Dama de Rojo

Andru

Una noche mientras estaba de guardia, mientras caminaba con el malestar de que mi hija me mordiera las estañas, mientras la sed de  sangre nos volvía locas,  conocí a un intruso, un demonio tan engreído como Luzbell, perdido en la fantasía de su poder,  un demonio verdadero no presume nada, el que es débil presume el poder que no tiene,  entonces me enfrente a el, lo curioso de ese ser era su bacilo, un instrumento de guerra y de magia.  se había entrometido con algo mio.

Paliemos un rato hasta que cayo al suelo, con heridas algo graves, el interés que nació en mi fue por ese objeto que portaban sus manos,  quería saber a que cultura pertenecía, si era tan vikingo como mi reino,  y le ofrecí la vida a cambio de su lealtad y servicios,  el acepto,  y como yo siempre quiero saber más y aprender de otros, ofrecí mi entrenamiento básico  cambio del conocimiento de ese objeto tan raro.

Supongo que soy bondadosa con algunos,  siempre por conveniencia,  siempre por sacar algo, pero también por que si algún día mis hijos necesitan algo que nadie les cierre las puertas del destino,  que alguien siempre le tienda la mano a mis tesoros.

El me enseño a usar su báculo, a crearme uno,  resulta que si era Vikingo, que se usaba para controlar las mentes, el cuerpo de otros seres, que yo no le di oportunidad de usarlo en mi,  pero puede usarse  hasta los dragones que cuentan con un espíritu indomable,  como el fuego podrían estar tranquilos con el movimiento de ese objeto.

Andru se gano mi confianza, tanto que lo volví uno de mis guardianes,  pensé que daría la vida por mi, por que se que me deseaba con ardor,  se moría por hacerme suya como muchos lo desean, pero ya la dio eso lo aseguro,  resulta que me traiciono por que no acepte su lujuria y con su vida pago mi traición ahora soy dueña de ese báculo y se usarlo,  no hay nada como tener a tus amigos cerca pero debes tener a tus enemigos más secar y te enseñan a no confiar en nadie, ni en la sangre.