Capítulo 29

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Estaba entre la multitud de gente en el aeropuerto, extrañana Londres. Me dirigí a la salida donde estaba Elisa, ella corrió hacia mi y me abrazó.

—No te voy a preguntar cómo estás porque se supone que estás mal ¿verdad?

—Estoy bien, sólo necesito estar sola y llorar por horas hasta que me deshidrate y muera.

—Nada de esto hubiera pasado si tú no te hubieras ido de afrontada a Francia.

—Al menos él no murió.

—Pero lo hará, acabas de romper su corazón.

—Deja de leer poesía barata. ¿Dónde están los chicos?

—No han salido de tu casa desde que fuiste a Francia.

—¿Y Gato?

—Tienes que verlo por ti misma —me arrastró hasta el carro, ni ganas tenía de caminar.

Al llegar a la casa le di el teléfono a Elisa, le dije que le escribiera a Harry que ya había llegado a Londres, porque estaba segura que si lo hacía yo saldría todo mal, muy mal.

Entramos a la sala y Liam ya me estaba abrazando y yo derramando mis mocos en su camisa blanca.

Todo estará bien.... creo. Pero ve la parte buena, estas viva y sana y eso es lo que cuenta, ¿no crees?

—Te aseguro que cuando entre a mi cuarto estaré en el proceso de muerte —señalé mi cuarto y luego entré en él. Estaba Niall acostado en mi cama viendo televisión.

Valentina, ¿te encuentras bien?

Pensé en tratarlo mal, entonces me senté en la cama, sollocé y lo miré

—No me tiré en la cama y él me abrazó, luego salió y apagó las luces, el televisor y cerró la puerta.

Correcto Valentina, tu mamá te dijo que te tenías que encontrar a ti misma porque no necesitas a un hombre, eres muy independiente y fuerte. Ahora, repitelo.

No salió bien, no sirves para eso, buena para nada

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No salió bien, no sirves para eso, buena para nada. Estúpida.

Necesitas salir de ésta habitación, te vas a pudrir —dijo Liam luego de media hora, prendió las luces y luego le llegó un almohadón en la cara.

Al menos moriré con buena puntería.

—Te propongo algo —se tiró a mi lado—. Salgamos a comprar películas para gente feliz y luego helado para ahogar nuestro despecho.

—Por eso es que te quiero, Liam —me levanté de la cama y me puse los zapatos, salí a la sala y agarré las llaves.

¿Te diste cuenta lo mal que te ves y lo bien que me veo yo? Arruinarás mi reputación —dijo Liam cuando abrí la puerta.

Valentina »h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora