Capítulo 38

1.5K 224 244
                                    

Harry


Un mes después...


La valija está más llena de lo que imaginaba. No logré decidir que camisas llevar, así que las tomé todas. Los pantalones no son un gran problema, la verdad es que tengo pocos. Cierro la tapa y me siento sobre ella, intentando de alguna forma mágica cerrarla. Parece una misión imposible, pero luego de saltar intentando que todo se aplaste, el cierre logra deslizarse. Y así, estoy listo.

Me acerco a la cama y termino de guardar todo en el bolso de mano. Cuando los lentes de sol y la billetera ya están dentro, observo sobre la almohada el cuaderno marrón Liam, un poco roto debido al accidente. Lo tomo entre mis manos y lo miro durante unos minutos.

Lo llevaré conmigo a todos lados, igual que a él. Todos sus recuerdos e historias permanecerán en mí hasta el día en que vuelva a verlo, donde sea que él se encuentre.

Luego de la muerte de Liam los días fueron muy difíciles para todos. Conocimos a su familia y fue una situación devastadora. Nadie estaba preparado para verlo dentro de un cajón insulso de madera. Tampoco logramos despedirlo con una sonrisa, todo fue lágrimas y más lágrimas.

Su madre decidió regalarme su cuaderno, dijo que amaría leerlo pero que no se sentía preparada. Le aseguré que lo cuidaría y que si algún día quería tenerlo, sólo debía pedírmelo.

Desde el instante en que la noticia pasó frente a mis ojos, no pude evitar gritar hasta el cansancio. Incluso cuando dejé de hacerlo, me levanté las primeras noches llorando y llamando a mi madre para que venga conmigo, como cuando era un pequeño. Eventualmente Niall tuvo que quedarse conmigo cada noche para ayudarme a que haga silencio, pero todo fue imposible. Yo lloraba, él lloraba, todos estábamos destrozados.

Hasta que de pronto una noche soñé que Liam me visitaba y teníamos una gran charla. Él me explicaba que siempre supo que había llegado al mundo por una razón, y que ahora entendía cuál era. Yo le preguntaba de qué hablaba, pero simplemente me sonreía y me aseguraba que él iba a estar para mí en todo momento, lo único que debía hacer era mirar al cielo y hablarle, porque me iba a estar escuchando.

Y desde ese momento dejé de llorar. Supe que era realmente él quien me hablaba en el sueño y entendí que no iba a dejarme. Comencé a hablarle al cielo, aunque debía hacer silencio. Le hablé por horas, le conté todos mis miedos y todos mis chistes. Imaginé su risa y hasta pude sentir su presencia.

Lamentablemente, tantas charlas y gritos se llevaron la salud que con el tiempo iba a poder recuperar. Visité al médico y él dijo lo que yo esperaba. Mis cuerdas vocales estaban deshechas y necesitaba realizar una cirugía para reconstruirlas.

Lo que no me esperaba era su recomendación, la cual consistía en viajar a otro país para lograr que la operación se lleve a cabo a la perfección.

Accedí, en silencio, y aquí me encuentro ahora. Con dolor de garganta, a horas de viajar a Estados Unidos.

La primera vez que viajé en avión fue cuando era pequeño. No recuerdo absolutamente nada, pero mi madre asegura que dormí desde que despegó hasta que aterrizó, así que supongo que no es tan terrible como algunos dicen.

Guardo el cuaderno de Liam en el bolso, lo cierro y me dirijo con todo mi equipaje hace la sala de estar. Niall y mi madre conversan y puedo escuchar sus dulces voces, las cuales voy a extrañar en este tiempo.

Niall quiso acompañarme pero no pude permitir que renuncie a su trabajo. Insistió, pero entendió que me sentiría demasiado culpable si aceptaba que venga. Mi madre dio por hecho que viajaría conmigo, pero decidí hacer este viaje solo. Necesito un tiempo para mí lejos de toda la mierda que tuve estando en este lugar. Quiero ver si el hijo de puta del destino tiene al fin algo bueno para darme.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora