A Entrenar

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Si algo de valor que  tiene mi hogar y yo como comandante de la Guardia del Dragón es que no acepto a cualquiera que se rinda, por mucho que sea de mi agrado,  te haré saber que si entrenaras conmigo es por que danzaremos al ritmo de la espada, las flechas, las balas. 

Mis hijos tienes esas habilidades,  Scarlet y suemy, espertas arqueras, Sebastian Sayro, Santiago y Saul, la espada,  y los dragones bueno hablemos de fuego y armas,  claro que horror han de pensar mis lectores, pero tu eres su madre y les enseñas el arte de la guerra, que yo los vea como niños la realidad es que no lo son,  son ángeles y demonios, y por lo tanto muy distintos a un niño humano,  ellos saben que nada mejor que el combate cuerpo a cuerpo, por honor, pero si hay que usar armas,  las blancas son las mejores,  odiamos las de fuego pero son necesarias.

La guardia a crecido mucho, y es una de las mejores en el ámbito de las tinieblas, o eso quiero creer,  ademas de dragones se entrenan, ángeles caídos,  yomas, laycans  y vampiros,  así que nuestros conocimientos son buenos,  y nada mejor que la misma comandante te entrene y por ello en la guardia hay una trampa usada para un novato llega a las filas.

  -"Ten cuidado con la princesa, que no te engañe su cara, por que te quedaras sin alas"-  

Esa frase la invento mi Rey,   resulta que cuando un novato se alista a nuestra guardia,  quien hace el tramite es el rey y como tiene una foto donde muestra a su hija, mi esposa todos creen que esa princesa es quien entrena a los novatos, por lo cual cuando ya están en el campo de entrenamiento se dan de bruces al verme a mi.

    -"Ten cuidado con la princesa, que no te engañe su cara, por que te quedaras sin alas"-    

Cuando el capitán termina de decir eso a los novatos en fila y paso yo, con los pantalones cortos, pegados a los muslos, botas de tacón alto que me llegan a los muslos, negros y de cuero,  con una chamarra de cuero resistente al fuego,  con el escudo del dragón al pecho, con el cabello en trenza y acomodándome los guantes para empuñar la espada, siempre pregunta,  

 -¿ Y ella quien es?- 

 Entonces le miro con los ojos dorados, con los labios rojos y sonrió de lado, y la mamo a la cadera en un toque erótico de demonio que soy.

  -Por mucho que lo dudes estúpido yo soy tu comandante- 

Entonces ahí están los primeros 18 dragones de la orden burlándose del novato idiota que creyó  que la vampiro le entrenaría, se ríen y comienzo a gritar como loca, a correr, a empuñar la espada, a volar por obstáculos prendidos en fuego, el combate cuerpo a cuerpo con los dragones,  el fuego es lo que me rodea siempre,  no le temo ya, al terminar el entrenamiento,  cuando todos tenemos la cara negra,  y la sangre ardiente tomamos cerveza fría,  como dije,  que yo sea la única mujer de la guardia no quiere decir que ellos no me respeten como su igual.

Además si le temen a Dhimitri con senos,  dios los libre cuando llego vestido de hombre, cuando un negocio me salio mal, por que entonces uso el uniforme de varón,  y me ven así,  solo escucho al capitán decirles 

-Cuidado con las alas,  ahí viene el príncipe-

Y es que en ese estado cuando la rabia me consume el pecho, cuando muerdo mis labios y sangran, camino con paso firme, y mi corto cabello oculta mis ojos dorados, es cuando empuño la espada que se me dio en mi coronación,  la que tiene un encanto y no es de débiles.

Supongo que por ello me creen fuerte,  lo soy por fuera,  pero solo los que me conocen bien,  los dragones de mi confianza pueden ver mi mirada triste, mi sonrisa rota,  mi pecho hueco y mi corazón hecho pedazos,  apariencia y nada más... 


Dama de RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora