Bodas

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Habían pasado dos días del nacimiento de mis pequeños ángeles, todos vestían de blanco,  y Scarlet tenia una cara de mal humor,   los vestidos fueron reparados, los invitados habían llegado al jardín de la casa de mis suegros,  el lugar que seria mi nuevo hogar, hasta mi madre se presento a mi boda; tener la presencia de Athenea en una ocasión así si que me saco de mis casillas, mi madre no me ama, pero ama el glamour.

Yo aun tenia el cuerpo por dentro hecho pedazos , no podía caminar mucho y sentarme era imposible, aun así me pusieron bien guapa, el vestido fue modificado un día antes por que se suponía yo me casaría aun con una enorme barriga, pero ahora caminaba como pato, con un vestido del doble de mi peso,  no se como no llore por la agonía a cada paso que daba me faltaba el aire.

Comenzó la ceremonia nupcial,  camine primero a lado de Sebastian, me quede parada en el altar y espere la entrada de mi prometida; me case aun con el temor de que ella hiciera lo mismo que mi gloria,  dejarme ahí,  pero no fue así, me tomo de las manos,  sello su palabras con un lindo y cálido beso,  los retratos, las felicitaciones,   y empezó la celebración. 

-¡viva por las novias!

Aun recuerdo a mi madre diciéndome que sus nietos eran precisos a todos los invitados, a las deidades que se encontraban en la celebración;   yo solo trataba de sonreír y contener el dolor dentro de mi cuerpo, era el día de mi boda; el hecho de que mi madre anduviera como diva hizo que mi amo respondió con agresividad.

-¿Quien demonios te crees para estar aquí?, si fuera mi fiesta estarías fuera maldita arpía.

Atenea solo ronroneo y continuo con su glamour por toda la recepción, con mi sobrina en manos, mi amo estaba rabioso por la hipocresía de nuestra madre.

Bien hablare primero de mi suegra,  Afrodita la diosa de la belleza y el amor de la mitología griega, y vaya que es hermosa la criatura,  tiene un cabello dorado, una hermosa sonrisa, y el cuerpo de una ninfa, no es vieja,  hasta parecía mi mejor amiga el día de nuestra boda,  como quería presumirle a Atenea  por eso la invito,  no fue nada cómodo ver a esas dos discutir por quien amaba más a mis 7 hijos.

Mi suegro,  un demonio puro, aun no se bien que raza es, solo se que es un espectro, como esas almas que aun penan por la tierra,  me comento que en su vida humana era un vikingo,  era un rey y siempre la sangre real corría por sus venas,  es de cabello blanco,  de cuerpo fuerte,  y de un mirar de sabiduría que hechiza a quien se pierde en sus ojos,  de una sonrisa gentil y cálida, el en ese momento se volvió mi padre, y amarle como tal implico mi juramento...

Dama de RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora