Keep me safely | Larry Stylinson

Capítulo 50

Harry

—¡¿Qué?!— exaltado, se mueve sobre mí y me penetra con su mirada cargada de sorpresa.

Mis ojos viajan por su cuerpo, desde su frente húmeda, hasta su espalda lisa y la curva de su blanco trasero. Nuestras piernas se enredan juntas y quiero quedarme en esta posición para siempre, pero la realidad es que debo partir.

—Sólo vine por la operación, jamás creí que te encontraría. 

—Pero lo has hecho, me has encontrado. ¡No puedes dejarme ahora!— levanta la voz y gira sobre mi cuerpo, cayendo a mi lado en la cama. 

Siento un vacío en mi interior cuando él sale de mí. Un pequeño temblor en la zona baja me abruma. Cierta tranquilidad llega en cuanto Louis, con toda la suavidad del mundo, toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.

—Allí está mi médico, mi casa, mi madre, mi trabajo... Es donde pertenezco.

—No, tu perteneces conmigo. No quiero separarme de ti otra vez. Necesito estar a tu lado cada día de mi vida, y si te quieres ir, entonces iré contigo.

—¿Estás loco?— pregunto acercando mi rostro al suyo. 

—Quizás, pero no me importa. Estoy dispuesto a perder cualquier cosa, pero no te perderé a ti.

—No, de ninguna manera— beso su nariz. —Te quedarás aquí y terminarás esa película. Yo te esperaré en Londres el tiempo que sea necesario.

—No lo entiendes, ¿no?— suelta mi mano y me abraza por el cuello. —Estoy completo cuando estás cerca mío. No podría soportar no ver tus ojos a diario. Cada segundo que paso contigo estoy más seguro de que quiero que sea así por el resto de mi vida. Te amo Harry, te amo tanto que nada más importa.

—Yo también te amo, y es por eso que debes quedarte y terminar de construir tu sueño. Siempre seré tuyo, pase lo que pase. 

—Por favor mi amor, faltan muchos meses para que las grabaciones terminen. No lo lograré sin ti.

Beso sus labios con ternura y clava sus pequeños dedos contra mi piel, intentando retenerme con él la mayor cantidad de tiempo que sea posible. 

—Lograrás todo lo que te propongas— susurro contra su boca.

—Mi único propósito es que no te alejes de mí.

Sonrío ante sus palabras de ruego y ubico mi mejilla sobre su pecho.

La habitación cae en un tranquilo silencio que soy imposible de cortar. Mi oído capta los suaves latidos de su corazón, los cuales probablemente estén sincronizados con los míos. La respiración de Louis comienza a hacerse más profunda, y sé que está cayendo en un profundo sueño.

Y es que deseo con todo mi corazón poder quedarme así para siempre, pero mi maldito cerebro lucha sobre el ring defendiendo lo que realmente debo hacer; tomar un avión lejos de mi razón de ser.

. . .

—¡Despierta!— siento un fuerte golpe sobre mi pecho y abro los ojos exaltado. 

Liam me observa con una sonrisa chistosa en su cara y un gran bolso colgando de su hombro. Frunzo el ceño y me incorporo en la cama, observando la habitación. 

Estamos en mi casa y el piso está bañado en ropa de Louis. Es un desastre, ojalá algún día entienda que existe un placard, cuya función es la de guardar todas esas prendas que él esparce en cada puto rincón de nuestro reciente hogar.