Abre las Alas....

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Estaba con ella, a la que llamo  mi maestro, la que me enseño mucho, lo admito es sabia, oscura, misteriosa,  siempre me encanto mirarle, tiene un cuerpo muy hermoso, y ella siempre me demostró que se sentía conforme de como era,  y digo por que ella agoniza, hace meses que no la veo,  en fin  como les dije ella me enseñaría mi primera lección después de que se me revelo la naturaleza de mi ser.

Esta lección fue en alguna ciudad del mundo, en ese mundo de ensueño  tal ves, por que lo que nosotros hagamos  para los humanos pasa desapercibido, solo que me costaba comprender ese mundo o dimensión, pero todo demonio en estas circunstancia te hablara de "allá",   al   mi maestra me pidió que analizará mi corazón, que me dejara guiar por lo que sentía,  toda clase de sentimientos y emisiones, las mismas que compartimos con los humanos, como mencione la más fuerte en mi alma  era  el amor...   yo amaba a dos seres tan distintos y tan importantes, aun este momento de mi vida lo son,  mi magia esa que es tan básica y elementan,  tan blanca para los seres que me rodean,  un hada un ángel, eso era y algunos creen que lo soy,  amar al arcángel me dio plumas de plata,  y amar al humano me dio alas fuertes...  la luna me había dado belleza en esa parte de mi cuerpo. 

Y ahí estaba, parada a la orilla de un edificio, escuchando los pocos ruidos que ofrece una ciudad dormida a la hora de los demonios, el viento golpeando mi rostro, el frio de las tinieblas, la compañía de la luna,  ahí estaba yo,  joven y temerosa de la gran lección de vuelo, y sentí el empujón al abismo, grite de miedo mientras mi maestra me gritaba  "mueve esas alas o te estrellaras en el pavimento", y paso caí al suelo,  el dolor fue desgarrador,  sentía que todo se me había roto, que me faltaba aire, que no podría levantarme de ahí, cerré los ojos, aun recuerdo el pánico, esa sensación como estar en la montana rusa sin que te guste, el mismo miedo o tal ves peor por que no llevas nada que te proteja.

Cerré los ojos tratando de canalizar el dolor,  suspire buscando alivio, reía como loca, eso siempre  me ayuda a diseminar el dolor;   entonces abrí los ojos y ahí estaba el,  mi arcángel,  con esa sonrisa deslumbrante, dispuesto a ayudarme,  me tendió la mano,  mi corazón estaba acelerado,  estaba endiosada con ese ser al que alguna vez entregue mi pureza,  en mi cuerpo de humana algunas beses sentía sus besos, pero ahora estaba presente en toda su magnificencia.

Me levante de ese lugar aun con el dolor en lo huesos, negándome sinceramente a esa lección, ya había experimentado el dolor y pánico de los vientos, pero el me convenció  y volví al enorme edificio,  después de varios intentos,  de varios golpes,  de unos huesos rotos ,  con el tiempo que la noche ofrece antes de que el sol ponga en tonos rojizos el cielo, volaba torpemente,  era un completo desastre, lo se, era patética en mi movimiento;  pero esa  mañana mi amo me regaño,  recuerdo que despertó mi cuerpo humano y grito  - ¡Que demonios has hecho!,  fíjate en lo que haces,  hay una patrulla a fuera- 

Cerré los ojos y deje mi pánico pero mi intrusión hablaran,   "guíate en los sueños, ellos hablan"...  y así fue,  resulta que el arcángel me dio mi segunda lección  "Mata a los humanos"..... 



Dama de RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora