Capítulo 1

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Un mes, un pesado y largo mes fuera de Venezuela ¿que si ha sido difícil? Claro que si ¿quien puede sobrevivir sin su arepa y sin su pan con café con leche de merienda? Aunque estando aquí en Londres tengo más placer de comerlo.

Digamos que he aprendido a vivir con ello.

Obviamente he comenzado a producir desde que llegué, bueno, a la semana. Me he quedado a vivir en la casa de Elisa, quien hace unas arepas divinas. Hoy era el día que he esperado desde que estaba en Venezuela, hoy iba a presentar mis fotografías en un museo de arte junto a otro tipo. 

Yo brillo desde que salí del útero.

Harry hace una semana atrás se fue a L.A. Él me llamó en la mañana para decirme que hoy llegaba a Londres, no puedo negar que no lo extraño, porque yo no miento.

Siempre salía al centro de Londres sola y al menos los buses y las estaciones de tren son finisimas.

Llegué al museo, era el día en el que brillaría como un sol.





[...]

Marica, mE ACEPTARON LA FOTO MENOS MAL QUE NO FUE UNA FOTO DE UNA MANDARINA DE NUEVO.

La parte mala, tengo que esperar hasta que alguien me busque para hacer otras fotografías y retomar el trabajo, por ahora tengo unas vacaciones.

—No podemos quedarnos aquí sin hacer nada mientras tu tumbas la casa, vayamos a salir a comer —habló Elisa. Ella estaba cada día más buena y linda, me baja la autoestima saben.

—Podríamos salir a comer —dejé de saltar en la cama y me senté en ella—. Pero hoy llega Harry, y quisiera recibirlo en el aeropuerto.

Elisa frunció el labio.

—Él se puede cuidar solito y puede llegar a su casa solito, que él te llame cuando esté en su casa e iremos para allá, por ahora vayamos a comer de pana que quiero una cachapa —literalmente me sacó del cuarto a patadas.



[...]

¡Felicidades! —me abrazó y mis pies dejaron de tocar el piso. Nada que ver pero el pelo de Harry huele bonito basta.

Tendré más tiempo libre para comer —reí—, pero ahora Elisa volverá a viajar, nunca nos ponemos de acuerdo para agarrar vacaciones ella asintió.

—Preocupate ahora de cuál serie ver primero, te lo mereces chama —me dijo Elisa atendiendo una llamada.

—Ay basta y voy a comprar comida venezolana y no te daré.

Elisa reviró los ojos.

El timbre sonó, mire a Harry, él se levantó y fue a la puerta.

—¿Qué hacen aquí? —le dijo Harry a quien sea que haya llegado— Claro que pueden, sólo preguntaba —y luego se quitó de la puerta para dar paso.

Entró Niall sonriendo como el tipo que lee las cartas en las mañana.

—¡Hola! ¿Cómo estás?— se sentó donde antes estaba Harry sentado. 

Y luego entró Liam a la sala, quedé en shook eso no pasaba todos los días.

¡Val! ¿Que haces por aquí? Tiempo sin verte  se sentó en el mueble grande donde estaba sentada Elisa hablando por teléfono, al darse cuenta de ellos cortó la llamada. Liam se dio cuenta  y le sonrió.

Hoy Harry llegó y le vine a hacer la vida imposible, sabes lo normal subí los hombros.

Harry hizo que Niall se cambiara de puesto, no me dejan socializar mamá.

¿Se quedarán a cenar? —pregunté.

¿Comer la comida de Harry? Seguro no la haz probado, él cocina sin gusto respondió Niall girando los ojos, Harry le dio un lepe.

Niall, lo único que haces en la cocina es comerte la comida de los demás!—respondió Liam y Niall rodó los ojos—. Harry si cocina bien se dirigió a mi.

Yo sí cocino bien, eres tu quien no cocina bien.

Ellos peleando por quién cocina mejor y a mi se me quema el arroz, sigan.

Al menos no ando quitándole la comida a los demás.

Si no se van a quedar a cenar es mejor, nadie los invitó respondió Harry.

¿Sabes qué? Me quedaré porque tengo mucha hambre dijo Niall.

Harry reviró los ojos.

Hubo un largo silencio, un teléfono sonó y era el de Elisa, nunca la dejan en paz, hasta a mi me harta.

—Valentina nos tenemos que ir —Elisa se levantó del mueble—, el vuelo se adelanto y saldré a las doce de la noche, aún tengo que hacer muchas cosas. Perdoname ¿si va? —Elisa tenía la cara de arrechera, naguara hasta yo, aunque yo nací con ella pero hasta yo.

¿Qué pasó? —preguntó Harry.

Tengo que buscar una lámpara para que un genio salga y que Elisa llegue rápido —me acerqué a la puerta.

 —Muchacha marica, madura.

Valentina..

Ahora tengo que madurar, mañana hablamos —salí despidiéndome con la mano.

Antes de salir Liam fue el único que se dignó a decir algo lindo: 

Buenas noches, manejen con cuidado.

Tengo que considerar clonar a Liam.










Valentina »h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora