Capítulo 53

2K 192 112
                                    

Harry


Sus mejillas bronceadas por el sol queman bajo mis pulgares, los cuales ocupan casi la mitad de sus pómulos. Lo acaricio despacio mientras observa mis labios entreabiertos. Me resulta extremadamente tierna su cara, ya que tiene mil colores por haber pasado gran parte del día en la playa. Está más hermoso que nunca, aunque creía que eso era imposible.

Mis piernas se adormecen bajo las nalgas desnudas de Louis. Él se acomoda cerca mío, juntando nuestros pechos y abrazándome con sus piernas por mi cintura. La cama es muy blanca y grande, perfecta para nuestra noche de bodas.

—Esposo— susurra atontado y comienza a deslizar las palmas de sus manos por mi pecho lentamente.

—Marido— busco un sinónimo y él sonríe ante las palabras.

Continúo acariciando su rostro mientras junto nuestras narices. El calor de nuestros cuerpos desnudos nos envuelve y siento que estamos en otro plano, flotando en algún lugar que queda muy lejos del planeta tierra.

—Mi hombre— sopla contra mis labios y me estremezco.

—Sí, tu hombre.

Y creo que podríamos pasar horas sentados en este mismo lugar, simplemente observándonos. Porque ninguno de los dos cae en la realidad.

Realmente estamos casados.

—¿Qué crees que estén haciendo nuestros invitados?

—No lo sé— respondo. —Probablemente cenando o algo por el estilo.

—¿Y qué crees que esté haciendo Liam?— pregunta y trago saliva.

—Creo que... Creo que está con ellos, divirtiéndose de alguna manera.

Asiente en silencio y toma mis manos, alejándolas de su cara. Me abraza por el cuello y apoya su cabeza sobre mi hombro, mirando hacia el enorme ventanal con vista al mar. Paso mis brazos por su cintura y comienzo a deslizar mis palmas por su espalda.

—Tú piensas que... ¿Él estaba en nuestro casamiento?

—Sí, claro que sí— contesto con seguridad. —Él estará siempre con nosotros, en cada momento. No podemos verlo, pero yo lo siento. ¿Tú no lo sientes, Lou?

Se queda en silencio unos segundos y dudo que vaya a responder, hasta que su voz sale algo ahogada.

—No— levanta su rostro y me mira con sus ojos brillosos. —Tengo miedo que todos mis sueños hayan sido solo eso, sueños. ¿Qué pasa si no hay nada más allá de la muerte? No quiero que la vida de Liam haya terminado en ese puto instante. Lo quiero aquí, con todos nosotros, festejando.

—Mi amor, él está aquí, te lo aseguro. No tienes que tener miedo.

—¿Me lo prometes?— acerca sus labios a los míos mientras intenta esconder un pequeño puchero que comienza a asomarse.

—Sí esposo, te lo prometo.

Nuestras bocas se unen en ese instante y comienzan a moverse de manera sincronizada, encajando a la perfección. Su lengua choca contra la mía primero, y sé que la melancolía comienza a desaparecer, siendo reemplazada por el amor que quiere concretarse.

Su cuerpo se mueve nervioso contra el mío, mientras mis piernas se desesperan al no poder moverse libremente. Mi pene tiembla bajo su trasero en cuanto empieza a moverse en círculos, llevándome a un nivel de excitación inimaginable.

Es tan hermoso y tan caliente que se me hace imposible contenerme. Tomo su cintura y lo levanto unos centímetros, entonces él como si me leyera la mente, toma mi pene y lo alinea contra su entrada.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora