Keep me safely | Larry Stylinson

Capítulo 19

Harry

En todos los años que pasé enamorado de Louis, nunca imaginé que llegaría este momento. Si bien se me cruzó por la mente en algunas ocasiones, jamás pensé en que realmente pasaría. Y ahora aquí estamos, Louis gimiendo abajo mío pidiendo que se lo haga, diciéndome que está seguro. Y yo...

—¿En serio estás seguro? Porque no hay nada que quiera más en el mundo que hacerlo contigo, pero es que no sé cómo hacer para...

—Si Harry, deja de dar vueltas— contesta tomándome por el cuello y besándome completamente desaforado. Me alejo a la fuerza y hablo.

—Soy virgen Louis, no sé que mierda hacer— hablo nervioso y Louis frunce el ceño. Un segundo después, infla sus cachetes, sus ojos se arrugan por su sonrisa y luego suelta el aire en una carcajada. Escupe toda mi cara.

—No cortes el momento con tus chistes, dale Harry— sonriendo, toma la parte baja de mi remera y comienza a deslizarla hacia arriba.

Levanto mis brazos de la cama y lo ayudo a sacármela. Louis observa mi torso desnudo con fascinación. Su expresión de gracia es reemplazada por una de excitación. Puedo sentir su verga en mi estómago, lo suficientemente grande como para saber que me dolería. La sensibilidad del miembro masculino, en algunos pacientes, a veces es inexistente dependiendo de la gravedad de la situación. Me alegro de que la pija de Louis funcione bien. Y mi pija también se alegra. En realidad, está alegre desde que lo vi en la puerta de mi casa y me besó. Necesito descargar urgente. Por fin no será con mi maldita mano.

Los brazos de Louis bajan de mi cuello hacia mi pecho. Comienza a acariciarme mientras mira todos mis tatuajes. Me incorporo y mi siento sobre él, arriba de su estómago, lo suficientemente cerca como para que siga tocándome. Sus pequeñas manos se deslizan de un tatuaje hacia el otro. Pasa por mis pezones y se detiene. Con sus pulgares comienza a trazar círculos y cada vez estoy más excitado. Gemidos incontrolables y roncos salen por mi boca. Louis no deja de morderse el labio y me pone nervioso. Tomó sus manos y las pongo sobre la cama. Me agacho y en vez de besarlo, muerdo su labio fuerte. No se queja, sólo gime. Cuando lo suelto siento el sabor metálico de su sangre. La succiono, la trago y él sonríe.

—De verdad soy virgen, pero me alegro que mi primera vez sea contigo.

—No pareces muy virgen que digamos— pasa su lengua por mis labios entreabiertos cuando termina de hablar. Su pecho sube y baja rápidamente. El mío igual, o quizás peor.

—Y tú pareces muy experto. Sabes cómo tocarme y volverme loco— sonríe y niega con la cabeza. Su remera está un poco subida y puedo ver como de su pantalón se asoma un poco de vello púbico.

—Quizás es el reflejo de mi vida anterior... La cual estoy feliz de haber olvidado porque— muerde mi labio inferior, tira de él y lo suelta. —Ahora tú eres mi primera vez también.

Le saco la remera y me arrodillo en la cama, con una pierna en cada lado de su cuerpo. Se sienta y sus manos se dirigen a mi pantalón, comienza a desabrocharlo de forma desordenada. Lo ayudo, me levanto de la cama y me lo saco, dejando mi bóxer blanco puesto, con mi notoria verga parada. Sin subirme a la cama, voy hacia el borde y comienzo a tirar de los pantalones de Louis, tomándolo por sus pies. Se recuesta y levanta su culo, dejando que lo saque del todo. Lo tiro al piso y comienzo a subir a la cama. Gateando sobre él, me acerco a su rostro y comienzo a besarlo. Sus manos se dirigen a mi espalda y tira de mí hacia su pecho. Me recuesto sobre él y su piel caliente me vuelve loco. Ya no aguanto más.

—No aguanto Louis, necesito sentirte ya mismo— asiente mientras sigue metiendo su lengua en mi boca desesperado.

—Espera, primero...