramos juntos, él por mí y yo por él. Y a pesar de que le dije que ya no me dolía nada, Louis nunca dejó de regalarme sus pequeños toques.

Levanto mi mano y la ubico sobre su pelo, acariciándolo. Lleva su mirada hacia la mía y esta a punto de hablar, cuando de pronto Alec se asoma dentro de la habitación y carraspea.

Con un rápido movimiento, Louis gira sobre su espalda y lo observa con el ceño fruncido.

—¿Aún sigues aquí?

—Sí, dormí en la sala. Estaba esperando a que salgas con novedades, pero te has tardado un poco— se ríe despacio.

Lo observo intrigado, contemplando la manera en la que me mira. Sus ojos son suaves y las ojeras que se encuentran debajo de ellos me confirman su comentario. ¿Realmente ha estado más de quince horas esperando en la sala?

—¡Lo siento mucho! Creí que te habías ido, no puedo creer que te dejé allí esperando tanto tiempo.

—No te hagas problema— con pasos serenos se ubica junto a Louis. —Disculpen si interrumpo, pero quería saber si... ¿Estás bien Harry?

Sonrío por su tono nervioso y la manera tonta en la que mueve sus manos. Asiento mientras hago un sonido con mi garganta, dándole una respuesta afirmativa a su pregunta.

—Quizás hayas tenido una primera impresión mía no tan... Buena. Pero no suelo ser sociable y rara vez le caigo bien a la gente. Creo que no soy mala persona, así que espero que nos conozcamos mejor.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora