Capítulo 25

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Harry


El brillo de sus ojos me demuestra que no tomé un mala decisión. Louis se ve más seguro y aliviado. Enciendo el auto mientras pienso a dónde ir.

—¿Quieres ir a algún lugar en especial o simplemente te llevo a tu casa?— pregunto mientras comienzo a manejar sin rumbo alguno.

—Vayamos a tu casa— contesta y lo observo. Me sonríe al mismo tiempo en que saca su teléfono del bolsillo delantero de su jean, y comienza a mover los dedos por la pantalla con rapidez.

Comienza a sonar mi celular y lo ignoro. Cuando la llamada termina, vuelve a sonar de nuevo y, justo llegando a un semáforo, observo la pantalla. Un numero privado está iluminado y me pregunto quien será.

—Atiende, debe ser importante— dice Louis señalando el aparato.

Presiono el botón de altavoz y, mientras manejo, decido hablar.

—¿Hola?

—Buenas tardes, nos comunicamos del centro de kinesiología "MEDS". Hemos leído sus referencias y nos gustaría que se acerque para hacerle una entrevista— habla una voz femenina y muy educada. Se me retuerce el estómago y Louis me mira cargado de emoción.

—¡Buenas tardes! Excelente, estaría encantado de asistir. Usted dígame cuando y yo estaré allí.

—¿Mañana a las once de la mañana está disponible?— pregunta y emocionado respondo.

—Si, perfecto, estaré allí en ese horario. ¡Muchísimas gracias!

—No, gracias a usted. Que tenga un buen día— y cuelga dejando sólo los grititos de emoción de Louis.

—¡Van a contratarte!

—No lo sé, no quiero ilusionarme...

—Ya verás, lo harán— dice poniendo su mano en mi rodilla y comienza a acariciarme con ternura.

Pequeñas gotas de lluvia empiezan a bañar los vidrios del coche. Son casi imperceptibles, pero al caer en cantidad se convierten en un molesto obstáculo. Enciendo el limpia parabrisas al mismo tiempo en que suena un fuerte trueno y, en unos segundos, la ciudad se oscurece y pareciera que el sol se fue a dormir.

Louis mira fijo hacia delante y la lluvia comienza a caer con mucha fuerza. Otro trueno retumba y él da un pequeño salto en su lugar. Sonrío ante sus pequeñas reacciones que tiene constantemente ante diferentes situaciones. El ruido de las gotas en el techo genera un sonido agradable y me encuentro estacionando frente a mi departamento.

—Mierda, nos mojaremos— digo mientras apago el auto.

—¿Qué hacemos?— pregunta mordiéndose el labio con nervios. Sé que no puede correr para mojarse menos, así que decido ayudarlo.

Salgo corriendo del auto, cerrando la puerta con fuerza. Abro la del copiloto y, sin pedir permiso, paso un brazo por debajo de las piernas de Louis y el otro por su espalda. Me mira confundido.

—¿Qué haces?— dice al mismo tiempo en que lo tomo entre mis brazos y cierro la puerta con mis caderas. Comienzo a correr debajo de la lluvia y Louis se ríe a carcajadas. No sé por qué se ríe, pero no quiero que deje de hacerlo. Entro en el edificio y voy lentamente hacia el elevador.

Louis sigue en mis brazos y no dice nada. La silla quedó en el auto y su única opción es seguir en mis brazos. El ascensor se abre ante nosotros e ingresamos. Louis presiona el botón que nos lleva hacia mi departamento, al mismo tiempo en que deposito mis labios sobre los suyos.

Keep me safely | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora