Capítulo 40

1.9K 229 96
                                    

Harry


No respondo a sus palabras, simplemente lo observo. Mi vista viaja por su cuerpo y se lleva una gran e inesperada sorpresa.

Mi estómago se contrae ante mi enorme y gastada remera de los Rolling Stones que cuelga sobre su pequeña anatomía. Cierro los ojos con fuerza y dejo la puerta abierta mientras me dirijo hacia mi cama. Me siento sobre ella y recuesto mi espalda contra la fría pared.

Segundos después, observo como se incorpora sobre sus dos piernas. Las mueve lentamente y se adentra en la habitación, cerrando la puerta y mirándome con sus ojos rojos e hinchados.

Limpia sus lágrimas con rapidez y su pecho tiembla ante el llanto. Con voz cortada, vuelve a hablar.

—Soy una mierda Harry— dice suspirando profundamente y mirando hacia el techo.

—Sí Louis, lo eres.

—No, por favor no hables, no quiero que vuelvas a hablar. No puedo creer que...— sus palabras se cortan y lentamente se sube a la cama, sentándose.

Aunque no se acerca a mí me alejo, evitando cualquier tipo de contacto.

Lo observo detenidamente y siento como mis partes comienzan a unirse, simplemente por tenerlo frente a mis ojos y saber que está sano y salvo.

Durante el tiempo que no supe nada de él, muchas veces me planteé el hecho de que quizás jamás volvería a verlo personalmente, ya que él podría convertirse en una estrella de cine y yo simplemente debería atarme a observarlo por una pantalla.

Por mucho odio y resentimiento que sienta dentro mío, no puedo evitar alegrarme por tenerlo aquí conmigo.

Miro detenidamente sus facciones y me recuerdo a mí mismo por qué me había enamorado tanto de él. La forma de su pequeña nariz es perfecta, al igual que sus mejillas sonrojadas y sus finos labios rosados.

Su pelo despeinado cae sobre su rostro y tengo la necesidad de acomodarlo, pero no lo hago. Ha crecido desde la última vez que lo vi y también se pueden notar pequeños reflejos más rubios.

Mi remera llega hasta la mitad de sus muslos y por el cuello se asoman sus marcadas clavículas.

—Sé que no me perdonaras— lágrimas siguen cayendo por sus mejillas. —Pero realmente necesito que lo hagas. Ha sido un infierno sin ti. Dormí cada noche con tu remera puesta, pero a los pocos días ya había perdido tu olor. Quise llamarte miles de veces, pero me parecía muy egoísta de mi parte hacerlo.

Frunzo el ceño y muevo mi vista hacia la televisión apagada. ¿Egoísta? Egoísta es que haya desaparecido de la faz de la tierra.

—Los he dejado solos y ahora no puedo volver el tiempo atrás— cierra los ojos con fuerza y comienza a llorar nuevamente. —He soñado con Liam últimamente, no puedo creer que no voy a volver a verlo. Tendría que haber estado ahí para evitar que pase y cuidarlo, como él me cuidó a mí tanto tiempo. Soy un hijo de puta.

—Yo también he soñado con él— digo pensando en lo real que se siente cada noche.

—Harry no quiero lastimarte más. He extrañado mucho tu perfecta voz, pero ya debes callarte. Te amo muchísimo, no quiero hacerle mal a tu vida. No puedo verte así, no puedo creer todo lo que causé.

Sus palabras tocan algo profundo en mí y siento como mi corazón palpita con rapidez. ¿Me ama? Alguien enamorado, con sentimientos tan fuertes, no hace lo que él me hizo.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora