Inexplicable

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-También te quiero... te quiero mucho es algo inexplicable pero así es-   

Esas palabras,  sus palabras,  su perdida de memoria, del sentido de lo bueno y lo malo, su cambio,  yo deseaba tener paciencia de ello, me enamoraba de alguien que me había llevado a la cama pero que era distinto,  solo odiaba que me dijera que era un princesa,y malos recuerdos de la infancia;   por que eso me hacia sentir que traicionaba a los dragones,  pero aun miraba su rostro que mostraba sus temores.

-Mis demonios internos se ríen, se burlan de mi y me dicen la persona que soy en realidad, me dicen mi futuro y lo que debería hacer para que me dejen en paz, quieren mi sangre- 

Con esas palabras me di cuanta de su inestabilidad y  de mi propia  locura,  esto estallaría,  pero no sabia si  para bien o para mal,  lo único que yo quería era estar con el así que le ofrecí mi protección,  las alas de la princesa de dragones.

Confiaba en que mi rey me entendiera, en que el no me diría que no, a lo que hacia, que entendiera que a mi vampiresa la había dejado de querer y frente a nosotros estaba Gabriel ahora un ángel caído sediento de sangre, pero que no dejaba de ser el padre de mis hijos  y mi inicio en las tinieblas; junto con ella a la que ame.

La promesa de que lo cuidaría le agrado,  yo sabia que era no tener nada, y  no saber que hacer, y el alivio que es que alguien te tienda la mano,  sentía su dolor por que era el mismo que sentí cunado le perdí.

 -Yo no soy un demonio creído, aun me creo torpe, y aunque fueras solo un híbrido lo que siento por ti es verdad-  esa fue mi promesa, lo que quería transmitirle a el, que lo cuidaría a mi manera, como a uno más de mi ejercito.

-Tú me atraes, no lo voy a negar, y debo admitir además que es una atracción demasiado fuerte para ignorarla; pero soy el ser más miedoso que conocerás;todo en mi es temor y locura... ¿no te asusto?-

Yo solo sonreí y sin pensarlo  le dije: 

- Bien gracias por esa hermosa confección me encanta, mas diré que no me das miedo, después de vivir con hombres lobo, tener de amo a un vampiro, matar a un clan de ellos, parir ángeles y entrenar con dragones tu eres algo tierno-

 Lo que dije le saco de sus casillas, lo vi romperse,  solo se quejo por la palabra tierno en su descripción.Al final me reconoció como un autentico demonio y la ambición del saber es algo que tenemos los dos en común, y acepto todo con tal de volver a estar a mi lado,  recordar esto me duele, sera que aun le amo.

Me abrazo, me beso en los labios y el corazón me latía con frenesí,  sus manos recorrieron mi silueta, como si así recuperará la memoria con ello, sus ojos medio perdidos en el pasado, en la sensación del presente,  comienzo a quitarme el uniforme de la guardia, me desnudo, me acaricio entre las piernas y me dejaba llevar por el placer, pero sus estados de animo me congelaron.

-¿Por que eres así?, por que si eres hermosa te siento temblar, te pierdes para mi, y yo... -

Molesta tape mi cuerpo, molesta me cubrí y le grite.

-¿Que demonios quieres de mi?,  no te das que te amo, le he hecho pero nada te importa.-

El volvió a tomarme en su brazos, volvió a besarme y sin poder evitarlo mordí su labio y lo hice sangrar y saboree su sangre, molesto me empujo-

-¡Estas loca!, te hará daño, maldita sea.

Molesta lo empuje, me puse de nuevo el uniforme, lloraba de confusión, estaba perdida entre sus manos, entre sus palabras, entre sus acciones.

-Tu aura es increíble, es azul, y violeta, pero al enojarte es rojo vivo-

El miraba impresionado mi alrededor, y me aleje de el hecha una rabia, me volvía loca, siempre lo ha hecho.


Dama de RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora