Capítulo 47

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Dos meses y algo más después:

El día había llegado y era más duro todavía saberlo. Los chicos volvieron y ya se irían para empezar el tour, todo era perfecto porque luego de más de un año de descanso volvieron para hacer el tour y todo el mundo estaba feliz.

Marico no, vayanse rápido porque me van a hacer llorar —les dije, todos parecían niños exploradores con sus bolsos esperando la foto.

Estas llorando desde que llegamos aquí —dijo Niall y rió.

—Yo no lloro y menos por tí —dije.

Eres tan adorable cuando me miENTES —dijo sarcásticamente—. Igual te sigo queriendo, amiga.

Aw, lo abracé y él me abrazó y luego dijo:

Suficiente.

Eran las tres de la mañana y yo en un estúpido aeropuerto despidiendo a los chicos. Mientras veía como Elisa trataba de no llorar junto a Liam, Niall riéndose y Harry, bueno, él estaba triste pero cada vez que le preguntaba cómo se sentía me decía que bien porque volvería a cantar y luego me abrazaba.

Entonces luego de media hora volviendo a esperar el avión, y otra media hora más para que el avión se preparara sentí como realmente se sentía y sabía la tristeza.

Me despedí de los chicos y después fue cuando Harry me abrazó por mucho tiempo mientras me decía que me extrañaría mucho, que me quería, que no me olvidara de alimentar a Gato ni al gato, que me volvería a extrañar, que me levantara temprano y que dejara de ser tan floja por Dios.

Te quiero tanto. No me extrañes, pero no me olvides —él rió.

—No lo haría —dijo, luego se separó de mí para besarme. Es triste porque lo extrañaría y por primera vez en la vida el sueño era algo menos complicado que eso.

Me separé de él y le sonreí. A penas le pude decir bye, él se despidió de mí y se fue con el resto de los chicos.

Llámame —le dije y pensé que no había escuchado, pero se detuvo y me sonrió.

Me quedé un rato viendo hacia la puerta por donde salió, luego me di la vuelta y estaba Elisa esperándome, estonces me deprimí porque no era Harry quien me estaba esperando. Aunque estaba feliz por él porque volvería a su trabajo, pero no me pude contener.

Y luego lloré.

Y luego sentí como me abrazaban, y quise decir que necesitaba a mi Mamá, porque sabía que era Harry quien me estaba abrazando.

No llores, linda. Volveré, y te llamaré, ¡y comeremos helado de chocolate!

Reí. Ya habíamos hablado del tema antes, pero no pude evitar... Ya sabes... sentir.

Me voy a volver emo.



[...]




Desperté y estiré mi brazo esperando encontrarlo allí, pero no había nadie. Suspiré y me volví a acomodar, escuché como Gato entraba al cuarto, subió a la cama y me lamió mi cara para luego acostarse a mi lado.

Valentina »h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora