Capítulo 44

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Louis


Su cabeza descansa sobre mi pecho mientras mis lágrimas saladas mojan su cabello. La respiración profunda que sale por su boca me da tranquilidad y deseo con todas mis fuerzas que esté soñando algo lindo. Algo alegre y colorido.

Alec me observa en el extremo de la cama, con una manta en su mano y el rostro preocupado. No hace preguntas, probablemente sepa que no obtendrá respuestas.

No hay manera de explicar la impotencia dentro mío al verlo tan débil, casi del otro lado. Puedo entender la sangre en su boca, ya que es algo común y triste de su enfermedad, pero no logro saber qué es el resto. Sus piernas llenas de sangre y su estómago con marcas rojas, casi violetas. Pequeños golpes que no soy capaz explicar.

Por la manera en que me miraba, no indagué en el tema. No llamé a la ambulancia, pero opté por esperar a que se duerma y enviarle un mensaje de texto a Alec con el número de habitación y un simple "Te necesito".

—Ayúdame a cargarlo, debemos llevarlo a un hospital— mi voz sale entrecortada y en un susurro.

Él asiente y se acerca despacio. Observa a Harry y es incapaz de tocarlo, parece como si tuviera miedo de romperlo. Y está en lo correcto, él está tan frágil como un cristal. Un golpe más lo destruiría por completo.

Lo aprieto contra mi pecho y comienzo a levantarlo en mis brazos. Hago un gran esfuerzo pero aún así no logro moverlo del todo, es enorme. 

Alec quita la sábana de sus piernas con lentitud y su ceño se frunce al ver la mitad de su cuerpo desnudo. Observo la preocupación y duda, mientras lleva su mirada desde sus partes hasta mis ojos. A continuación, lo cubre con la manta y lo toma entre sus brazos. 

—El auto está estacionado en la puerta, apresurémonos— dice mientras sale de la habitación con mi vida en sus brazos.

Lo sigo con pasos apurados y nerviosos. Los rulos de Harry caen sobre su rostro y sus piernas parecen gelatina. No se inmuta y comienzo a considerar que está inconsciente. Mis lágrimas comienzan a salir con más fuerza y corro detrás de ellos. Acerco mi mano hacia su pelo y lo acaricio mientras entramos al ascensor. Mi pecho sube y baja debido al llanto desesperado. 

Su rostro está pálido y sus labios no tienen el color rosado que lo caracteriza tanto. Necesito ver sus hoyuelos con urgencia, porque eso significaría que está sonriendo, y lo único que necesito ahora es verlo sonreír, con las arrugas a los costados de los ojos y su nariz fruncida. Quiero sentir la melodía de su risa y ver como lleva sus gigantes manos hacia su rostro, intentando esconderse luego de una carcajada. Necesito verlo feliz.

Las puertas se abren y algunas personas voltean a observarnos mientras corremos hacia la salida. Una mujer cuarentona con cara de preocupación nos abre la puerta del auto y Alec ubica a Harry sobre los asientos traseros. Entro rápidamente y pongo su cabeza sobre mis piernas. Comienzo a besar frenéticamente su frente y el auto empieza a moverse a toda velocidad.

—Louis, ¿qué ha pasado?

—No lo sé— contesto con mi boca sobre la cabeza de Harry. —Tengo mucho miedo.

Mi corazón bombea a mil por hora y siento que estoy a punto de desmayarme. Sé que algo está mal con él, pero necesito saber con urgencia que está fuera de peligro.

Pensamientos horribles se cruzan por mi mente e intento entender qué sucedió. ¿Acaso quiso suicidarse? Su mirada estaba perdida y sus palabras salían de manera desprolija, como si su mente estaría en otro plano. O quizás tomó demasiados calmantes porque su enfermedad llegó a un punto muy alto y necesita la cirugía con urgencia.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora