Dama de Rojo

Cazador de Demonios

Resulta que aun en mi embarazo me tope con alguien que quise mucho,  fue un gran amigo,  recuerdo estar con mi barriga tirada al pasto mientras miraba la luz atravesar las copas de los arboles, mientras el acariciaba mi vientre admirado de mi ser.

Cesar es su nombre,  el me comparaba con su primer amor, una vampiro que el termino por matar por ordenes superiores.

- La maté, no tenia otra opción, la mate y me duele en el alma- 

 Mi amigo era un Cazador de demonios, principalmente vampiros,  así que conocer a un yoma lo impresiono,  ya que solo pensaba que en  este mundo existían esa clase de demonios, ya saben los vampiros son muy populares y razas como la mía están casi extintas y su impresión fue aun más conocerme, que explicara que las cosas no eran así,  a saber que tenia ángeles en mi vientre,  si lo se, un demonio pariendo seres celestiales es raro,  pero como dije yo soy rara.

El extendía sus dedos por mi vientre maravillado del movimiento, de lo poco del tiempo, maravillado de ver en mis ojos el lado oscuro,  me pidió ser el padrino de uno de ellos, como consuelo a la perdida de su hijo con su amada, yo acepte, me sentía muy bien a su lado,  eligió el nombre de Samuel Esteban para el mayor de los cuatrillizos,  me agradaba que se preocupara por mi,  pero por razones donde yo me negué a amarle, a dejar de verlo solo como un amigo, termino por odiarme.

El dolor lo volvió mi enemigo, el hecho de ser un cazador y yo algo que podía cazar;  así que nos hemos jurado matarnos,  o el me mata o yo lo hago, una buena promesa que deseo cumplirla soy un demonio de palabra, quiero verlo en las llamas del infierno pidiéndome clemencia,  el sabe que mi punto débil son mis peques, pero también son la mecha que puede estallar la mas feroz criatura del infierno. 

Solo espero el día de nuestra batalla,  solo espero que ese día termine por beber su sangre, para eso son los amigos, y el me busco a mi como su enemiga y yo correspondo a su estúpida forma de ser.